La pandemia vacía los refugios de animales

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La pandemia del coronavirus ha disparado el interés de los checos en adoptar mascotas. Muchos refugios se han quedado prácticamente vacíos y crece también el precio de los cachorros ofrecidos por internet.

Los meses de pandemia y confinamiento han impulsado a los checos a adquirir mascotas. En el esfuerzo de combatir la soledad, iluminar los días y entretener a los niños, muchos se han dirigido a refugios para adoptar a perros, gatos y otros animales.

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Los dueños de los refugios afirman que el interés ha sido enorme. En el refugio de Děčín, en el norte de Bohemia, generalmente acogen a alrededor de 20 perros. Ahora mismo cuentan con cuatro y, por lo general, solo se quedan perros grandes o agresivos. Jaroslav Kácha, uno de los trabajadores del refugio, afirma que se trata de una situación sin precedentes. Hace unos días llegó a su centro un perro salchicha (dachshund) y cuando subieron su foto a internet, se desató todo un jaleo.

“Cuando apareció en la página la gente empezó a llamar inmediatamente. Ya está reservado. Hoy se va a su nuevo hogar, solo teníamos que esperar a que terminara la cuarentena obligatoria. En general, el interés por los perros pequeños, los chihuahuas, los yorkshire o incluso los cruces de razas de perros pequeños es enorme. Y actualmente se registra una escasez de estos animales”.

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No solo los refugios se han visto desbordados por personas en busqueda de mascotas. También los anuncios en internet dan una pista de lo popular que es adquirir un perro en estos momentos. La demanda supera marcadamente la oferta y la situación de los precios lo refleja.

Mientras que antes de la pandemia un caniche o un pastor australiano costaban alrededor de 950 euros en Chequia, su precio incluso se ha duplicado en algunos casos. El precio de los caniches frecuentemente supera los 2200 euros y en el caso de los pastores australianos se trata de unos 1500 euros.

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Pero esto no desmotiva a las personas. Ladislava Zeiderová, por ejemplo, decidió adoptar a Matilda, una bulldog francés, por casi mil euros. Y según contó a la Televisión Checa, encontrarla requirió de la participación de toda la familia.

“Me puse a buscar yo, mi hermano, mi esposo, mi hija… Todos estábamos buscando. En estos tiempos de COVID uno sale mucho a pasear y con el perro es más alegre. Es nuestro cuarto perro así que ya sabía lo que me esperaba”.

También los veterinarios afirman estar al borde de su capacidad y muchos ya no aceptan a nuevos clientes. Uno de ellos es Stanislav Křeček, quien estima tener s su cuidado a un 20 % de mascotas más. Según cuenta, la tendencia actual le parece entendible.

Stanislav Křeček,  foto: ČRo

“Si se le dice a las personas que no pueden hacer nada y tampoco pueden salir a ningún lado, empiezan a deprimirse. Y un perro es buena terapia”.

Muchos expertos han advertido en los últimos meses ante la adopción de animales durante la pandemia. Consideran que, una vez que termine el confinamiento, muchos perros podrían volverse una carga para sus dueños cuando estos puedan retomar su trabajo y sus actividades de ocio.

No obstante, en el refugio de Děčín no comparten esta preocupación y no creen que los perros adoptados vuelvan a su establecimiento. Con lo que se han prolongado las restricciones, confían en que los humanos y los animales hayan logrado entablar un lazo emocional suficientemente fuerte.

Foto: Coilin O'Connor
Autor: Romana Marksová
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