La fortaleza de Hanička, planificada como refugio nuclear durante el comunismo, ahora es un museo
La fortaleza de Hanička, cuyo objetivo original era proteger Checoslovaquia de la Alemania nazi y después fue reformada como refugio nuclear durante el comunismo, se ha convertido ahora en un museo.
La llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania en 1933 dejó claro a muchos que la paz en Europa estaba en peligro. Checoslovaquia era uno de los países donde la amenaza era más patente, entre otros motivos, por compartir frontera, así como el tamaño considerablemente menor de Checoslovaquia. Todo esto alentó al gobierno checoslovaco a comenzar la construcción de una red de fortificaciones para protegerse del Estado nazi. Hanička, construida entre 1936 y 1938, es una de las cinco fortalezas finalizadas de esta red. Después de los Acuerdos de Múnich en 1938, toda la red colocada en la frontera se tuvo que abandonar sin presentar oposición.
Pavel Minář, director del Museo Hanička, en los montes Orlické, ofreció más detalles en entrevista para la Radio Checa sobre la historia de Hanička durante la Segunda Guerra Mundial.
“En aquel entonces sucedían cosas muy interesantes. Durante el invierno de los años 1940 y 1941, los alemanes estaban poniendo a prueba municiones de subcalibre especiales llamadas Röchling. Tenemos dos fotografías hermosas de esa época tomadas sobre la superficie de la fortaleza Hanička. Por aquel entonces, habían bombardeado un edificio allí desde un avión”.
En 1948, todas las fortificaciones cayeron en manos del régimen comunista que se instaló en Checoslovaquia. Más tarde, en 1975, el gobierno decidió convertir Hanička en refugio nuclear. No obstante, esto no sucedió de inmediato como enfatiza Pavel Minář.
“La construcción de estos refugios nucleares no empezó en 1975, ya que primero el entorno político tenía que tranquilizarse un poco. Esto requería una preparación especial y por eso, hicieron el trabajo más tarde. Sin embargo, entre 1975 y 1995, Hanička permaneció inaccesible para la gente de a pie”.
El espacio contaba con los medios necesarios y más avanzados para los estándares de entonces en caso de un conflicto nuclear. Entre ellas destacan dispositivos típicos de la Guerra Fría como paneles de control, teléfonos, un equipo de descontaminación y generadores diesel para la producción de electricidad. Según dice Minář, lo más fascinante de Hanička es su uso multifuncional, ya que tenía que servir a varias unidades separadas del país como, por ejemplo, el Ministerio de Defensa, el Ministerio del Interior o el Órgano Central.
Hoy en día Hanička es un museo que vuelve la mirada a la historia de la Guerra Fría, especialmente durante las décadas de los 70 y 80.
Cabe destacar que el museo está abierto para los visitantes entre el 1 de mayo y el 31 de octubre antes de cerrar para todo el invierno. Para más información sobre el horario de apertura y los precios de las entradas, se puede consultar el sitio web oficial del museo: www.hanicka.cz.
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