La depresión acecha a un 40% de los adolescentes checos

De a cara a un mundo globalizado que cambia rápida y constantemente, cada vez más niños y adolescentes padecen de enfermedades mentales. Un reciente sondeo en las escuelas primarias checas reveló una gran necesidad de cambios a nivel estructural del Estado.

“Vemos que el ser humano vive en un ambiente completamente distinto, y ese nuevo ambiente se caracteriza por un aumento enorme de factores estresantes psicosociales”.

Un nuevo estudio del Instituto Nacional de Salud Mental y la Inspección Escolar Checa reveló que hasta un 40% de los alumnos del noveno curso de la escuela primaria sufre de depresión o es propenso a desarrollarla. En el caso de la ansiedad, la proporción es del 30%.

De acuerdo con Petr Winkler, director del Instituto Nacional de Salud Mental, el resultado es muy alarmante. El especialista considera fiable el estudio gracias a la cooperación con la Inspección Escolar Checa, que eligió cuidadosamente las escuelas y los alumnos para el sondeo.

Petr Winkler explicó para la Radio Checa que se había utilizado un método de screening para el estudio que indica quién podría potencialmente llegar a padecer la enfermedad y sería recomendable que acudiera a la consulta de un especialista. Es decir, que no todas estas personas necesariamente llegarán a ser diagnosticadas con depresión.

Petr Winkler | Foto: Kateřina Cibulka,  Český rozhlas

“Aun así, los números son alarmantes, también en comparación con el extranjero. Al mismo tiempo, no son exagerados. Si miramos un sondeo parecido que hacen en Australia y en el que no utilizan el screening, sino herramientas de diagnosis psicológica, el 40% de la población de entre 18 y 24 años podría ser diagnosticado en el ámbito de la salud mental. O sea, los números son muy altos y, probablemente, indican una tendencia global en las sociedades desarrolladas”.

Explica Winkler que el porcentaje de las enfermedades mentales sigue creciendo desde hace unos 30 años cuando empezaron a hacerse grandes informes a nivel mundial. Hoy en día, las enfermedades mentales forman en los países desarrollados entre un 15% y 20% de todas las enfermedades. A su vez, tan solo el 4% del presupuesto estatal checo para la sanidad está destinado a su tratamiento. De ahí la inaccesibilidad a la asistencia psiquiátrica en el país. Pero, ¿a qué se debe todo este problema?

Foto ilustrativa: René Volfík,  Český rozhlas

“La población se desarrolla, se prolonga la esperanza de vida, sabemos luchar contra muchas enfermedades y cambia drásticamente nuestro ambiente. El ser humano como tal no cambia mucho en la evolución, pero en los últimos, digamos, 50 años, ha cambiado mucho el entorno, llegan las tecnologías, internet, los móviles inteligentes, las redes sociales… Vemos que el ser humano vive en un ambiente completamente distinto, y ese nuevo ambiente se caracteriza por un aumento enorme de factores estresantes psicosociales que las personas tienen que superar”.

Añade Winkler, volviendo al tema de la financiación, que el ámbito de la salud mental no recibe la atención y los recursos suficientes, por lo que no puede ayudar a las generaciones jóvenes a superar esta nueva situación.

El hecho proviene también del legado negativo del comunismo, cuando a las generaciones hoy en día mayores se les inculcó que “las enfermedades mentales no existían”.

Foto ilustrativa: EME,  Pixabay,  Pixabay License

“Estas personas crecieron en el comunismo, cuando la ideología oficial decía, por ejemplo, que una sociedad socialista no tenía problemas sociales, lo cual significaba que a los gitanos se los mandaban a guetos, a las personas con enfermedades mentales se les encerraba y escondía en hospitales y sobre la salud mental no se hablaba. No es que esta generación no tenga problemas mentales, pero los resuelve con el alcohol, la violencia doméstica, etcétera”.

En cambio, sostiene Winkler, las nuevas generaciones son conscientes del concepto de salud mental y lo entienden como una parte elemental para la calidad de su vida. ¿Qué medidas tomar, entonces, para reducir el número de jóvenes deprimidos y aliviar la red de psiquiatras sobrecargada en Chequia? Según Winkler, el Estado debería cuidar de la salud mental de sus ciudadanos desde la niñez, desde la edad de la guardería.

“Los niños deberían aprender que tienen emociones, tienen un cerebro que produce hormonas”.

“Los niños deberían aprender que tienen emociones, tienen un cerebro que produce hormonas y que pueden encontrarse en situaciones que producen reacciones de estrés. Deberían aprender a comportarse en estas situaciones y también que pueden elegir su reacción”.

En combinación con un sistema de prevención que se centraría en ciertos grupos de niños como, por ejemplo, los que crecen en condiciones socioeconómicas difíciles, y un sistema de detección e intervención que revelaría los problemas de la salud mental en su fase inicial, una gran parte de la población sería capaz de cuidar de sí misma y, por lo tanto, se reduciría la demanda de psicólogos y psiquiatras clínicos.

Autores: Zita Senková , Martina Kutková | Fuente: iROZHLAS.cz
palabra clave:
audio