La Navidad checa en cifras

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Los números, para bien o para mal, forman parte de nuestra vida cotidiana. No están presentes solamente en las operaciones matemáticas que aprendemos en la escuela, sino en cualquier actividad que practiquemos. Todo puede expresarse mediante cifras y la Navidad no es una excepción.

Los checos y los gastos navideños

Todos sabemos que la Navidad supone muchos gastos, ante todo. La crisis económica que se desató en el mundo hace más de un año ha cambiado el comportamiento de la gente también en este aspecto.

Mientras que durante los años anteriores acrecentaba la disponibilidad de los europeos de gastar dinero en las compras navideñas, este año se registra una tendencia contraria.

Según un sondeo realizado recientemente por la compañía Deloitte en 17 países europeos, los ciudadanos del Viejo Continente, incluidos los checos, planeaban gastar este año en las compras de Navidad la misma suma de dinero o incluso menos que el año pasado.

Además, la mayoría de ellos habían decidido de antemano cuánto dinero iban a gastar y después trataron de no superar dicho límite, recalca uno de los socios de Deloitte en la República Checa, Bronislav Pánek.

“Una tendencia nueva que registramos últimamente es que los checos planean mucho mejor sus compras navideñas. Se fijan un presupuesto que después tratan de no superar. Mientras que hace tres años, sólo un 30 por ciento de los encuestados reconoció que se hacía semejantes planes, este año es un 45 por ciento”, señala Pánek.

En cifras concretas, los consumidores checos planeaban gastar en estas Navidades unos 525 euros, en promedio, es decir, el doble que los ucranianos, pero dos veces menos que los luxemburgueses, por ejemplo. Bronislav Pánek amplía la información.

“Los que menos dinero quieren gastar son los españoles, los irlandeses y los británicos. Esto se debe, sobre todo, a que los impactos de la crisis económica en estas regiones han sido muy fuertes. Es sorprendente que los ciudadanos de los países de Europa Oriental planean gastar esta Navidad más dinero que el año pasado”, indica Pánek.

También Radio Praga realizó una mini encuesta sobre este tema. Y así respondió Verónica, una joven eslovaca que vive en Praga.

“Voy a comprar regalos a mis padres, mis dos hermanos y también a algunas amigas. De los alimentos y la decoración navideña se encargan mis padres, así que yo compro sólo regalos. Espero no sobrepasar el límite de 120 euros”.

También otra residente de Praga y madre de dos hijos, Zuzana, afirma que tiene un límite que no desea exceder y que este año, más que otros, planea ahorrar.

“Planeamos comprar regalos más baratos que otro años, por unos 200 euros, en total, es decir, unos 20 euros por persona. Es mucho menos que el año pasado cuando gastamos entre 80 y 120 euros por persona”.

Por su parte, la tercera encuestada, que también se llama Veronika, no se preocupa mucho por cuánto dinero va a gastar esta Navidad.

“La crisis no la noto de ninguna manera. Además, yo siempre gasto todo lo que tengo en mi cuenta y no pienso qué va a pasar después de la Navidad”.

La crisis económica ha hecho cambiar no sólo la suma invertida en los regalos de Navidad, sino también su carácter. De la encuesta se desprende que los consumidores prefieren este año regalar y recibir cosas útiles. El regalo más popular de este año en todos los países europeos es un libro.

También ha aumentado notablemente el número de personas que prefieren recibir dinero. En la República Checa, un 31 por ciento de los encuestados confesó que deseaba recibir dinero en vez de otro regalo, comenta Pánek.

“Es un gran aumento. Es evidente que la crisis ha afectado a los hogares checos y que se ha incrementado el número de personas sin trabajo. Se siente un fuerte deseo de estabilidad económica”.

Otra tendencia nueva es que mucha gente espera con las compras para las rebajas posnavideñas, advierte Martin Tesař, otro socio de la Deloitte checa.

“Del sondeo se desprende que unas dos terceras partes de los encuestados quieren esperar a las rebajas que comenzarán después de las fiestas navideñas o a principios del año nuevo. Esta tendencia continuará también en el futuro”, prevé Tesař.

Pasar horas recorriendo los centros comerciales repletos de gente y finalmente terminar comprando cualquier tontería para no salir con las manos vacías, es la pesadilla de muchas personas.

No es de extrañar, entonces, que sea cada vez más popular hacer las compras por Internet. “Es cómodo, es higiénico, es fantástico”, dice el eslogan de una de las populares tiendas virtuales. Y los checos están de acuerdo.

Según el sondeo de Deloitte, están entre los que más utilizan el Internet para comprar regalos de Navidad. Según Martin Tesař, el precio ventajoso de los productos es sólo uno de los criterios.

“Chequia representa un fenómeno en este aspecto. El 41 por ciento de los encuestados ha afirmado que prefiere comprar regalos de Navidad por Internet. Uno de los motivos es que los checos, más que otras naciones, odian las colas en las tiendas y supermercados. Entre otros motivos figuran buenos precios, cónfort a la hora de comprar, entrega a domicilio y una amplia oferta”, enumera Tesař.

