La cristalería checa Harrachov, una de las más antiguas del mundo, creó una campana de cristal única para el museo Klok & Peel
La cristalería checa Harrachov, una de las más antiguas del mundo, elaboró una gran campana de cristal a pedido del museo holandés Klok & Peel, que posee la colección de estos instrumentos más grande del mundo.
La cristalería Harrachov es la más antigua de Chequia aún en funcionamiento y una de las más longevas del mundo. Si bien existen registros de que la fábrica se estableció en 1712, se estima que sus actividades comenzaron incluso antes. El emprendimiento acaba de sumar un nuevo hito a su trayectoria, tras crear una campana de cristal para el museo holandés Klok & Peel, poseedor de la mayor colección de estos instrumentos en el mundo.
En la actualidad, la cristalería, ubicada cerca de la frontera con Polonia, se dedica a confeccionar copas y vasos de lujo y también piezas a pedido, como lo ha sido la campana de 60 centímetros de alto y 50 de diámetro que será exhibida en el museo de Asten. La tarea llevó tan solo una semana, gracias a la habilidad de los mejores maestros vidrieros de la empresa, que se dedicaron de lleno a crear esta pieza única.
František Novosad, jefe de la fábrica, explicó que la calidad del instrumento reside en la composición del vidrio utilizado para su creación, además del talento de los artesanos.
“Hicimos la campana de cristal templado para que aguante la presión. Este vidrio resuena bien, tiene un tono muy fino y es resistente al ácido y a la luz”.
Para su elaboración se utilizaron 8 kilogramos de vidrio y tanto su asa como su badajo fueron confeccionados con madera de roble de alta calidad.
Si bien los maestros vidrieros de Harrachov suelen crear piezas en una variedad de unos 30 colores distintos, la campana que pasará a integrar la colección del museo holandés es completamente transparente.
El autor intelectual del proyecto es el famoso fabricante de campanas checo Petr Manoušek, quien ya había fabricado tres campanas para la iglesia de Harrachov. Manoušek señaló que el sonido producido por este instrumento, que fue bendecido antes de enviarse al país de destino, es sencillamente único.
“Este no es un tono que pueda compararse con el que produce una campana de bronce. Suena hermoso, ya que el vidrio tiene una resonancia especial. Aparentemente, hasta el momento, el museo de Asten no tenía una campana de cristal. Tienen campanas de todo el mundo hechas de diferentes materiales pero una campana de cristal de este tamaño será algo nuevo. Están muy ansiosos por poder exhibirlo al público”.
Si bien la creación de esta campana tan especial es un hecho destacable para la empresa, lo cierto es que en sus más de 300 años de historia ha realizado incontables trabajos de gran trascendencia.
Además de adornar las mesas reales de toda Europa, los maestros vidrieros de la firma han sido premiados en las exposiciones más importantes del mundo.
En la actualidad, la fábrica emplea aproximadamente a 100 personas, incluidos treinta vidrieros que se destacan en una amplia variedad de técnicas de grabado. Unos 30.000 vasos y copas de lujo son producidos en sus talleres mes a mes, cuya gran mayoría es exportada a clientes americanos y escandinavos.
Eventualmente, la empresa recibe encargos especiales, tales como el que les hizo llegar el museo Klok & Peel, conocido por su inigualable colección de campanas y carillones. Gracias al talento de los maestros vidrieros checos, la colección acaba de volverse aún más especial.