Josef Lada - uno de los símbolos de la Navidad checa

Foto: Národní galerie v Praze

Josef Lada es considerado como uno de los símbolos de la Navidad checa. De sus cuadros y paisajes emana la atmósfera festiva y la poesía mágica de la Nochebuena. La temporada del año más querida por el artista fue precisamente el invierno con su típica atmósfera navideña, lo que encontró una proyección profunda en su obra.

Foto: Národní galerie v Praze
Los cuadros de Josef Lada se caracterizan por una peculiar magia y poesía lírica. Emana de ellos el sonido de las campanas de la iglesia y los gritos alegres de los niños.

Al verlos, sentimos el olor de los pasteles de vainilla recién sacados del horno. En sus obras desfilan pintorescas aldeas y casas cubiertas de nieve. Los niños traviesos, con gorros y bufandas multicolores, patinan, construyen muñecos de nieve, o bajan las colinas en trineos.

Muchos de sus cuadros reflejan las costumbres y escenas de la vida cotidiana de los habitantes del campo checo. Su obra es siempre alegre y optimista. Los paisajes de Josef Lada son una síntesis de la naturaleza y del campo checos.

Lada fue un artista realmente popular, hecho que lo documenta además su conocido belén en el que, junto con las figuras bíblicas, aparecen también las del mundo actual. Su belén está habitado por campesinos y animales domésticos y del bosque que se reúnen en una gran fiesta popular para dar la bienvenida al Niño Jesús y se apuran para traerle sus regalos.

Además, el Nacimiento de Jesucristo no está situado por Lada en el bíblico Belén, sino en una típica aldea checa. Como si el Nacimiento de Jesucristo transcurriera en el mismo año en el que fue pintado por Lada, es decir, en 1920.

Josef Lada amaba la Navidad. Representaba para él la época más bella y maravillosa de todo el año. Por ello, la mayor parte de su amplia obra artística está inspirada precisamente por este período, cuando la naturaleza duerme bajo gruesas capas de nieve, mientras que en los hogares transcurren intensos preparativos para la Nochebuena.

Lada esperaba la Navidad con mucha ansia desde que era niño. Y ello no por recibir regalos, debido a que provenía de una familia pobre que no se podía dar este lujo. Lada amaba la Navidad por su peculiar y mágica atmósfera.

Hrusice
Según recuerda el artista Josef Lada en su libro autobiográfico titulado "Crónica de mi vida", en la casa tenían un árbol navideño modesto adornado con manzanas, dulces y juguetes hechos de papel de colores. Después de la cena de Nochebuena su padre encendía las velas, mientras que por toda su aldea natal de Hrusice se escuchaban villancicos navideños.

La relación de Josef Lada hacia la Navidad la documenta de la mejor manera una de sus pocas intervenciones radiales.

"En sus hogares seguramente ya fueron repartidos los regalos navideños. Espero que cada uno de ustedes haya encontrado el regalo más deseado. Espero que hayan habido regalos esperados, pero también agradables sorpresas. Pero no solo los regalos son el símbolo de la Navidad, sino también la familia reunida, la cena, la atmósfera de amor, y, como no, el árbol navideño que brilla en la oscuridad del cuarto, iluminado por velas. No olviden de recordar también a aquellos seres queridos que nos abandonaron para siempre y no pudieron asistir a la cena festiva".

El escritor, pintor e ilustrador checo, Josef Lada, nació el 17 de diciembre de 1887 en la pintoresca aldea de Hrusice, situada a unos 40 kilómetros de Praga. Su padre era zapatero, por lo que pudo posibilitar a su hijo menor una educación modesta. A sus 13 años Josef Lada abandonó su aldea natal y se trasladó a Praga, donde consiguió empleo en una casa editorial.

Allí es donde el muchacho se familiarizó con la obra de los destacados pintores e ilustradores checos del siglo XIX Mikolás Ales y Max Svabinský. Después de terminar el trabajo regresaba rápidamente a su hogar para dedicarse a la pintura. Por un tiempo limitado toma clases en la Escuela de Artes Aplicadas, de Praga. Sus obras las ofreció a diversas revistas.

Los trabajos del joven son aceptados por un periódico y el joven artista, entusiasmado, decide que su futura misión consiste precisamente en el arte y en la pintura. Hay que destacar que fue una decisión muy audaz tomando en cuenta que, después de sufrir un accidente como pequeño, Josef Lada veía con un solo ojo.

