Jóvenes españoles participan en programas del Servicio Voluntario Europeo en Chequia

Centro Infantil y Juvenil de Ivančice, foto: Ivana Vonderková

El Centro Infantil y Juvenil de la ciudad morava de Ivančice participa desde hace unos años en los programas del Servicio Voluntario Europeo. Desde entonces un gran número de jóvenes voluntarios de diferentes países de Europa, incluida España, han prestado ayuda en el Centro y desarrollado programas para el tiempo libre, dirigidos a los niños y la juventud.

Centro Infantil y Juvenil de Ivančice,  foto: Ivana Vonderková
Ivančice es una ciudad relativamente pequeña, de unos 10.000 habitantes, situada en el este de la República Checa, a unos 20 kilómetros de Brno, la segunda ciudad más grande del país, después de Praga. No obstante, el Centro Infantil y Juvenil local es conocido en toda la región por su amplia oferta de programas para el tiempo libre que ofrece a los menores.

Desde el año 2009, esta institución de Ivančice se adhirió al programa del Servicio Voluntario Europeo para jóvenes de entre 17 y 30 años, que les permite adquirir nuevos conocimientos para su futura profesión, trabajando para diversas organizaciones en un país que no sea el suyo. Así, en el Centro Infantil y Juvenil de Ivančice colaboraron hasta el presente jóvenes voluntarios de unos 10 países europeos, como Francia, España, Turquía, Portugal y Eslovaquia.

La directora de la mencionada institución checa, Jana Heřmanová, aprecia altamente el aporte del Servicio de Voluntariado.

”Debo decir que el Servicio Voluntario Europeo es un programa excelente. Nosotros ayudamos a coordinar esas actividades. Desde 2009 han trabajado aquí en Ivančice unos 25 voluntarios extranjeros. Esos jóvenes vienen por tres meses o un año, aquí aprenden algo nuevo, adquieren cierta experiencia para su futuro trabajo y a la vez les brindamos la oportunidad de desarrollar interesantes programas de ocio con los menores. Los checos a su vez viajan al exterior en el marco del Servicio Voluntario Europeo”.

Jana Heřmanová,  foto: Ivana Vonderková
Los voluntarios extranjeros pueden escoger el sector en el que quieren trabajar. Pueden dedicarse a niños pequeños de tres a seis años u organizar el tiempo libre de los escolares menores de 15 años. También pueden asumir la organización de actividades deportivas o culturales. El Centro Infantil y Juvenil tiene muchos programas de ocio en los que los voluntarios pueden tomar parte o promover proyectos propios. Según Jana Heřmanová, el trabajo con los niños y la juventud atrae a Chequia en especial a los jóvenes españoles.

”El mayor número de voluntarios viene de España. Hasta el presente hemos acogido en Ivančice a seis voluntarios españoles. Y debo decir que todos suelen regresar acá, porque como dicen, esta pequeña ciudad morava se convierte en su segundo hogar y algunos regresan todos los años, como por ejemplo Gorka, quien fue el primer voluntario español que llegó a nuestra ciudad y ya vino por tercera vez.”

Jana Heřmanová afirma que hasta el presente han tenido experiencias sólo positivas con los voluntarios europeos en Ivančice. Tanto los funcionarios de la Casa Infantil y Juvenil local, como los habitantes de la ciudad que llegaron en contacto con ellos, están complacidos por su presencia y su trabajo.

”Estamos muy contentos con su trabajo, que es perfecto. Todos los jóvenes voluntarios se adaptaron muy pronto en esta ciudad, que es relativamente pequeña, entablaron nuevas amistades. Además, debido a que viven en familias locales, llegaron a formar parte de esas familias y de la vida cotidiana del Centro Infantil, así como de la ciudad. Algunos españoles incluso juegan fútbol por el equipo de Ivančice. Y especial reconocimiento merecen los voluntarios por lograr dominar en un año bastante bien el difícil idioma checo”.

Gorka, un voluntario español en Moravia

Centro Infantil y Juvenil de Ivančice,  foto: Ivana Vonderková
Como fue dicho con anterioridad, uno de los primeros voluntarios extranjeros que llegó al Centro Infantil y Juvenil de Ivančice fue Gorka Melus de la ciudad de Tudela en Navarra. Este joven español se identificó con el lugar y el trabajo con los niños y la juventud locales de tal manera, que regresa a este país.

”Pues yo llegué acá a Ivančice en 2010 y estuve un año trabajando para esta organización. Acabé la universidad y quería buscar alguna cosa para trabajar fuera de España y para tener una experiencia en el extranjero. Me empecé a informar un poco en el Servicio Voluntario Europeo y contacté con esta organización. Me gustó su proyecto, me gustó el trabajo que iba a realizar y al final decidimos entre los dos, la parte de aquí y la mía, que iba a venir. Estoy muy contento, de verdad”.

