La pesca puede ser una forma de descanso
En la República Checa llega a su fin la temporada de pesca en los ríos y en decenas de estanques, especialmente en Bohemia del Sur. Los pescados, en primer lugar la carpa, serán ofrecidos en los mercados navideños, ya que la carpa frita, acompañada de ensaladilla rusa, es el plato típico de los checos en la cena de la Nochebuena.
Después del trabajo, los pescadores se reúnen junto a una hoguera para calentarse y es entonces que se hace posible conversar con ellos sobre la pesca. Aprovechamos la ocasión y platicamos sobre el tema en esta A Toda Marcha con Václav Zborník de 74 años de edad.
Václav Zborník vive en la ciudad de Písek, a unos 120 kilómetros al sur de Praga y desde hace años es miembro de la Unión de Pescadores local. Antes de jubilarse trabajó durante muchos años como director de una empresa para la extracción y el procesamiento de la piedra, pero siempre que tenía tiempo libre, iba de pesca a algún río o estanque de Bohemia del Sur.
"A la pesca me dedico desde los tres años de edad, aunque el permiso oficial para pescar lo obtuve a los quince años. Mi mayor éxito fue una carpa de siete kilos de peso que pesqué en el río Blanice, cerca de la localidad de Vodñany, durante una competición de pesca", recordó Václav Zborník.Durante nuestra conversación, el señor Zborník intentaba calentar sus manos, rojas por el agua fría, estirando los brazos hacia la cercana hoguera. Se nos ocurrió preguntarle si alguna vez ha tenido la ocasión de pescar en el mar, en un país cálido.
"No, la verdad es que nunca probé pescar en el mar. Con mi familia fuimos varias veces a las costas de países del sur de Europa, pero nunca fui allí de pesca, por lo que nunca pesqué un pescado de mar. Pero uno de mis amigos, también pescador aficionado que viajó por el mundo entero, me contó que no hay nada más bello que la pesca en el mar abierto", sostuvo el señor Zborník.
También contó que la Unión de Pescadores de Písek tiene más de mil 500 miembros, que ayudan en el mantenimiento de los estanques de la zona. En vista de que para pescar en la República Checa se requiere un permiso oficial, la Unión de Pescadores ayuda además a proteger los ríos y estanques ante los pescadores furtivos. El señor Zborník afirma que él nunca ha denunciado a nadie."No tengo ninguna experiencia con ese tipo de personas, pues cuando voy de pesca, no me preocupo de lo que hacen los demás. Creo que todos tienen derecho a pescar y es asunto de cada uno cómo concibe ese derecho".
A Václav Zborník le preguntamos también cuántas especies de peces hay en los estanques y ríos de la República Checa. Esta pregunta, por cierto, cogió al señor Zborník un poco desprevenido.
"La verdad es que no sé exactamente, son muchas las especies aquí, y yo no soy especialista en esa materia. Aunque los peces más abundantes en este país son la carpa, el lucio, la lucioperca y el siluro. Por cierto, en el estanque de Rozmberk hemos sacado este año un siluro de más de cuarenta kilos. Después de la limpieza del estanque, ese ejemplar gigante volverá a sus aguas, pues nadie tendría el coraje para matarlo".
Teniendo presente que entre la gente suele decirse que el pescado de río tiene un mejor sabor que el de un estanque, le pedimos a Václav Zborník, como conocedor del tema, que nos explicara cuál era la diferencia."El pescado de río es más delgado a la vez que largo, puesto que tiene que nadar frecuentemente contra la corriente del río y moverse de un lado a otro. En cambio, en un estanque los peces son más gordos, más cortos y más flojos. Muy importante es también el sabor. Desde mi punto de vista la carne del pescado de río es más sabrosa que la del pescado de estanque. La carne de los pescados que se crían en estanques tiene a veces un sabor a fango y eso disuade a mucha gente de su consumo".
En las proximidades de un estanque en Bohemia del Sur, gozando del calor de una fogata, hemos conversado en esta A Toda Marcha sobre la pesca con Václav Zborník, un pescador aficionado.
Y ¿Qué relación tienen ustedes, amigos, hacia la pesca?