La pandemia multiplica por diez el número de niños con depresión y otros problemas psíquicos

El Instituto Nacional de Salud Mental advierte de un fuerte aumento de problemas psicológicos en menores de edad, que incluyen cuadros de depresión, ansiedad y hasta autolesiones. La pandemia y las clases telemáticas han tenido la culpa. Los expertos aconsejan a los padres observar bien las señales de alerta y actuar cuanto antes.

Petr Winkler | Foto: Bára Kociánová,  Český rozhlas

Cuando empiece el curso escolar 2021/22 habrá pasado año y medio desde el inicio de la pandemia. En un principio, aunque a la espera de la evolución de la variante Delta, por ejemplo, las clases deberían reanudarse con la normalidad que se logró solo a finales de este curso pasado. La República Checa es de los países del mundo en el que más tiempo se ha realizado la enseñanza telemática y los colegios han permanecido cerrados. Los menores han perdido la vida social a la que está ligada la escuela y, además, han tenido que enfrentarse a una nueva forma de educación para la que seguramente muchos no estaban preparados ni motivados, entre otros problemas que explicó a la Radio Checa el director del Instituto Nacional de Salud Mental, Petr Winkler.

“Los niños están viviendo muchas emociones negativas: temor por la familia, por el futuro, estrés por las condiciones y los requisitos cambiantes en la escuela, sensación de aislamiento, distanciamiento de los amigos y los parientes. Han tenido problemas para adaptarse a los cambios en la escuela, en la casa y en su entorno”.

La institución está recogiendo datos estadísticos, por ejemplo, de los casos que atienden telefónicamente, pero también de los eventos graves que requieren de atención urgente en centros de salud mental, que relata Petr Winkler.

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“Sobre todo han aumentado las depresiones, experiencias de caos emocional, pero también casos graves de autolesiones. A esto tenemos que dedicarnos mucho ahora, nos cuentan muchos casos graves de autolesiones, intentos de suicidio, etc.”.

Los desórdenes mentales en menores se han multiplicado por diez en la pandemia, advierten desde la institución.

En la Radio Checa, la directora del Ambulatorio de Psicología y Adictología para Niños del Instituto Nacional de Pedagogía, Michaela Štáfková, señaló también la presión de los estudios en los niños como una de las causas del empeoramiento de la salud mental de este grupo de edad.

“Entendemos que los profesores trabajan bajo mucha presión, especialmente para calificar a los alumnos y mantener los planes de estudio. Pero, por otro lado, los alumnos han tenido que ponerse al día por sí mismos. Esta situación trae muchos sentimientos negativos para los niños porque no son capaces de cumplir con las expectativas que incluso ellos mismos tenían”.

Štáfková explica que los niños en muchas ocasiones no saben ni siquiera identificar sus problemas y, por lo tanto, mucho menos pedir ayuda. Los padres tienen que estar por ello muy atentos a todo tipo de síntomas que les anuncien que algo no va bien. Cambios repentinos de humor o problemas para conciliar el sueño, si se aísla de la familia o tiene problemas psicosomáticos como dolores de barriga, espalda o cabeza, pueden ser esas señales de alerta.

Es muy importante hablar mucho con los hijos y pedir ayuda especializada llegado el momento, dice la terapeuta.

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“El consejo más importante que hay que dar es que está bien no estar bien y es muy necesario hablar de ello. Hay muchas instituciones, tanto sanitarias como sociales y psicológicas, que pueden ayudar con terapias o psicofármacos y en todo lo que sea necesario”.

La atención psicológica está especialmente bien cubierta en la República Checa por parte de la sanidad pública. Pero como recuerda Petr Winkler, del Instituto Nacional de Salud Mental, el problema es que no hay suficientes psicólogos y psiquiatras infantiles en el país y a menudo hay que esperar semanas o meses para ser atendido. Por ello, pero no solo por ello, destaca Winkler la importancia de la prevención.