Josef Lada continúa trabajando muy intensamente hasta que en 1923 es nombrado redactor de una revista humorística. Poco después edita su primer libro para niños titulado "Mis animalitos". De esa época data también su amistad con el renombrado escritor checo, Jaroslav Hasek, autor de la inmortal sátira antimilitarista "Las aventuras del buen soldado Svejk".

Antes de iniciar el trabajo sobre Svejk, Hasek promete a su gran amigo que será precisamente él quien ilustrará su libro. Y cumple su promesa. Entre 1923 y 1925 Josef Lada elaboró para el citado libro más de 500 ilustraciones que se convertirían con el correr del tiempo en una parte inseparable del mismo.

'Buen soldado Švejk' | Foto: Československý spisovatel
En aquella época Josef Lada gozaba ya de gran fama y prestigio. Trabajaba para las destacadas revistas de la época como caricaturista e ilustrador. Desde los años treinta se desempeñó en el Teatro Nacional como diseñador del vestuario y de las decoraciones para óperas y piezas teatrales. Mencionemos al menos las óperas "La novia vendida", de Federico Smetana, y "El diablo y Catalina", de Antonín Dvorák.

La situación económica de Josef Lada mejoró después de tal manera que en 1923 le permite contraer matrimonio, después de 18 años de noviazgo, con Hana Budejická. En 1935 se dejó construir en su aldea natal de Hrusice una casa de verano. En el jardín sembró dos tilos, que llevan los nombres de sus dos hijas - Alena y Eva.

Mientras que Alena heredó el talento de su padre y durante toda su vida se desempeñó como pintora, Eva falleció a finales de la Segunda Guerra Mundial, durante un bombardeo. Dominado por una tristeza profunda, Josef Lada se refugia en un trabajo aún más intenso que antes. Adorna con sus ilustraciones numerosos libros infantiles, así como "Las aventuras del buen soldado Svejk". Escribe libros para niños y adultos.

Hrusice
Josef Lada fue un hombre muy culto, y ello pese a que nació en una familia modesta. Tuvo excelentes conocimientos astronómicos y geográficos y se dedicaba muy intensamente a los idiomas. Aprendió inglés, francés, alemán y hebreo. Este último idioma lo aprendió por pura curiosidad. Puesto que fue creyente, quiso darse el placer de leer el Viejo Testamento en su versión original.

Josef Lada falleció pocos días antes de las fiestas de Navidad, el 14 de diciembre de 1957. En una de las condolencias que recibió en aquel entonces su hija Alena estaba escrito lo siguiente: "Estoy convencido de que Dios se llevó a Josef al cielo para que le pintara allí un Belén".

La casa natal de Josef Lada no se conservó hasta la actualidad. En su lugar fue construida otra casa en la que, sin embargo, está colocada una placa conmemorativa que recuerda a los turistas que ese fue el lugar donde nació este destacado pintor, escritor e ilustrador checo.

el monumento de Josef Lada en Hrusice
Pero la casa de verano de Josef Lada en Hrusice aún permanece en su lugar y en 1986 fue convertida en su museo, que es visitado cada año por miles de turistas checos y extranjeros. Las colecciones depositadas en el pintoresco edificio ofrecen una imagen compleja sobre la personalidad de este importante artista checo, así como sobre su amplia obra, indica la guía del museo, Kvetoslava Nastická.

"El público puede encontrar en el museo fotografías familiares, así como documentos y algunas cosas personales de Lada como, por ejemplo, su pipa y sus anteojos. Expuestos están aquí también algunos manuscritos de Josef Lada, y también algunas pinturas realizadas al inicio de su carrera artística. El museo posee, además, una extraordinaria curiosidad: la primera pintura de Josef Lada, elaborada por él todavía en la escuela básica. Se trata de una tarjeta postal pintada a mano por Josef Lada y enviada a su amiga Katerina Nováková, que vivía en Praga y pasaba sus vacaciones en Hrusice".

El museo ofrece a los visitantes, sobre todo, una amplia revista de la obra plástica de Lada: sus ilustraciones y pinturas desde las épocas más diversas. Resulta curioso observar el desarrollo del estilo del artista, debido a que los propios inicios de su carrera están marcados por el modernismo y también por el impresionismo, explicó Kvetoslava Nastická.

"Un ejemplo convincente es su primera ilustración del libro de cuentos de hadas del escritor checo Jaroslav Havlícek, editado en ocasión de la Navidad de 1906.

