La industria checa de los videojuegos crece por tercer año consecutivo

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El sector de los videojuegos creció en Chequia un 20% el año pasado, según la Asociación Checa de Desarrolladores de Juegos (CGDA). Su presidente Pavel Barák cuenta los motivos de este éxito.

La industria checa de los videojuegos ha duplicado su tamaño en tan solo tres años, llegando a facturar 170 millones de euros en 2019. El presidente de CGDA, Pavel Barák, asocia este éxito al lanzamiento de juegos checos que han triunfado internacionalmente, como es el caso de Kingdom Come: Deliverance de Warhorse Studios y Beat Saber.

Otro factor influyente es que varias compañías extranjeras han establecido en estos años sucursales en Chequia, a la vez que los principales desarrolladores del país como Bohemia Interactive y SCS Software experimentan un crecimiento exponencial.

Pavel Barák,  foto: ČT

La tendencia mundial de crecimiento es de casi un 10%, mientras que en Chequia asciende a entre un 20 y 30%. A pesar del incremento, los desarrolladores son críticos con el papel de los gobiernos a la hora de ayudar al sector y consideran que el apoyo que reciben no es suficiente. Barák cuenta que CGDA se creó hace dos años con el objetivo de establecer negociaciones con el Gobierno checo y con los ministerios. En comparación con el soporte que recibe la industria del cine, el soporte que reciben los videojuegos es minúsculo.

Barák afirma que el sector ya trabaja en conjunto con el sector público, pero que se tratan generalmente de misiones internacionales donde mandan a sus expertos al extranjero. Sin embargo, ahora aspiran a proyectos de mayor tamaño que solo se lograrían con un apoyo estatal sistemático y estratégico.

Barák propone diferentes formas sobre cómo podría ayudar el Estado. El principal problema son los recursos humanos y considera que se podría afrontar a través de la educación. Lo ideal sería que el Estado apoyara actividades educativas que vayan más allá del sistema estándar, aparte de otras medidas como favorecer la financiación en las primeras etapas, a la vez que se fomenta la inversión extranjera en empresas checas.