La crisis del coronavirus transforma los hábitos de compra de los checos
El año 2020 y la pandemia del COVID-19 han cambiado los hábitos de los checos a la hora de hacer las compras. El volumen de mercancía que adquirieron en línea creció y se diversificó. Muchos aprovecharon también la posibilidad de aplazar los pagos.
El primer cierre de la economía checa ocasionado por la pandemia del coronavirus el 14 de marzo, marcó el principio de una transformación de los hábitos de compras de los checos. Al cerrarse la mayoría de los comercios, con excepción de tiendas de alimentos, droguerías, farmacias y algunos establecimientos más, la población se dirigió a internet para realizar sus compras habituales.
Las siguientes olas coronavirus en el país confirmaron la tendencia. “En cuanto al comportamiento de los checos, la primera y segunda ola fueron muy parecidas. Las ventas online aumentaron entre un 5% y 7% en comparación con el año pasado. Pero, sobre todo, aumentó la cesta de la compra entre un 23% y 30% por compra”, afirma el director ejecutivo de la empresa de investigación Nielsen, Karel Týra.
Durante los últimos meses creció también la confianza de los checos en las tiendas en línea. Un mayor número de personas seleccionó el pago con tarjeta y creció el valor medio de las compras. El cierre de los comercios tradicionales incitó asimismo a la población mayor a adentrarse en el mundo de las compras online.
La pandemia motivó a nuevos sectores a ofrecer sus productos en línea. Uno de los más destacados en Chequia ha sido el cervecero. De acuerdo con la Asociación de Comercio Electrónico, al vender sus productos online, las cervecerías contribuyeron a que las ventas registraran volúmenes récord este año. La asociación prevé que, en términos interanuales, el aumento general de las ventas en línea sea de un 25%.
De acuerdo con estimaciones de la asociación, los clientes de comercios en línea checos gastaron más de 7600 millones de euros este año. En 2020 creció asimismo la popularidad de los pagos aplazados, es decir, la posibilidad de pagar por la mercancía adquirida con unas semanas de retraso.