Huevos y más huevos en la Semana Santa

Foto: CzecTourism

Saludamos a todos los oyentes interesados en aprender un idioma tan lindo como es el checo. Ya que nos encontramos en plena Semana Santa, hablaremos de las típicas tradiciones de estas fiestas que se practican no solo en Chequia, sino a lo largo del mundo.

Foto: CzecTourism
En una de las ediciones pasadas les informamos que el Lunes de Pascua -velikonoční pondělí- no es precisamente un día favorito de la población femenina checa, ya que toda la mañana los chavales van de puerta a puerta tocándolas con unas ramas de sauce trenzadas -pomlázka- cantando y pidiendo huevos pintados -malovaná vejce-, golosinas -sladkosti-, y los mayores aprecian los chupitos -panáky- de algún licor rico. Y para agradacernos la hospitalidad -pohostinnost-, nos ponen las nalgas rojas, azotándonos con la rama trenzada.

Eso lo hacemos solo simbólicamente para que os mantengáis guapas y sanas -krásné a zdravé- a lo largo del año -po celý rok-.

¡Vaya excusa! Para eso, mejor que nos paguéis una visita al salón de belleza. Además, con cada chupito el azote deja de ser simbólico, ya que parece que el alcohol os quita el sentido común y, a veces, resulta que durante los dos días siguientes ni siquiera puedo sentarme.

Pues, prepárate -připrav se-, porque con el frío que hace este año, me imagino que vas a repartir muchos chupitos. En cuanto al azote, vosotras os quejáis, pero en una zona de Filipinas mantienen -udržují- una tradición todavía más dura. El Viernes Santo, el que en checo se denomina el Gran Viernes -Velký pátek-, unos diez hombres se crucifican -křižují- para representar el sufrimiento -utrpení- de Jesús -Ježíš-. Y lo realizan con los clavos de verdad -opravdový-. Además, el que representa a Cristo carga la cruz -kříž- y la corona de espinas -trnová koruna- seguido de los penitentes -kajícníci- que se azotan las espaldas.

¡Qué fuerte -to je síla-! Pues, yo prefiero tomar la tradición de Chipre -Kypr- donde celebran estas fiestas -slaví tyto svátky- comprándose algo nuevo, sobre todo ropa o zapatos. Lo que no tengo claro si esa tradición la mantendrán también este año, ya que recientemente los chipriotas se quedaron con las cuentas bancarias congeladas como una de las consecuencias de la crisis económica. ¡Así que lo haré por ellos!

Pues, los griegos -Řekové- pueden aliviar la rabia de la crisis por la que están pasando con su tradición de siempre. Es que en la Semana Santa organiza batallas -bitvy- con huevos que tiran intentando romper el huevo de su oponente. Sin embargo, puede que este año los huevos cambien de dirección.

Mientras que los habitantes de los países anglosajones emplean los huevos de una manera más económica, escondiéndolos en los jardines y animándo a los niños a que los busquen.

Tanto huevo... De hecho, ¿tú sabes lo qué simbolizan?

Mucho cuidado con los huevos hay que tener en Francia porque el Jueves Santo, que en checo llamamos el Jueves Verde -co myslíš-. Es un símbolo de la fertilidad -plodnost-. Zelený čtvrtek-, todas las campanas -zvony- de las iglesias dejan de sonar porque vuelan a Roma -Řím- para ser bendecidas -posvěceny-. Y de vuelta traen consigo muchas golosinas y huevos, que luego caen del cielo -nebe-. Después los niños los recogen en los jardines.

Eso me recuerda que los rusos llevan los huevos a la iglesia -kostel- para bendecirlos y luego se los comen.

Mientras que en Irlanda -Irsko- los marcan con una cruz, y cada irlandés debería comerse al menos uno de ellos. Además, el Viernes Santo, allá no se deberían matar animales -zabíjet zvířata-, ir de pesca -rybařit-, o trabajar la madera.

¿Sabías que en Alemania tienen unas liebres -zajíci- especiales que ponen los huevos en unos nidos -hnízda- construidos por los niños?

Vaya. La verdad es que Alemania siempre va un paso adelante. Y para que sepas, en Hungría -Maďarsko- las mujeres también se quedan muy molestas. Porque según la tradición, los chicos las mojan con agua y perfumes, intentando que se queden fértiles.

Aquí, en Chequia lo hacemos al revés. Al mediodía, cuando se acaba la tortura con las ramas trenzadas, nosotras los mojamos con agua y perfumes a los chicos.

Ya, y se nota que no os vais gastando los perfumes buenos, así que resulta, que como tú no puedes sentarte en dos días, yo durante el mismo tiempo no puedo salir de casa por el olor que se me ha pegado. Así que tanto los hombres como las mujeres lo estamos pasando igual de mal.

Nosotros les deseamos que estas fiestas no se las pasen mal, sino al revés, amigos. Disfruten de compañía de sus familiares y de buena comida para que la próxima semana estén preparados aprender más checo con Radio Praga. Hasta la próxima!