Robert Vano, de peluquero de las estrellas a fotógrafo
El fotógrafo mundialmente consolidado Robert Vano ha colaborado con una multitud de revistas de moda prestigiosas. Sobre sus encuentros con personajes famosos y sus actuales proyectos caritativos hablaremos en los siguientes minutos
Abandonar el territorio de influencia soviética lo lograron desde Yugoslavia. Así recordó Robert Vano su viaje para la Radio Checa.
“Desde Zagreb, en la actual Croacia, caminamos casi dos meses hasta la ciudad italiana de Trieste. Me acuerdo de que trasnochábamos en cementerios para no toparnos con la Policía. Cuando llegamos a Italia, tuvimos que ingresar en un campo de refugiados y permanecer dos semanas en cuarentena”.
Desde Italia viajó a Estados Unidos y en Nueva York lo adoptó una familia, ya que entonces aún no había cumplido 21 años. Después de aprender inglés, buscó trabajo de peluquero, haciendo caso a los consejos de que este oficio siempre le garantizaría empleo.
“En aquella época era muy famoso el peluquero británico Vidal Sassoon que abrió una peluquería en Nueva York y necesitaba a 20 personas jóvenes sin experiencia, ya que sostenía que no se puede enseñar a un perro viejo trucos nuevos. Yo era perfecto, no sabía nada”, recordó.
“No reconocí a Marlene Dietrich”
Robert Vano sobresalió en su oficio y en pocos años incluso se posicionó entre los diez mejores peluqueros de Nueva York. Tuvo la oportunidad de peinar y maquillar a modelos famosas para sesiones de fotos para reconocidas revistas de moda, y también a varios artistas. Así recordó su encuentro con la actriz y cantante Marlene Dietrich.“Cuando llegué, vi a una señora mayor y bajita. Ni siquiera sabía que era ella. A su lado tenía un vestido hecho en parte de marfil que pesaba aproximadamente 50 kilos. Hasta que no estaba peinada y con su vestido, no me di cuenta de que era ella así como la conocemos”.
La profesión de peluquero de celebridades le abrió las puertas a numerosas fiestas salvajes, muchas de ellas se celebraron en el mítico club neoyorquino Studio 54 donde conoció a muchos artistas, como Andy Warhol o Mick Jagger, entre otros.
“En Nueva York era normal toparte con gente como Jacqueline Kennedy o Greta Garbo, Liza Minelli o Barbra Streisand. Entonces teníamos 20 años, y muchos de ellos aún no eran tan famosos. Ahora con más de 70 años de edad uno se da cuenta de que se había encontrado con personalidades”.
“Salvador Dalí y otros famosos”
El que sí era una leyenda ya en aquel entonces era Salvador Dalí, con el que Roberto Vano tuvo la oportunidad de charlar en una ocasión, según recordó.“Entonces Salvador Dalí vivía con Ultra Violet, una actriz de las películas de Andy Warhol. Un día caminaba a casa por la Quinta Avenida con Violet y Warhol, y nos encontramos con Dalí. Tuvimos una conversación corriente”.
Vano se aficionó a la fotografía. Tuvo que esperar 15 largos años para que le publicaran su primera fotografía, pero desde entonces ha desarrollado una carrera fructífera, ganando renombre a nivel mundial. Es partidario de la fotografía clásica, frecuentemente en blanco y negro, y es conocido por sus imágenes desenfocadas y la técnica de platinotipia, una impresión “noble“ de fotografías que surge por contacto de materiales sensibilizados con sales de platino y hierro.
“Estas fotografías las hago solo para mí y para los que les gusta este estilo. No es comercial, ya que apenas tiene uso. Son como unas fotos de su abuela que encuentra en el desván, son pequeñas”.
Proyectos caritativos
Tras la derrota del régimen comunista, Robert Vano regresó a Checoslovaquia desde su emigración y en 1994 decidió asentarse permanentemente en Praga, donde trabajó como director creativo de la revista ELLE y como director artístico de la agencia Czechoslovak Models.
Sus actividades fueron reconocidas con el Premio Europeo Trebbia. Desde 2009 trabaja de fotógrafo autónomo y se dedica a proyectos caritativos, como las fotografías de personas invidentes para la fundación Luciérnaga (Světluška), entre otros.El proyecto benéfico más reciente nació en el marco del 'Día Mundial del Corazón' para el cual Robert Vano está creando una serie de fotografías en blanco y negro inspiradas en el estilo del fotógrafo estadounidense Richard Avedon. En sus retratos capta a personas entusiasmadas de ayudar a otros bajo el lema 'Corazón: el motor y el símbolo de la vida, la actitud y la experiencia'. La autora del proyecto, Martina Motshagen, ofreció más detalles.
“Junto con Robert vamos a hacer un total de 13 retratos en blanco y negro de personas que tienen un vínculo con el corazón, en el sentido de que cuidan este órgano desde el punto de vista profesional o que dedican su energía a sus actividades”.
Entre los fotografiados aparece personal médico y de enfermería, por ejemplo, pero también autores de proyectos benéficos, entre otros. La exhibición se inaugurará el 2 de septiembre de 2020 en la ciudad de Liberec para viajar posteriormente por la República Checa.