La exposición 'Somos del Mismo Planeta' documenta la vida de los extranjeros en Chequia

La inauguración de la exposición 'Somos del Mismo Planeta', foto: Dominika Bernáthová

El Instituto Cervantes de Praga alberga en estos días la exposición 'Somos del Mismo Planeta' ('Jsme ze stejné planety') que ofrece una mirada a las vidas de los extranjeros afincados en la República Checa. El autor de la muestra es el mundialmente conocido fotógrafo Jindřich Štreit. Radio Praga tuvo la oportunidad de charlar con él sobre la muestra y su proceso creativo.

La inauguración de la exposición 'Somos del Mismo Planeta',  foto: Dominika Bernáthová
Corría el año 2011, cuando la Caridad Católica de la República Checa puso en marcha el proyecto 'Somos del Mismo Planeta' a fin de mejorar la imagen de la globalización y la multiculturalidad en la República Checa.

Los organizadores se dirigieron al reconocido fotógrafo checo Jindřich Štreit, que asumió la tarea de documentar la vida cotidiana de los extranjeros radicados en el país.

De la búsqueda de los protagonistas se encargó el mismo fotógrafo, dirigiéndose a sus amigos afincados en la región de Moravia, que llegaron al corazón de Europa desde países más y menos lejanos como Polonia, Rusia, Ucrania, Colombia, Ecuador o Vietnam, entre otros.

Jindřich Štreit,  foto: Dominika Bernáthová
El fotógrafo Jindřich Štreit explicó a Radio Praga lo que trató de transmitir a través de sus imágenes.

“Quería captar el ambiente cotidiano en el que viven, así como las relaciones entre ellos. La búsqueda de los protagonistas era muy espontánea, porque siempre cuando visitábamos a un extranjero conocido, le preguntamos si tenía más amigos y los invitamos. Finalmente hicimos muchas más fotografías de las que escogimos unas treinta, de acuerdo con la disposición del proyecto. En el Instituto Cervantes exponemos unas 25 imágenes y otras cinco se pueden ver en el Centro Americano de Praga”.

“Chequia es un país donde se vive bien”

De la exposición 'Somos del Mismo Planeta',  foto: Dominika Bernáthová
De averiguar los motivos que llevaron a los extranjeros a echar sus raíces en Chequia se encargó la periodista Martina Vašíčková, que acompañó las fotografías con breves textos. De ellos se desprende que los impulsos más frecuentes fueron el amor, las ganas de descubrir la vida en una cultura distinta o las oportunidades laborales. Pero también otros más particulares como el interés por la historia checa, la pasión por la naturaleza o en un caso incluso la belleza de los sellos postales checos. El orden, la organización y la tranquilidad son algunas de las cosas que más aprecian en la vida en el corazón de Europa. Jindřich Štreit revela en qué aspecto positivo coincide la mayoría de los protagonistas.

“Lo que más valoran es que la República Checa sea un país seguro. Creo que tienen razón. Antes de que empezara a fotografiar este ciclo, había pasado un mes en Brasil, donde tenía cuatro exposiciones. Los brasileños me confesaron que estaban felices de llegar a sobrevivir día a día sin que les robaran o atracaran. Fue entonces cuando me di cuenta de que vivimos en un país seguro. Claro que hay lugares problemáticos, pero por lo general tenemos un país donde se vive bien”.

El frío y la ausencia de mar es lo que más molesta

De la exposición 'Somos del Mismo Planeta',  foto: Dominika Bernáthová
Por su parte, el frío carácter de los checos, la xenofobia o la intolerancia hacia las religiones hacen a algunos la estancia más desagradable. No obstante, Jindřich Štreit indica que la mayor molestía de los protagonistas no tiene que ver con el carácter de los checos.

“Por lo que más incómodos se ven es por el frío, y también el hecho de que no tenemos mar”.

Jindřich Štreit es uno de los fotógrafos checos más conocidos a nivel mundial. A sus espaldas ya tiene más de mil muestras esxpuestas desde Tokio hasta Nueva York. En su mirilla aparece la temática social de diferentes ambientes, como las comunidades de drogadictos, presos y el mundo de las colosales fábricas, industria y minería, entre muchos otros. Jindřich Štreit reflexiona cuál proyecto es clave en su carrera.

De la exposición 'Somos del Mismo Planeta',  foto: Dominika Bernáthová
“Creo que el ciclo más importante que he realizado es el que documenta la vida en el campo, al que me había dedicado durante mucho tiempo en la época antes de la Revolución de Terciopelo. En lo que concierne a los proyectos sociales, considero el más importante el ciclo 'Camino hacia la Libertad' que documenta la vida de los drogadictos. Esta exposición contó con unos 200 reestrenos en toda Europa y publiqué también un libro dedicado a este tema”.

La cárcel por la deshonra del presidente

La documentación de la vida en el campo brindó a Jindřich Štreit graves problemas durante el régimen totalitario. Una fotografía del retrato del entonces presidente de Checoslovaquia, Gustav Husák, en contraste con el desolador ambiente de un pueblo checoslovaco, no se correspondía con la idea de un próspero país socialista. Y eso llevó a Jindřich Štreit entre las rejas.

De la exposición 'Somos del Mismo Planeta',  foto: Dominika Bernáthová
“Fui condenado por deshonra de la República y el presidente. Pasé varios meses en la detención judicial de la cárcel de Ruzyně, y después me condenaron en base de parágrafos que ya han afortunadamente desaparecido de nuestro sistema legal”.

Además de compartir sus experiencias fotográficas con los estudiantes del Instituto de Fotografía Creativa de la Universidad de Silesia, en Opava, Jindřich Štreit no para de poner en marcha nuevos proyectos, según apunta.

“El proyecto más importante en el que estoy trabajando ahora trata sobre la vida de las personas sin hogar. He realizado varias exposiciones con este tema, y para el futuro me gustaría realizar un libro”.

Parque multicultural de Velká Bystřice

Ondřej Nosek,  foto: Dominika Bernáthová
La exposición 'Todos Somos del Mismo Planeta' se puede ver en la Sala de Exposiciones del Instituto Cervantes de Praga hasta el 19 de marzo. El proyecto de la Caridad Católica no consta solamente de la exposición fotográfica. Gracias a esta iniciativa nació también un espacio multicultural, según indicó a Radio Praga uno de los organizadores, Ondřej Nosek.

“Nuestra compañera Hana Bělařová vino con la idea de que los extranjeros podrían echar simbólicamente sus raíces en Chequia. Así que encontramos un espacio en el municipio de Velká Bystřice, cerca de Olomouc, donde cada uno plantó un árbol. Así nació un parque internacional que sirve como punto de encuentro de gente de varias culturas”.

El próximo evento en el parque de Velká Bystřice se realizará el 4 de junio organizamos y estará dedicado a la cultura de los Países Bajos. Los visitantes podrán disfrutar de la música, las películas, el diseño, el arte y la gastronomía del país.