La odisea de disfrutar de la bebida nacional checa en la Copa del Mundo

En Qatar existe una estricta prohibición de beber alcohol, en la República Checa sin problema

Beber una cerveza no será una misión sencilla en el Mundial de Qatar. Infinidad de restricciones y precios desorbitados serán el panorama que se encuentren aquellos que quieran saborear unos tragos de la bebida checa por excelencia.

La Copa Mundial de la FIFA en Qatar dará comienzo en apenas una semana, el próximo 20 de noviembre. No han sido pocas las críticas y controversia levantadas en torno a la cita por las propias condiciones y legislación del país, algo que afectará irremediablemente a la experiencia de los aficionados.

En este sentido, la afición checa no podrá disfrutar del combinado nacional en el torneo, tras no haber clasificado al mismo, mientras que la fanaticada desplazada al país también tendrá complicado disfrutar de la gran bebida checa por excelencia: la cerveza.

En Qatar existe una estricta prohibición de beber alcohol,  en la República Checa sin problema | Foto: Jiří Klajn,  Radio Prague International

En Qatar existe una estricta prohibición de beber alcohol, que se relajará en cierta medida de cara a esta cita pero no dejará de ser un quebradero de cabeza para aficionados y organización. Así, todo indica que los fans podrán finalmente adquirir cerveza en los propios estadios, aunque esta solo estará disponible en áreas especialmente designadas que funcionarán tres horas antes del inicio del choque y una hora después de su finalización, por lo que no se podrá comprar durante el desarrollo de los partidos. De igual forma, su consumo estará prohibido en las gradas del estadio y la organización ya ha indicado a los aficionados que no podrán llevar cerveza, o cualquier otro tipo de alcohol, de sus respectivos países.

Por otro lado, la embriaguez en público también es ilegal en el país, lo que hará que los aficionados que hayan bebido demasiado deban permanecer en el estadio bajo la supervisión de la organización hasta que se recuperen.

Además de para los aficionados, el evento también supone todo un desafío logístico para las empresas del sector. Debido a la falta de cervecerías en el país la americana Budweiser, que irónicamente aparece como uno de los patrocinadores de este torneo, ha tenido que utilizar el transporte marítimo y luego encontrar almacenes adecuados con una temperatura suficientemente baja.

Otro asunto polémico será también el prohibitivo precio de la misma, que oscilará en torno a los 15 euros por unidad.