La corona está subvaluada y basta con ir a McDonald´s para comprobarlo
El Big Mac, el producto estrella de la franquicia americana, se encuentra disponible casi en cualquier rincón del planeta, algo que hace que sea un buen elemento para comparar diferentes divisas.
La corona checa se encontraba a finales del pasado mes de julio subvaluada con respecto al dólar en un 18,6% o, al menos, eso afirma el índice Big Mac.
Esta curiosa herramienta, que lleva el nombre de la famosa hamburguesa de McDonald´s, analiza el poder adquisitivo de varias monedas del mundo al comparar cuánto cuesta un Big Mac en diferentes países.
Así, en los Estados Unidos, un Big Mac cuesta 5,69 dólares, mientras que en la República Checa cuesta 109 coronas. Según estas cifras, el tipo de cambio teórico debería rondar las 19,16 coronas por dólar, pero el tipo de cambio actual es de 23,53 coronas por dólar.
"También es interesante la comparación desde el punto de vista de la inflación. En la República Checa, el precio de los Big Mac aumentó aproximadamente un 4% interanual, en EE.UU. sólo un 1,7%. Al mismo tiempo, la inflación interanual en junio alcanzó el 2% en la República Checa y el 3% en Estados Unidos", afirmó Petr Lajsek, analista de Purple Trading, quien señala los tipos de interés como causa de la significativa subvaluación de la corona frente al dólar.
Mientras que el Banco Nacional Checo inició el ciclo de reducción de los tipos de interés en diciembre pasado y lo ha continuado este año en todas las reuniones hasta el momento, en EE.UU. se han mantenido sin cambios, lo que ha fortalecido significativamente al dólar hasta abril.
Así, según el índice, elaborado por The Economist dos veces al año, el zloty polaco está subvaluado frente al dólar en un 7,4% y el florín húngaro en un 31,5%. Esto representa un fortalecimiento significativo del zloty polaco, ya que a finales de enero estaba subvaluado en casi un 13%. La moneda polaca sigue siendo atractiva para los especuladores gracias a los elevados tipos de interés. El yen japonés sigue extremadamente subvaluado: un 43,9%, relacionado con las condiciones monetarias aún laxas en el mercado japonés.