La comitiva de San Nicolás visita los hogares checos

Foto: ČTK

En vísperas del día de San Nicolás, este santo, acompañado de un ángel y el diablo, visitan los hogares checos para el deleite de los niños.

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La tradición de San Nicolás de repartir regalos entre los niños en la víspera de su onomástico, se remonta a la Edad Media. San Nicolás fue siempre símbolo de bondad y generosidad, un personaje que ayudaba a los necesitados, explica el historiador Jaroslav Šebek.

”Desde el Medioevo San Nicolás era concebido en general como un personaje que ayudaba a las personas más necesitadas. Más tarde, alrededor del siglo XVIII, en los territorios checos apareció junto al buen San Nicolás, el aspecto de lo malo, o sea el diablo, cuya tarea consistía en evaluar si la gente se merecía la ayuda o un regalo de San Nicolás. Poco después se adhirió a esta comitiva la figura del ángel, que trae consigo la atmósfera del adviento. Esta costumbre tiene sus particularidades en cada región del país. En algunas zonas, por ejemplo, visita los hogares sólo San Nicolás con el diablo”.

La tradición de que San Nicolás premiaba a las personas buenas pasó a ser aplicada en las Tierras Checas a los niños en especial, y se conserva hasta la actualidad.

Los niños son a los que más atañe esta tradición

”Desde el Medioevo San Nicolás era concebido en general como un personaje que ayudaba a las personas más necesitadas”.

El 5 de diciembre, en horas de la tarde, personas se disfrazan de San Nicolás, un ángel y el diablo, y recorren las calles de ciudades y pueblos en Chequia.

Los niños que se hayan portado bien todo el año reciben frutas y golosinas, mientras que a los niños traviesos el diablo les asusta y deben prometer que seguirán portándose bien. Entonces el ángel les acaricia, y también reciben golosinas.

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En algunas zonas tienen la costumbre de que la noche del 5 de diciembre los niños cuelgan en las ventanas de su casa unas medias y al otro día encuentran en ellas frutas, galletas y golosinas. En las medias de los niños traviesos puede haber también papas y carbón, a modo de advertencia, sostiene Jaroslav Šebek.

“La división de las tareas entre esos tres personajes fue dada por la forma de cómo se definía en el pasado lo bueno y lo malo. Pero el más importante fue San Nicolás que, según las leyendas, ayudaba a las personas que lo necesitaran, colocando bolsitas con dinero en su ventana. De allí que hasta el presente se colocan en las ventanas unas medias, esperando que al otro día aparezcan llenas de regalos. Y en algunas zonas del país se conservan hasta la actualidad los tradicionales cortejos de San Nicolás”.

Jaroslav Šebek | Foto: Jakub Wojtovič,  Český rozhlas
Para los adolescentes checos por ejemplo, esta es una buena oportunidad para ganarse algún dinero. Ofrecen sus servicios a las familias con hijos, se disfrazan de esos tres personajes y luego llegan a los hogares para regañar un poco a los niños traviesos y luego obsequiarles golosinas.

Antaño en estas fechas se celebraban en Chequia grandes mercados prenavideños. Las amas de casa podían comprar especias importadas, pan de jengibre para los niños, o una nueva vajilla, por ejemplo.

El día de San Nicolás se conmemora también en otros países

“Si llueve el día de San Nicolás, el invierno será muy duro”.

Como recordara el historiador Šebek, la tradición de las conmemoraciones del onomástico de San Nicolás se conserva de alguna forma igualmente en otros países cristianos.

“Naturalmente, en los territorios checos esta fiesta adquirió aspectos específicos, pero la tradición como tal no es sólo checa. Semejantes actividades tienen lugar en esta fecha igualmente en otros países de Europa. Por ejemplo en

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Austria se realizan atractivos desfiles de San Nicolás. Me tocó presenciar esta actividad en Viena, donde son especialmente llamativos los disfraces de los diablos. En fin, repito que la tradición del onomástico de San Nicolás depende de cada región”.

En la República Checa el onomástico de San Nicolás viene acompañado asimismo de diversos pronósticos populares del tiempo. Por ejemplo, “Si llueve el día de San Nicolás, el invierno será muy duro”, o “Si el día de San Nicolás habrá hielo, el día de San Esteban habrá barro”.