‘La situación es más favorable que las predicciones pero no es motivo para el falso optimismo’
La variante ómicron del coronavirus se está volviendo predominante en Chequia y podría suponer un riesgo para las infraestructuras críticas. El Gobierno se está preparando para diferentes escenarios con el fin de asegurar el funcionamiento de los sectores energético, sanitario, transporte y otros.
El número de casos positivos de coronavirus va en aumento en la República Checa, aunque no de manera tan dramática como advertían las predicciones de varias instituciones y expertos. En estos momentos la ómicron se registra en entre un 40 % y un 50 % de los test positivos, de acuerdo con el ministro del Interior, Vít Rakušan. No obstante, el mandatario advierte que no hay que bajar la guardia.
“La situación actual no es motivo para un optimismo falso. Si miramos el desarrollo en los países vecinos y en los que ya domina la ómicron, vemos que, una vez que la proporción de la cepa supera el 50 %, la curva de los nuevos contagios crece de manera bastante rápida”.
Chequia registra casi 83 000 nuevos casos positivos en los últimos catorce días, unos seis mil diarios de media. En el mismo periodo se registran 3187 hospitalizaciones. De acuerdo con la directora del Instituto Nacional de Salud, Barbora Macková, se trata predominantemente de personas no vacunadas.
La situación actual, y su probable deterioro, ha impulsado al Gobierno de Petr Fiala a tomar medidas que ayuden a prevenir un colapso de infraestructuras y sectores críticos en caso de que un número elevado de personas terminen en cuarentena.
Uno de los primeros pasos fue reducir la cuarentena. Esta es de cinco días a partir de este martes, mientras la persona que haya dado positivo o haya entrado en contacto con un contagiado no tenga síntomas. Durante otros cinco días tras salir del confinamiento se recomienda usar una mascarilla de tipo FFP2 o similar en presencia de otras personas.
La cuarentena laboral
Otra de las medidas que el Gobierno planea adoptar es la llamada cuarentena laboral. Su funcionamiento lo explicó el ministro Rakušan en rueda de prensa este lunes.
“El empleado llega al trabajo y se hace un test de antígenos en el transcurso de la mañana. Si da positivo, no tiene síntomas y no parece estar enfermo, en casos de profesiones específicas, el empleador podrá determinar que necesita a la persona en su puesto y esta se quedará en el trabajo. No obstante, el empleador debe crear condiciones que reflejen que el empleado puede suponer un riesgo. El empleado debería trabajar en un espacio aislado, llevar mascarilla, no comer con los demás y básicamente solo trasladarse entre la casa y el trabajo. Si, consecuentemente, el contagio se confirma con un PCR, la persona se considera enferma y debe quedarse en casa”.
La cuarentena laboral podría aplicarse a trabajadores en los sectores de salud, energía y transporte, la Policía o los bomberos, por ejemplo. Rakušan explicó que es tarea del Ministerio del Interior determinar la lista de sectores, no obstante, la propuesta no incluirá profesiones específicas. Su versión final debería ser presentada tras la reunión del Gobierno de este miércoles.
En el ámbito de las infraestructuras críticas, el Ministerio del Interior, en colaboración con el Comité Central de Crisis, han establecido el número de enfermos que supondría un riesgo para los diferentes servicios y sectores esenciales. De acuerdo con Rakušan, sería entre un cuarto y un tercio de la plantilla de trabajadores, la cifra iría variando ligeramente de profesión en profesión.
Rakušan aseguró que la situación aún no es tan seria, pero que las autoridades estarán monitoreando la evolución de los contagios en las infraestructuras.
“Los bomberos, policías y otros cuerpos esenciales tendrán la obligación de reportar regularmente el número de contagios de coronavirus entre sus miembros una vez que la tasa supere el 10%. De esta manera tendremos tiempo para prepararnos antes de que se llegue al 25%”.
Rakušan afirma asimismo que en la situación actual, el Gobierno es capaz de controlar la crisis del coronavirus en el marco de la ley de pandemias. Al mismo tiempo no descarta la posibilidad de declarar el estado de emergencia, si se produjera un escenario menos favorable.
“Puede llegar un momento, por ejemplo cuando un tercio de los policías y un tercio de los bomberos no pueda ejercer su trabajo. En tal caso se trataría de una situación de emergencia que requeriría de la declaración del estado de emergencia sobre todo por una razón específica. Como instrumento más potente, el estado de emergencia permite introducir la llamada obligación laboral. Es decir que sería posible convocar a personas que no forman parte de las infraestructuras críticas”.
De acuerdo con Rakušan no se trata de un escenario que sea actual, no obstante, aseguró que el Ministerio del Interior y la Comisión Central de Crisis estaban preparados en caso de que tal deterioro ocurriera.