Jirí Šlitr, el alma musical del teatro Semafor
Estimados amigos, Radio Praga les ofrece un programa especial dedicado al compositor, pintor, cantante y actor Jiří Šlitr. Jiří Šlitr, el alma musical del legendario teatro de bolsillo Semafor, falleció trágicamente y en circunstancias misteriosas en diciembre de 1969, pero las canciones que compuso siguen con nosotros como si las hubiese escrito ayer.
Con el teatro Semafor la poesía irrumpió en el escenario teatral checo. Suchý y Šlitr escribían comedias musicales para el Semafor. Jiří Suchý era el autor de las letras de las canciones y Jiří Šlitr componía la música.
El Semafor era un teatro apolítico, lo que en la era comunista daba al público una sensación de libertad. El teatro creado por Jiří Suchý y Jiří Šlitr ofrecía al público una fantasía sin fronteras, la alegría del alma y un humor poético e inteligente.
El doctor en Jurisprudencia Jiří Šlitr fue una personalidad renacentista. Actuó en 25 piezas teatrales, en tres películas clásicas y ocho telefilmes...Ilustró veinte libros, uno de ellos era "Los cobardes", de Josef Škvorecký, que causó gran revuelo por su carácter desmitificador. Jiří Šlitr compuso 350 canciones, y muchas de ellas se convirtieron en patrimonio nacional.
El compositor, cantante, actor, humorista, pintor y doctor en Jurisprudencia Jiří Šlitr nació durante el Carnaval de 1924, en el pequeño pueblo de Zálesní Lhota, en las faldas de la sierra de Krkonose, en el norte de Bohemia. En la aldea vivían checos y alemanes. El padre de Jiří Šlitr era director de una escuela checa.
Jiří Šlitr dio las primeras muestras de su vocación musical y de sus dotes para las artes plásticas a la edad de tres años. El talento musical lo heredó de su madre, y el talento plástico de su padre.
La aldea donde vivía la familia de Jiří Šlitr estaba situada en los llamados Sudetes Orientales. En 1938, como resultado del Diktat de Munich, Hitler ocupó las regiones fronterizas de Checoslovaquia. Empezó el éxodo de la población checa de los Sudetes y los Šlitr tuvieron que mudarse al interior del país, mutilado por los nazis, llegando a establecerse en la ciudad de Rychnov, en Bohemia Oriental.
En 1943 Jiří Šlitr hizo el examen de bachillerato en el liceo de Rychnov. Bohemia y Moravia estaban ocupadas por la Alemania nazi, y para evitar la deportación a trabajos forzados en el Tercer Reich el joven empezó a trabajar como administrativo. No pudo matricularse en una universidad, ya que los nazis habían clausurado todas las escuelas superiores checas.
En la atmósfera sofocante del país ocupado, los jóvenes se refugiaban en la música. Jiří Šlitr fundó el Dixieland de Rychnov que cosecharía notables éxitos terminada la Segunda Guerra Mundial. La música que Jiří Šlitr iba a componer más tarde estaría marcada precisamente por el jazz y el swing.
Finalizada en 1945 la Segunda Guerra Mundial, Jiří Šlitr se inscribió en la Facultad de Derecho de la Universidad Carolina de Praga. En 1949 obtuvo el grado de Doctor en Jurisprudencia, pero en la vida real jamás ejerció de jurista. Sólo en el teatro y en el cine interpretaría algunos célebres papeles de abogado, como por ejemplo en la película "El crimen en el teatro de variedades".
Concluidos los estudios de Derecho, Šlitr tenía claro que quería dedicarse a la música o a la pintura. Intentó inscribirse en la Academia de Artes Plásticas, pero fracasó en los exámenes de admisión.
Šlitr se ganaba la vida como artista plástico en la Casa Central del Ejército, pero como ganaba muy poco, actuaba de vez en cuando como pianista. Empezó a componer canciones y a actuar en espectáculos humorísticos.
En 1957 conoció a Jiří Suchý, hombre que sería decisivo en su carrera, y acordaron su mutua colaboración. Desde entonces la música fue la prioridad de Jiří Šlitr. Nunca dejó de pintar, pero la música sería en adelante lo primordial en su vida.
Jiří Suchý y Jiří Šlitr lograron su primer éxito sonado con la comedia musical "Mil clarinetes", que sería posteriormente llevada al cine. La pieza fue estrenada en el Teatro Na zábradlí. Escuchen uno de sus temas más populares, "Babeta".
En los años 60, las canciones compuestas por Jiří Šlitr ocupaban los primeros puestos en las listas de éxitos musicales. El ex jurista se convirtió en una estrella, y sus canciones eran interpretadas por los cantantes más brillantes de la música pop.
Cuando las tropas soviéticas invadieron en agosto de 1968 Checoslovaquia, Jiří Suchý se encontraba en Inglaterra y Jiří Šlitr lo convenció para que regresara. Šlitr reanudó las actividades del teatro Semafor presentando una especie de one-man-show, titulado "El diablo de Vinohrady", que él mismo protagonizaba.
Al teatro acudía la generación más joven, atraída por la tónica audaz y radical del espectáculo. Una de las visitantes asiduas era la joven estudiante Jitka Maxová cuyo nombre volveremos a escuchar más adelante.
El 26 de diciembre de 1969, día de S.Esteban, los familiares de Jiří Šlitr fueron a visitarle a su casa. Šlitr parecía optimista mientras escuchaba con las visitas el nuevo disco que había grabado con Jiří Suchý, titulado "Jonas y el doctor Colchón".
De repente Šlitr dijo que tenía un asunto que resolver, y que volvería a casa al cabo de una hora. Cuando se marchaba, el tocadiscos reproducía la canción del nuevo disco titulada "En aquel entonces yo aún vivía".
Las horas pasaban y Jiří Šlitr no regresaba. Los familiares salieron a buscarlo, recorriendo todos los lugares que solía frecuentar. Todo en vano. Finalmente se acordaron de un viejo estudio que Jiří Šlitr tenía en una casa en la Plaza de Venceslao, en el centro de Praga.
Cuando llamaron a la puerta, nadie vino a abrir. Uno de los familiares se fijó en que giraba el contador de gas en el pasillo. Sospechando una desgracia, llamaron a la policía. Los agentes forzaron la puerta y en el interior del estudio hallaron los cadáveres de Jiří Šlitr y de la joven Jitka Maxová, que fallecieron intoxicados por el gas ciudad.
La muerte de Jiří Šlitr causó un enorme impacto en toda la sociedad checa, abatida por la ocupación soviética. Fue una trágica pérdida que dolió tanto más, ya que ocurrió en el mismo año en que se había autoinmolado el estudiante Jan Palach.
Se barajó la hipotesis del suicidio y también la posibilidad de que la intoxicación con el gas ciudad fuese una infeliz casualidad. El enigma de los últimos momentos de la vida de Jiří Šlitr permanece sin respuesta.
(Repetición del 4/12/2004)