La hormiga Ferdy cumple 90 años
Uno de los personajes más populares que ha dado la ilustración y la animación checa, la hormiga Ferda, o Ferdy, según se la conoció en España y otros países, cumple ya 90 años. Una exposición en Praga repasa su larga trayectoria divirtiendo a niños de varias generaciones, así como la vida de su autor, Ondřej Sekora.
La primera tira de la hormiga Ferda apareció en 1933 en el diario Lidové Noviny, el periódico en el que trabajaba su creador, el corresponsal deportivo, columnista y dibujante Ondřej Sekora. Sin embargo, Ferda, existía desde hacía varios años, pero no exactamente como un personaje infantil. En su primera historieta, de 1927, titulada ‘Las aventuras de una hormiga borracha’ y que el diario decidió no publicar, Ferda desfasaba en una despedida de soltero haciendo toda clase de gamberradas.
Pero cuando por fin debutó en las páginas de Lidové Noviny, Ferda era ya un personaje ejemplar para los más pequeños, como recordaba el propio Sekora.
“La hormiga era una criatura con la que los pequeños podían realmente aprender muchas cosas y a la que podían tomar como ejemplo”.
Una exposición en Villa Pellé, en Praga, abierta hasta mediados de mayo, está dedicada a la famosa hormiga y a su creador. El comisario de la muestra, Tomáš Prokůpek, explica el secreto del éxito de Ferda.
“La hormiga Ferda es un personaje tremendamente bien concebido y dibujado. De hecho, es difícil decir por su estilo que sea un dibujo de hace 90 años, en realidad es atemporal. Además, el mundo de los insectos se puede usar fácilmente como metáfora. Sekora transformó esa metáfora varias veces, teniendo en cuenta el tiempo que le tocó vivir, pero sigue funcionando a día de hoy”.
Ya antes de la Segunda Guerra Mundial, Ferda pasó a la gran pantalla de la mano de la mítica animadora Hermína Týrlová. Pero la hormiga sufrió tantos cambios ideológicos como su propio creador, y ese tiempo que le tocó vivir también fue el de la dictadura comunista, en la que Sekora no se encontraba incómodo. Durante la ocupación nazi de Checoslovaquia y su internamiento en un campo de trabajo, había desarrollado ideas que simpatizaban con el nuevo régimen. Ferda se convirtió entonces en un obrero ejemplar que luchaba por cumplir con los planes quinquenales y perseguía a los insectos vagos que frenaban el progreso de la nueva Checoslovaquia. O se enfrentaba a “bichos” estadounidenses y otras plagas nocivas.
En los 80, una serie coproducida entre el Reino Unido, Alemania, Checoslovaquia, Taiwán y Liechtenstein llevó a Ferda por todo el mundo, pero bajo el nombre de Ferdy. Esa serie, que muchos en, por ejemplo, España o El Salvador recuerdan, sin embargo, no está a la altura del personaje, dice Prokůpek.
“La animación se hizo en Corea. El productor quería hacer algo así como la abeja Maya y no estaba realmente interesado en Ferda. El resultado tiene muy poco que ver con la poética del original. Por lo que sé, la Televisión Checa está planeando hacer una serie animada que espero que sea más fiel al original”.
En la biografía de Ondřej Sekora hay otro dato muy curioso, y es su impulso a la propagación del rugbi en Checoslovaquia. Sekora fue incluso el creador de la terminología checa usada en ese deporte, prosigue el comisario.
“Encontramos en su archivo un diploma de la Asociación Morava de Rugbi de 1944 por su papel en el desarrollo del rugbi checo. Por aquel entonces Sekora ya no podía trabajar de periodista porque tenía una mujer judía. Así que fue despedido de Lidové Noviny y lo mandaron a un campo de trabajo alemán”.
También esta faceta de Sekora se puede conocer mejor en la exposición en Villa Pellé, que además de a la hormiga Ferda, está dedicada a la labor de su creador en el ámbito periodístico, literario, teatral, los medios audiovisuales, los cómics y el deporte, con toda clase de dibujos y documentos originales, marionetas y otros artefactos.
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