Josef Lada tenía entonces recién 19 años y nadie podría encontrar en las pinturas su posterior estilo que tanto lo caracteriza. Hablando sobre la primera ilustración del autor, quisiera mencionar también su última. Se trata de una ilustración para el libro "Cuentos de hadas checos", de Jan Drda, editada en 1958, es decir, un año después de la muerte de Lada. A diferencia de otras ilustraciones, llenas de colores, optimismo y buen humor, se trata de una pintura en blanco y negro de la que emana una tristeza y nostalgia infinitas. En ella aparece un anciano cansado que, después de pasar por un camino largo, descansa debajo de un árbol".

Durante su larga y fructuosa carrera artística, Josef Lada ilustró unos 120 libros. Sin embargo, las más conocidas en el mundo son sus ilustraciones del conocido libro de Jaroslav Hasek "Las aventuras del buen soldado Svejk". Se trata de la obra literaria checa más editada en el exterior, indicó Kvetoslava Nastická, agregando que Svejk fue editado en 47 países y fue traducido a 56 idiomas.

Josef Lada ilustró a Svejk dos veces. Entre 1923 y 1930 elaboró la primera serie de casi 550 ilustraciones en blanco y negro. En total Josef Lada elaboró para Svejk 926 ilustraciones, lo que es una cifra digna de admiración, destacó Kvetoslava Nastická.

"Resulta curioso que Jaroslav Hasek nunca vio la típica figura de Svejk, creada por Josef Lada. Es que la primera ilustración de Svejk fue elaborada por Lada en 1922 para su edición por entregas. Hasek falleció un año más tarde, en 1923. En esa primera pintura de Svejk, que forma parte de nuestras colecciones, vemos a un campesino delgado y un tanto barbudo que no tiene nada que ver con el gordito, calvo y sonriente Svejk, tal como lo conoce todo el mundo, y que fue creado por Lada unos años después".

Josef Lada es autor de una veintena de libros infantiles muy populares y muy vendidos hasta la fecha. Conocidos ampliamente son sus cuentos de hadas, versos para niños, y una amplia gama de fantasmas, monos, gatos y animales traviesos.

Un lugar privilegiado ocupa entre ellos el libro infantil sobre el gato Mikes que fue editado en 30 países del mundo, incluyendo España.

"Queridos niños, me gustaría contaros una historia, pero temo que os neguéis a creerme" - así inicia Josef Lada su libro sobre el gato Mikes, cuyas historias y travesuras pronto conquistaron los corazones infantiles.

El libro narra sobre el gato Mikes que vive en la aldea de Hrusice y que aprovecha su capacidad de hablar para hacer travesuras. Se pelea con otros chicos, disfrazado va a la escuela y enseña a otros animales de la aldea a hablar. Posteriormente viaja por el mundo y después de muchas aventuras acaba por ser el director de un circo.

Según indicó Kvetoslava Nastická, del Museo de Josef Lada, este precioso libro fue traducido a numerosos idiomas, entre ellos, al chino, al japonés, o al coreano. El "Gato Mikes" fue editado por primera vez en 1934.

"Josef Lada solía ilustrar algunos libros dos o tres veces. Y este es también el caso del libro infantil sobre el gato Mikes. Lamentablemente, nuestro museo no posee la primera edición del año 1934, sino la segunda de 1942. Las últimas y las más conocidas ilustraciones de Mikes son las elaboradas para su edición en 1958".

Según Kvetoslava Nastická, Josef Lada siempre escribía sobre lo que bien conocía. También por ello las historias sobre Mikes son situadas en la aldea de Hrusice y sus alrededores. Además, el personaje de Mikes se basa en un gato que Josef Lada tenía cuando era niño, mientras que el personaje del héroe principal Pepík Sevcu es el propio Josef Lada. Los cuentos sobre el gato Mikes fueron inventados por el artista para distraer a sus dos pequeñas hijas.

La obra de Josef Lada es inmensa. Es autor de unas 15 mil ilustraciones, de un sinnúmero de caricaturas y de unos 500 cuadros. Colaboraba con unos 80 periódicos checos y ocho extranjeros. Es, además, autor de las animaciones para cuatro películas y se despempeñó también como escenógrafo. Lada escribió 13 libros que editó con sus dibujos e ilustró, además, unas 120 obras literarias. Su arte fue tan peculiar que no encontró sucesores.

La obra de Josef Lada ocupa un lugar excepcional en el arte moderno checo. Tal vez más importante aún resulta el hecho de que está considerada por todos los checos como patrimonio nacional, como un arte puramente checo y atemporal.

Sus pinturas se convirtieron con el tiempo en uno de los tesoros nacionales, altamente valorados no sólo en el país, sino también en el extranjero. Se cuenta que cuando Pablo Picasso se familiarizó con la obra de Josef Lada, apuntó: "Este hombre maneja la forma con la misma libertad que yo".

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