Joyas de coronación de los reyes de Bohemia reaparecen ante el público

Foto: CTK

Las joyas de coronación de los reyes de Bohemia, el tesoro más valioso del patrimonio nacional, serán expuestas temporalmente al público a partir de este sábado. La última vez que los ciudadanos pudieron verlas fue hace cinco años.

Presidente checo,  Václav Klaus  (a la izquierda) delante de la puerta de la cámara especial en la catedral de San Vito  (Foto: CTK)
Las más importantes autoridades del país y dignatarios religiosos recogieron el jueves las joyas de coronación de un depósito especial situado en la catedral de San Vito, en el Castillo de Praga y protegido con siete cerraduras. Bajo rigurosas medidas de seguridad las joyas fueron instaladas posteriormente en la Sala Vladislao, en el Castillo.

El interés de los ciudadanos por ver las joyas de coronación es siempre inmenso. Las personas están dispuestas a esperar varias horas en una cola para poder ver el juego de las joyas de coronación. František Kadlec, del Departamento Turístico de la Administración del Castillo de Praga, prevé que también en esta ocasión acudirán a la Sala Vladislao diariamente unas cinco mil personas.

Sala Vladislao  (Foto: CTK)
“Recomendaría a todos los interesados a que se levanten temprano para no tener que esperar horas en la cola. Las veces anteriores, las primeras personas llegaban a las seis de la madrugada a hacer cola, a pesar de que la muestra se abre siempre a las nueve de la mañana”, recalcó Kadlec.

El juego de joyas, hecho por artesanos nacionales, comprende una corona real, un cetro, una esfera, una cruz y una manta. Todos los objetos están ricamente decorados con piedras preciosas, pero cada uno proviene de tiempos diferentes, según indicó la historiadora Eliška Fučíková.

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“Las piezas no han sido fabricadas como un conjunto. La más antigua es la corona de San Venceslao, la pieza más valiosa. Fue confeccionada en 1346 por orden del emperador romano-germánico Carlos IV, quien un año más tarde fue coronado con ella rey de Bohemia”, sostuvo Fučíková.

La corona pesa casi dos kilos y medio y están engastadas en ella 30 perlas y 86 piedras preciosas, entre rubíes, espinelas, aguamarinas, esmeraldas y zafiros y, en su centro, hay una gran turmalina. La mayoría de las piedras preciosas proviene de Asia.

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Para respetar el deseo del emperador Carlos IV, las joyas de coronación se exponen en un intervalo de cinco a quince años, con motivo de un acontecimiento relevante. Este año se trata del 90 aniversario de surgimiento de la República Checoslovaca independiente y de la reelección de Václav Klaus a la presidencia de la República.

A diferencia de ocasiones anteriores, junto con las joyas de coronación los ciudadanos podrán ver esta vez en el Castillo de Praga también otros objetos vinculados con esa ceremonia, según sostuvo Ivana Kyzourová, comisaria de la exposición.

“Se trata por ejemplo, de vestimentas usadas por los miembros del séquito real, así como de objetos que decoraban los altares principales durante la ceremonia de la coronación”, señaló Kyzourová.

Las joyas de coronación de los reyes de Bohemia permanecerán expuestas en la Sala Vladislao del Castillo de Praga hasta el 29 de abril. Después de esa fecha volverán a ser guardadas en un depósito especial en la Catedral de San Vito, protegido por siete cerraduras.