Gorka señaló que su primera llegada a la República Checa y, concretamente a la ciudad de Ivančice, fue más bien una casualidad, una decisión del momento, ya que desconocía este país.

“Cuando decidí hacer el Servicio Voluntario Europeo yo estudiaba a profesor en España. Entonces mi objetivo era buscar algo que trabajara con niños, la juventud, algo así. El país no me importaba mucho. Mi decisión fue hacerlo, quería ir a un sitio, me daba igual a donde, pero trabajar con niños. Lo que me gustó de aquí fue el proyecto, el trabajo que hacían. Contacté con muchas organizaciones de distintos países y al final lo que más me convenció y lo que más me gustó fue aquí, y la verdad que estoy muy a gusto”.

El joven voluntario español afirma que la experiencia inicial en Ivančice fue para él muy buena y que no le costó acostumbrarse al lugar. Además, esta estadía le ofreció la oportunidad de viajar y de conocer más cosas, según dice.

Gorka Melus con su 'mamá' checa,  foto: Ivana Vonderková
”Yo estuve un año y estoy muy a gusto. La gente me acogió muy bien. También creo que fue porque empecé a hablar un poco checo, empecé desde muy pronto y estaba muy interesado en el idioma, en la cultura. Luego viví con una familia aquí, porque al principio cuando era el único voluntario aquí, yo vivía en una casa con una señora y con su familia. Entonces me introdujeron mucho en la cultura y vivía como un checo más. La verdad que me gustó mucho, el trabajo aquí también estuvo muy bien. Estuve haciendo varias cosas, también tuve la oportunidad de viajar mucho porque al fin la República Checa está en medio de Europa, en pocas horas puedes estar en Polonia, en Eslovaquia, en Budapest, en distintos sitios”.

Gorka Melus insiste en que el trabajo en el Centro Infantil y Juvenil de Ivančice, así como la estadía en la República Checa fue para él una muy buena experiencia.

”Para mí fue una experiencia súper buena, muy enriquecedora a todos los niveles, me ha dado la oportunidad de aprender un poco de checo, mejorar mi inglés. Luego pues también estás fuera de tu casa, entonces tienes que aprender a hacer muchas cosas, a buscarte la vida tú solo, no sé. Una experiencia personal muy muy buena y muy enriquecedora y la recomiendo a todos los jóvenes que estén interesados en hacer cosas”.

Gorka se refirió igualmente con más detalle al idioma checo y reconoció que le costó aprenderlo, porque es bastante complicado.

Centro Infantil y Juvenil de Ivančice,  foto: Ivana Vonderková
”La verdad que sí, el principio fue duro porque no entendía nada, nada, nada, no sabía nada de checo aunque aprendí un poco para sobrevivir aquí. Yo creo que más o menos sí que lo puedo hablar, pero fue difícil porque para nosotros los idiomas latinos, el francés, el italiano son mucho más fáciles y los cogemos mucho antes. Pero claro, un idioma eslavo nuevo que no tiene nada que ver con el nuestro, la verdad que cuesta. Y luego las palabras distintas, todo distinto. La verdad es que yo tenía muchas ganas de aprenderlo, también estaba en un sitio, en un pueblo pequeño, Ivančice, tenía que hablar con la gente, con los amigos, entonces tenía que hacerlo en checo”.

Gorka reconoció no obstante que aún le queda mucho por mejorar, pero que confía en que tendrá oportunidad de seguir aprendiendo checo, ya que su intención es regresar a Ivančice, donde, como señala, se siente como en casa.

”Como estuve tan a gusto aquí, tan contento y muy bien, y tengo muy buenos amigos, digo que tengo también familia checa. Así lo digo en España, tengo la familia de allí y la familia de aquí. Al final fue un año muy intenso, viví aquí solo con ellos y ellos también están contentos de que yo venga. Lo que me hace volver es que no quiero perder la relación con esta gente tan buena que me acoge tan bien, hice muchos amigos. Entonces intento, si tengo tiempo y me lo permite el trabajo, una vez al año venir una semana, cinco, seis días a visitarlos y me siento como en casa”.

Centro Infantil y Juvenil de Ivančice,  foto: Ivana Vonderková
Lo que no le gustó a Gorka Melus en la República Checa fue el frío en invierno, cuando incluso hacer turismo cuesta muchísimo por la nieve y el frío, como recalcó. Es por ello que ahora prefiere volver al Centro Infantil y Juvenil de Ivančice siempre durante la temporada veraniega.