La República Checa planta cara a Rusia
El nuevo ministro de RR.EE. checo, Jakub Kulhánek, llegó al cargo golpeando fuerte. A pocas horas de asumir el puesto este miércoles envió un ultimátum a Rusia pidiendo el regreso de los diplomáticos checos expulsados de Moscú.
El Gobierno de la República Checa denunció el sábado que disponía de pruebas sobre la participación de agentes de los servicios militares rusos en un sabotaje contra un depósito de municiones en territorio checo en 2014 que se cobró la vida de dos personas.
Ante la gravedad de los acontecimientos, Praga decidió expulsar a 18 empleados de la misión diplomática rusa identificados como espías encubiertos. La reacción inmediata de Moscú fue la expulsión de 20 diplomáticos checos.
Con el beneplácito del primer ministro, Andrej Babiš, y del presidente, Miloš Zeman, el ministro de RR.EE. checo, Jakub Kulhánek, exigió a Moscú que permita el regreso de los diplomático checos, o de lo contrario expulsará a más empleados de la embajada rusa.
“En caso de que nuestros diplomáticos no puedan regresar a Moscú, tomaré la decisión (este jueves) de reducir el número de empleados de la embajada rusa en nuestro territorio de tal manera que corresponda con el estado actual de nuestra embajada en Moscú“.
La República Checa y la Federación Rusa protagonizan una nueva crisis que amenaza el futuro de las ya difíciles relaciones diplomáticas entre los dos países, según dijo el ministro Kulhánek.
“Las relaciones checo-rusas han entrado en una etapa extremadamente difícil. Sin embargo, no es culpa de la República Checa. Como país soberano hemos tomado decisiones y hemos tenido que actuar con energía“.
El ministro Kulhánek ha hecho énfasis en que Praga expulsó a espías encubiertos, pero Moscú echó a diplomáticos de carrera en una acción de represalia que paraliza el funcionamiento de la misión diplomática checa.
“Tomando en cuenta el tamaño de las embajadas, la expulsión de 18 empleados rusos no atenta contra el funcionamiento de la misión diplomática rusa en Praga. Pero la reacción rusa de echar a 20 de nuestros diplomáticos, incluido el embajador adjunto, ha sido desproporcionada“.
El Gobierno checo insiste en que la nueva ola de tensión es responsabilidad de Rusia. La República Checa ha denunciado un acto de agresión en su territorio, perpetrado por miembros del servicio secreto militar ruso. Los servicios de inteligencia checos disponen de pruebas irrefutables que entregarán a los aliados de la Unión Europea y la OTAN.
Desde el Senado checo se ha pedido al Gobierno del primer ministro Andrej Babiš que llame las cosas por su nombre y declare oficialmente que se ha tratado de un acto de terrorismo de estado por parte de la Federación Rusa.
El senador Pavel Fischer, jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores, ha exhortado a la Unión Europea a tomar partido en lo ocurrido, puesto que Rusia ha perpetrado una agresión contra un estado miembro.
“El Senado insta al Consejo Europeo a incluir el debate de la agresión contra un estado miembro de la Unión Europea en la sesión del Consejo. Pedimos que se conceda el mismo respaldo al otorgado en su momento al Reino Unido por el ataque con la sustancia tóxica Novichok en la ciudad de Salisbury“.
Desde la República Checa, los únicos que no han apoyado de manera contundente los pasos del Gobierno han sido los comunistas y el partido Libertad y la Democracias Directa (SPD). El líder comunista, Vojtěch Filip, sugiere volver al diálogo diplomático como vía para reducir la escalada de la tensión entre Praga y Moscú.
Consultado por la Televisión Checa, el antiguo ministro de RR.EE. Tomáš Petříček respaldó las acciones del Gobierno al tiempo que resaltó la importancia de que la República Checa sea estado miembro de la Unión Europea y la OTAN.
“No creo que nos encontremos en una posición asimétrica. Lo ocurrido demuestra la importancia del hecho de que seamos un país miembro de la Unión Europea y la OTAN. A Rusia le puede doler una reacción conjunta de la Unión Europea y la OTAN, porque a fin de cuentas la Unión Europea es el mayor socio económico de Rusia“.
El alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrel, emitió un comunicado este miércoles condenando la actividades ilegales en territorio de la República Checa que provocaron las explosiones en el depósito de municiones de Vrbětice en 2014, así como apoyando las medidas tomadas por el Gobierno checo hasta el momento. La Unión Europea ha demostrado su preocupación ante cualquier violación del Derecho Internacional y la soberanía de la República Checa, se indica en el comunicado.