Mientras que la mayoría de los checos está dispuesta a reducir sus gastos en regalos navideños, con los alimentos es distinto. Igual que los años anteriores, también esta Navidad las familias checas planeaban comprar alimentos por unos 130 euros, en promedio.

“Los consumidores últimamente optan por productos más baratos. Sin embargo, esperamos que las ganancias sean las mismas que el año pasado”, sostuvo Libor Kytýr de la cadena de supermercados Ahold.

La misma tendencia se registra en toda Europa, según afirma Bronislav Pánek.

“Los alemanes y los suizos planean gastar en alimentos más dinero que el año pasado. También un 75 por ciento de los checos reconoce que no quiere ahorrar en comida. La misma tendencia se registra en los países del Este de Europa como, por ejemplo, en Ucrania”.

Los checos y las tradiciones navideñas

Es difícil imaginarse las fiestas de Navidad sin las tradiciones. La compañía Factum Invenio realizó el año pasado un sondeo en el que entrevistó a mil ciudadanos checos mayores de 15 años para saber cuál era su actitud hacia las tradiciones navideñas.

La costumbre más fuerte en la República Checa es probablemente la del árbol navideño, a pesar de ser una de las más jóvenes. Según la encuesta, el árbol de Navidad aparece en un 94 por ciento de los hogares checos.

La mitad de los ciudadanos prefieren un árbol vivo. Se trata, sobre todo, de personas jóvenes y familias con niños pequeños. Por su parte, la gente mayor prefiere un árbol artificial.

Otro típico símbolo de la Navidad checa es la carpa. A pesar de la creciente popularidad de peces exóticos en los últimos años en el país, los checos siguen siendo bastante tradicionales a la hora de elegir el menú para la Nochebuena. Lo confirma Zdeñka Chmelová, portavoz de Rybářství Třeboñ, la principal productora de pescado de la República Checa.

“No hemos registrado ningún descenso en la venta de la carpa navideña en los últimos años. Su volumen sigue siendo el mismo y equivale a un 60 por ciento de la cantidad vendida durante todo el año”, sostiene Chmelová.

Los checos son muy conservadores también en cuanto a la manera de preparar la carpa. En un 89 por ciento de los casos optan por la carpa frita acompañada de ensaladilla rusa.

Y hablando de las costumbres, no debemos olvidar las galletas de Navidad que suelen prepararse en las familias checas. Cada una tiene sus recetas preferidas que se transmiten de una generación a otra.

Según un sondeo realizado por la compañía Unilever, casi un 80 por ciento de los hogares checos sigue con esta tradición. Sin embargo, aumenta el número de mujeres que compran las galletas en un supermercado o las encargan a una profesional.

Božena Peñová, que se dedica a fabricar y a vender galletas de Navidad, describe de la siguiente manera a sus clientes.

“O no tienen tiempo o no saben prepararlas, es decir, no tienen talento para ello. Pero, en general, suelen ser mujeres que trabajan duro y no se pueden permitir perder el tiempo en la cocina”, sostiene Peñová.

Sólo falta añadir que las galletas más populares en la República Checa son las medias lunas de vainilla, que se preparan en un 84 por ciento de los hogares.

Y a las costumbres tradicionales agregamos una nueva, la de enviar mensajes de texto por teléfono.

Según datos publicados por las tres operadoras de telefonía móvil que existen en el país, los checos enviaron el año pasado durante el día de Nochebuena un total de 72 millones de mensajes cortos. Esto significa unos siete mensajes por persona, incluidos los bebés y los ancianos.

El número de llamadas telefónicas superó 38 millones. La mayoría de ellos se realizaron por la mañana entre las 9.30 y 10.30 horas.

Los checos y su manera de pasar las fiestas de Navidad

¿Cómo suelen pasar los checos las Navidades? En la familia y comiendo, según se desprende de un sondeo realizado recientemente por la agencia Unilever.

Un 77 por ciento de los checos suele pasar la Navidad con los familiares más cercanos y un 70 por ciento de los encuestados reconoce que durante las fiestas navideñas cambia radicalmente sus costumbres alimenticias.

Para recompensar de alguna manera el enorme ingreso de calorías, cada vez más checos salen de excursión o van a esquiar a las montañas. “Se trata, sobre todo, de personas jóvenes, menores de 35 años”, afirma Petr Hantych, director del sondeo.

Durante los días de Nochevieja y Año Nuevo, la situación ya es distinta. Sólo un 66 por ciento de los checos suele quedarse con su familia. Un 20 por ciento prefiere salir con los amigos. También en este caso se trata de gente joven y de personas bien situadas.

Sin embargo, no todos los checos sueñan con la Navidad blanca de nieve. Aumenta el número de aquellos que prefieren pasarla en la playa. Igual que en los años anteriores, unos 20.000 checos viajarán esta Navidad al extranjero.

Y, ¿cuáles son los destinos preferidos de los checos por estas fechas? Egipto, Túnez y las Islas Canarias, aunque también se viaja bastante a los Emiratos Árabes, Tailandia, Cuba, la República Dominicana y Kenia, afirma Tomio Okamura de la Asociación de Agencias de Viaje checas.