La Galería Mánes abre sus puertas tras una profunda y larga renovación
Considerada una obra maestra del funcionalismo checo, la galería de arte Mánes reabre sus puertas tras dos años de compleja reconstrucción para modernizar el edificio por dentro y devolverle su aspecto original por fuera.
“Mánes es parte de la historia del arte contemporáneo de Praga. Era el lugar que albergaba la mayoría de eventos importantes. Donde exhibían los mejores, como Fila o Lhótak. Así que, para mí, fue la mejor exposición que he hecho en Praga”.
En este sentido, Jiří Votruba brinda por la apertura de lo que considera la “única” galería de arte de Praga, sin evitar preguntarse por el futuro de la misma.
“Veremos el camino que toma Mánes en el futuro; si el nivel de las exposición es tan alto como lo ha sido históricamente. Creo que la fundación que ha reconstruido Mánes ha pedido préstamos y, tal vez, esto signifique que las muestras que se realizen estén basadas en el comercio. Esto es peligroso, pero lo comprobaremos pronto”.
El centro de exposiciones, que parece estar flotando sobre un afluente del río Moldava, fue construido como sede de la Asociación Mánes de Artes Aplicadas cuyo nombre hace honor al pintor Josef Mánes.
Más allá de un mero espacio para el arte, este lugar se considera un centro social gracias, en parte, a su restaurante situado a orillas del río que, años atrás, se llenaba de vida en los meses más cálidos.
En este sentido, Mánes ha sido testigo de remarcables eventos como el 80 cumpleaños del primer presidente de Checoslovaquia, T.G. Masaryk, quien fue además uno de los patrocinadores del proyecto.
Por ahora, los visitantes se tendrán que conformar con ver una parte de la galería, ya que tanto las oficinas como el restaurante se mantienen cerrados al público. Sin embargo, según indican los trabajadores, el comedor abrirá sus puertas a finales del verano.
