Jan Antonín Bata fue nominado al Premio Nobel de la Paz por sus actividades en Brasil
Cuando era pequeña mi abuela me decía que íbamos a comprar zapatos a "Bata". Yo no entendía, entonces, por qué llamaba así al comercio que llevaba el simple rótulo de "Calzado". El régimen comunista casi logró borrar de la Historia checa el nombre de los hermanos Bata, cuya empresa de fabricación de calzado se expandió en la época de entreguerras a todo el mundo. Jan Antonín Bata fue acusado tras la Segunda Guerra Mundial de colaborar con los nazis, su fábrica fue nacionalizada y la ciudad de Zlín, sede de la empresa, fue renombrada con el nombre del primer presidente comunista de Checoslovaquia, Gottwaldov.
Tomás Bata reconoció pronto el talento de su hermano pequeño, pensando que un día pudiera quizá asumir el control de su fábrica, la que fue abriéndose con éxito camino hacia los mercados mundiales.
Jan Antonín Bata empezó a trabajar en la empresa de Zlín a los 14 años de edad. Como era costumbre en la compañía de los Bata, reunió experiencias sucesivas en los diferentes departamentos de la fábrica. Desde 1925 dirigió la adquisición de materias primas. Al año siguiente pasó a ser jefe del departamento de compras. En 1928 se convirtió en miembro del directorio. Y después de la fundación de la sociedad anónima, en 1931, fue miembro del primer consejo administrativo, presidido por Tomás Bata.
En mayo de 1931 Tomás Bata escribió su testamento, que fue en realidad un contrato de compra-venta gracias al cual Jan Antonín se convertiría en propietario de todas las acciones de la sociedad anónima Bata, como explica la historiadora Hana Kuslová, del Museo de Moravia Sudoriental.
"Pienso que estuvo relacionado con la planeada operación de hernia de Tomás Bata. Supongo que Tomás quería garantizar la continuidad de su empresa en caso de que le ocurriera algo. Tomás Bata sufrió graves problemas con úlceras varicosas en el año 1918, cuando casi murió debido a un cuajarón de sangre que le penetró en los pulmones".
El hijo de Tomás, Tomás Bata junior, era en mayo de 1931 un jovencito de 16 años, todavía incapaz de dirigir una empresa tan grande y que siguió todavía ampliándose.
Tomás Bata padre falleció trágicamente en el año 1932, en un accidente aéreo. Su sucesor y dueño del imperio de calzados de Zlín pasó a ser Jan Antonín Bata, que tuvo que pagar 50 millones de coronas al hijo y a la esposa de Tomás, Marie.
Jan Antonín Bata ocupó el cargo máximo en la empresa hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que tras la ocupación de Checoslovaquia por los nazis, en 1939, se vio obligado a huir a EE.UU.
"Cuando Jan Antonín partió, poseía el cien por ciento de las acciones de la empresa. Sin embargo, las autoridades alemanas exigieron que el propietario de la empresa residiera en el territorio del Protectorado, lo cual no fue posible. Los directivos de la sociedad acordaron que Jan se dedicaría a las actividades de la empresa en el extranjero, encargándose, entre otras tareas, de conseguir reservas materiales para la producción de posguerra. Debido a que existía el peligro de que los alemanes no quedaran satisfechos y expropiaran la fábrica, las acciones se transfirieron a Marie Batová y al director de la empresa".
Después de una estancia en Belcamp, EE.UU., Jan Antonín Bata aceptó la invitación oficial del gobierno brasileño y se trasladó al país sudamericano donde empezó a edificar la base de materias primas para la empresa Bata.
En Brasil compró dos compañías, una de las cuales poseía aproximadamente 720 mil hectáreas de terreno y la otra disponía de una licencia comercial, precisó la historiadora Hana Kuslová.
"Desde Brasil Jan Antonín debía facilitar a todo el consorcio las materias imprescindibles, especialmente las pieles. Se planeaba la construcción de estancias ganaderas que criarían el ganado exclusivamente para adquirir el cuero apto para la fabricación de zapatos. También debían fundarse campos de algodón para la industria textil, así como plantaciones para experimentar con nuevas plantas caucheras, ya que en los Estados de São Paulo y Matto Grosso no crecía la Hevea Brasiliensis".
Ya durante su primer viaje a América del Sur en 1925, cuyo objetivo fue comprar pieles y entablar contactos con proveedores de materias primas, Jan Antonín se dio cuenta de que el continente alberga muchas oportunidades. Lamentablemente, durante la Segunda Guerra Mundial Jan Antonín Bata y su empresa fueron incluidos en la "lista negra" de los aliados, lo cual significó un bloqueo de negocios con las empresas inglesas y estadounidenses.
"Según mi opinión y según los archivos, el motivo no fue la colaboración con los alemanes, sino que fue por razones económicas y de competitividad. De todas maneras, acabada la Guerra Inglaterra y EE.UU. declararon que no se habían encontrado pruebas sobre la cooperación de las sociedades extranjeras de la firma Bata con Alemania. Naturalmente, en el caso de la fábrica de Zlín fue diferente debido a que se encontraba en el territorio ocupado por los nazis".A pesar de que existían testigos de que Jan Antonín Bata había contribuido durante la Segunda Guerra Mundial con elevadas sumas a la resistencia antinazi en el exterior, la política de la Checoslovaquia de posguerra, orientada a la Unión Soviética, tildó al empresario de colaborador nazi, explica la historiadora Hana Kuslová.
"El gobierno checoslovaco, que durante la Guerra rechazó ayudar a Jan Antonín Bata a borrar su nombre de la lista negra, bloqueó también tras la Guerra la eliminación de la empresa Bata de esa lista. Quería aprovechar esa inscripción en un proceso contra Jan Antonín, preparado por el Tribunal Nacional, para condenarlo y confiscarle su patrimonio".
Jan Antonín Bata fue acusado de planificar con Hermann Göring un traslado masivo de checos a la Patagonia, de promover el nazismo y de impedir a sus empleados la entrada en el Ejército checoslovaco. La acusación fue modificada posteriormente en el sentido de que Jan Antonín creó obstáculos a la resistencia checoslovaca, no colaboró durante la liberación del país y actuó de manera que fue incluido en la lista negra de los aliados.
El 2 de mayo de 1947 el Tribunal Nacional lo condenó por no haberse declarado públicamente a favor de la resistencia antinazi en el exterior a 15 años de prisión, a la pérdida del honor cívico durante el período de la penalización y a la confiscación de todos sus bienes. Sus enemigos consiguieron sus objetivos.Jan Antonín Bata no escuchó el veredicto en la sala del tribunal. Ni siquiera fue invitado para presentarse y defenderse.
"Jan Antonín Bata se quedó en Brasil donde se dedicó a los proyectos de colonización por los cuales fue nominado en 1957 al Premio Nobel de la Paz. No obstante, renunció a su candidatura porque otro candidato oficial brasileño era su amigo, el mariscal Cândido Mariano da Silva Rondon".
La historiadora Hana Kuslová agregó que el empresario checo fundó en Brasil cuatro ciudades que siguen prosperando. La primera de ellas fue en 1941 Batatuba, donde surgió la única fábrica de calzado que Bata logró construir en Brasil. Siguieron Mariapolis, Bataypora y Bataguassu.
Desde febrero de 1948 las ciudades de Bata se convirtieron en refugio de miles de exiliados de Europa Central que huyeron de la dictadura comunista.
Jan Antonín Bata murió el 23 de agosto de 1965 en São Paulo.