Imperdibles de Chequia: Český Krumlov, Karlovy Vary y Kutná Hora
La República Checa es mucho más que Praga. Ahí están Český Krumlov, Karlovy Vary y Kutná Hora, tres ciudades maravillosas, para confirmarlo. En compañía del guía turístico colombiano Elkin David Cantillo, hacemos un recorrido por algunas perlas checas no tan reconocidas ni difundidas en el extranjero.
Por eso hemos recurrido al guía turístico Elkin David Cantillo, un colombiano que lleva asentado en Chequia más de 20 años. Acá estudió filosofía en la Universidad Carolina de Praga, pero se convirtió en guía turístico, aprovechando sus conocimientos de la historia del país.
Él tiene una empresa de turismo para hispanohablantes, Praga Tours, que hace recorridos no solo por la capital, sino que también por otras ciudades y lugares del territorio checo.
Empezando con Karlovy Vary, que le sonará a los más cinéfilos, ya que es sede, la primera semana de julio, del festival de cine más importante del país. Karlovy Vary es un destino obligado para los turistas que visitan por pocos días República Checa, comenta Elkin David Cantillo.“Karlovy Vary, después de Praga, es lo que más se hace. Hacemos Karlovy Vary mostrando las tres iglesias, la iglesia católica, la anglicana, la ortodoxa con techos de oro y vemos también las fuentes minerales, medicinales, termales, también, que llevan unas temperaturas de 30 hasta 72 grados y vemos las arcadas, estas columnatas de madera, de piedra, de hierro”.
Karlovy Vary es una ciudad cuya distribución geográfica hace muy fácil su recorrido turístico, comenta este guía colombiano.“O sea que en Karlovy Vary vemos sobre todo lo que es la parte del balneario, porque ahí está prácticamente dividida la ciudad entre lo que es el balneario, complejo de tiendas, hoteles, cafés, teatros, cines, arcadas, fuentes, iglesias y de más y al lado está el pueblo. Y, bueno, Karlovy Vary creo que no es necesario presentarlo, se hace el festival de cine más importante de la República Checa la primera semana de julio y pasan por ahí cada año los famosos de Hollywood y otras partes del mundo”.
La visita a Karlovy Vary le sirve de pretexto a Elkin para hablar de Loket, un pueblo muy pequeño y pintoresco que tiene un castillo muy fotogénico.
“A veces, incluso, el viaje a Karlovy Vary lo acompañamos con una corta visita a Loket, que es una hermosa ciudad feudal a diez kilómetros de Karlovy Vary, que era antes el centro administrativo, el centro donde iba a cazar Carlos IV. Incluso en ese castillo de Loket ahí estuvo preso el padre de la patria, Carlos IV”.Aunque enseguida destaca que tras Karlovy Vary, Český Krumlov es el viaje más solicitado por los turistas extranjeros que se animan a salir de Praga.
“Lo que más se hace después de Karlovy Vary es Český Krumlov, que es la perla del sur de Bohemia y la sede de los Rosenberg, la familia, que después del rey es la primera familia noble del estado checo. Entonces ahí ya podemos hablar al igual que Praga de las ciudades que están dentro del listado del patrimonio de la humanidad. Český Krumlov, por ejemplo, cuenta con el segundo castillo más grande del mundo, después del Castillo Praga, y luego cuenta con un casco histórico renacentista que es uno de los cascos renacentistas más importantes de la República Checa”.Elkin David Cantillo destaca otros hitos de Český Krumlov, sin duda una de las destinaciones turísticas preferidas del país después de la capital.
“Además le ayuda mucho el hecho de que estén presente los meandros del río Moldava, que le da a la ciudad un carácter único, esa combinación. Luego también cuenta mucho la forma de ser de los pueblerinos de Český Krumlov, que son personas bastante abiertas, quizás por el hecho de estar en la frontera. Siempre fue un puesto de comercio, un puesto donde también se intercambiaba además de mercancía, información, incluso hasta amores, que es lo típico de las fronteras”.Cerca de Český Krumlov está el castillo de Hluboká, uno de los más impresionantes del país, una réplica casi exacta, aunque más pequeña, del castillo de Windsor.
“A veces se une Český Krumlov con Hluboká, con el castillo de Hluboká, que es el pequeño Windsor de la República Checa. Estuvo ahí la princesa Eleonora de Schwarzenberg, en Gran Bretaña, y ella decidió pedirle a su esposo: ‘Mi amor, el castillo que tenemos ahí al lado del río Moldava lo quiero así, como este Windsor’. Y bueno, él no tuvo nada más que decir: ‘Sí, mi amor’. Entonces hizo Hluboká, el segundo castillo electrificado del Estado Checo después del castillo de Konopiště”.Se dice que los costos de remodelación del castillo de Hluboká bordearon los 500 millones de euros, al cambio actual, todo por contentar a una hermosa dama, sostiene este guía colombiano.
Tras Český Krumlov, el tercer destino que destaca Elkin David Cantillo es uno muy cercano a la capital: la ex ciudad minera de Kutná Hora.
“Kutná Hora ya es una ciudad digamos famosa, y que nació gracias a la plata. De hecho el subsuelo de Kutná Hora es todo un roquefort lleno de los orificios que dejaron los mineros al pasar por ahí escarbando la tierra para hallar la plata. Es una de las joyas del país, de hecho es una de las pocas ciudades del mundo que tiene dos catedrales, tiene la Catedral de Santa Bárbara Bendita y la Catedral de la Asunción de la Virgen”.Dice Elkin David Cantillo que Kutná Hora tiene mucha aceptación entre los turistas hispanohablantes.
“Incluso Kutná Hora está cada vez mejor, porque ahora se ha hecho una remodelación de las calles y se está aun terminando de hacer una restauración de las calles, de las casas, se ha hecho una galería muy importante que es la galería de Bohemia Central en el que hay una exposición muy interesante, en el antiguo colegio jesuita. Y bueno la catedral es única en sentido de que es una catedral gótica y además en Kutná Hora está la catedral gótica de Santa Bárbara Bendita, incluso se estuvo firmando la película de ‘La Profecía’ con el niño que tiene la marca del Diablo, 666, la nueva que hicieron se filmó en parte ahí en Kutná Hora”.Otras ciudades que Elkin David Cantillo incluye en sus itinerarios son Telč, Znojmo y Mikulov, por ejemplo, ya que en la República Checa hay muchos rincones que no cuentan con una afluencia masiva de turistas, por lo que su encanto es natural y original, sin hordas de viajeros presurosos que lo fotografían todo y no ven nada.