La industria checa; ¿crecimiento real o artificial?
La producción industrial nacional registra un crecimiento del 2,5%, aunque sostenido en gran parte por los buenos datos de la industria automotriz.
Las últimas cifras en relación a la industria nacional ofrecen dos lecturas bien diferentes; si bien, por un lado, el crecimiento es real, este viene impulsado principalmente por los grandes resultados obtenidos por el sector automotriz.
Así, la producción industrial en la República Checa aumentó un 2,2% interanual en el mes de marzo después de un aumento del 2% en el pasado febrero, según anunció la Oficina de Estadística Checa.
“La razón principal del resultado favorable fue nuevamente la producción de automóviles, donde se hizo efectiva la baja base comparativa del año pasado, pero también la desaparición de problemas con el suministro de repuestos y la fuerte aceleración de la producción en marzo”, dijo Jakub Seidler, economista jefe de la Asociación Bancaria Checa.
En esta línea, y tras un crecimiento del 2,5% registrado por la propia producción industrial checa el pasado año, los analistas coinciden en señalar el peso del sector automovilístico en este proceso frente al estancamiento de otras actividades, lo cual se traduciría en una cifra de crecimiento ‘artificial’.
"Si no hay un impulso positivo en otros sectores, podemos esperar una pérdida de dinamismo en la producción industrial, o incluso una caída general", señaló Pavel Sobíšek, analista de UniCredit Bank.
Con todo, también existen voces que llaman a la calma. Por ejemplo Petr Smutný, socio de PwC República Checa, destaca el proceso de estabilización del mercado energético, al igual que las perspectivas de la demanda, así como el hecho de que las empresas han conseguido aprender a operar en convulsos contextos como los generados por la pandemia o la invasión rusa de Ucrania.
"Por el momento, no veo ninguna señal en el mercado de que las cosas pudieran cambiar y empeorar", señaló Smutný.