Las ciudades checas se preparan para un verano donde dominará el turismo nacional

Las restricciones gubernamentales frente a la pandemia de coronavirus auguran un verano sin apenas turismo extranjero en Chequia, por lo que las ciudades turísticas centran sus esfuerzos en atraer al público checo.

El balneario de Františkovy Lázně, foto: ČTK/Slavomír Kubeš

El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de la República Checa, sin embargo, la situación reinante con el coronavirus tiene a los hosteleros paralizados, y parece improbable la llegada habitual de turistas extranjeros durante este verano.

Por ahora, todos los hoteles y baños termales están cerrados y la supervivencia de muchos de ellos está en peligro. De acuerdo con fuentes municipales, hasta el 80 % de los hoteles en Karlovy Vary están teniendo problemas serios.

Karlovy Vary, foto: Eva Turečková

Según Klára Nídlová, jefa de un hotel en la ciudad balneario, aunque su empresa no ha hecho despidos todavía, el futuro dependerá en gran medida de las ayudas gubernamentales.

“El hotel está cerrado, con todas las luces apagadas, los pasillos oscuros. Es una sensación deprimente. Tenemos unos 160 empleados, y por ahora la mayoría está en casa. Están cobrando el 100 % de su salario, pero todo dependerá del programa gubernamental COVID, si no recibimos esa ayuda será necesario hacer despidos”.

Estos problemas los confirma la alcaldesa de Karlovy Vary, Andrea Pfeffer Ferklová, quien insiste en que el impacto ha sido especialmente fuerte si se tiene en cuenta que justo ahora comenzaba la temporada fuerte para este tipo de negocios.

“Lo triste es que los hoteles han tenido que cerrar justo cuando empieza la temporada. Estuvieron abiertos hasta la primera mitad de marzo, cuando estábamos fuera de temporada, así que ahí no tuvieron muchos ingresos. Muchos hoteles están comenzando a tener problemas financieros, tienen que hacer despidos y ni siquiera tienen fondos suficientes para hacer esas liquidaciones con sus empleados”.

Karlovy Vary, foto: Filip Maljkovič, Public Domain

Para Vojtěch Franta, concejal de turismo de Karlovy Vary, la región es de las más afectadas del país y necesita el apoyo gubernamental, por lo que las autoridades regionales han dirigido una petición al Gobierno.

“Está en manos del Gobierno ayudar a nuestra región, que es muy dependiente del turismo, un negocio que ahora está paralizado. Los empresarios no tienen ingresos suficientes y, a la larga, eso también afectará el presupuesto municipal. Por lo tanto, si el Gobierno quiere compensar las desigualdades entre regiones, tiene que apoyar a la región de Karlovy Vary”.

Ante esta perspectiva, la ciudad de Karlovy Vary prepara una campaña de verano centrada en el turismo nacional. La alcaldesa Andrea Pfeffer Ferklová explica que habrá campamentos urbanos para atraer a las familias, estos espacios permitirán a los padres dejar a los niños haciendo actividades mientras ellos disfrutan de la ciudad. Se planea abrir talleres artesanales infantiles y habilitar zonas para el uso de monopatines.

Una situación similar en otras ciudades

Kutná Hora, foto: archivo de la Oficina del Gobierno Checo

También otras ciudades se encuentran en la misma situación. Por ejemplo, las ciudades moravas de Olomouc y Kroměříž trabajan juntas en una campaña dedicada a los turistas checos. Entre las actividades que preparan se encuentran juegos de orientación para toda la familia, en los que habrá que visitar diferentes puntos históricos de la ciudad y coleccionar sellos.

En la ciudad de Kutná Hora, en Bohemia Central, esperan que los turistas nacionales se animen a realizar estancias de más de un día. Según la vicealcaldesa del municipio, Silvia Doušová, la estrategia será ofrecer paquetes temáticos de varios días centrados en aspectos como la historia y la gastronomía local.

Aunque para los empresarios del sector turístico este será uno de los veranos más difíciles que recuerdan, quizás las circunstancias ayuden a fomentar un mayor interés entre los checos por conocer un poco mejor su propio país.