Huellas de la historia checa en la colina de Vítkov

Vitkov

Frente al grandioso edificio del Memorial Nacional, en la cima de la colina de Vítkov, en Praga, se alza una monumental estatua ecuestre del jefe militar husita, Juan Zizka. Fue inaugurada el 14 de julio de 1950, día del 530 aniversario de la encarnizada batalla de Vítkov en la que los husitas desbarataron las huestes de los cruzados. El monumento Juan Zizka en bronce es la estatua ecuestre más grande del mundo. Pesa 16 toneladas y media. Cada uno de los brazos del jinete pesa 195 kilos, la espada 110 kilos y la maza 52 kilos. En esta edición les hablaremos también de otras huellas que la historia dejó en la colina de Vítkov, en Praga.

El nombre de Vítkov está derivado del propietario de uno de los viñedos plantados en la colina: Vítek z Hory- Vítek del Monte. Y precisamente en Vítkov los husitas con el jefe militar Juan Zizka a la cabeza, libraron el 14 de julio de 1420 una batalla victoriosa con los cruzados, numéricamente superiores.

¿Qué acontecimientos precedieron la batalla de Vítkov? En marzo de 1420 el rey católico Segismundo, tras un previo acuerdo con el Papa, decretó una cruzada contra la Bohemia herética. Oponiéndose al dogma de la Iglesia, los calixtinos checos defendían la tesis de que el hombre, para ser salvado, debía recibir la Sagrada Comunión bajo las especies de pan y vino. Para la Iglesia era una herejía.

Segismundo exigía la capitulación incondicional de los calixtinos en todos los aspectos: requería el desarme de sus tropas, el regreso del clero católico a Praga y el restablecimiento del orden municipal.

Los calixtinos moderados no sabían qué hacer. ¿Defender las exigencias mínimas de su fe o someterse al rey Segismundo?

Los burgueses praguenses, presionados por los radicales, optaron por la defensa del cáliz. En una situación de extremo peligro, Praga pidió ayuda a los husitas. Cuatro ejércitos, procedentes del centro husita de Tábor, se pusieron en marcha rumbo a Praga en mayo de 1420.

La estancia de los husitas en Praga dio lugar a numerosos conflictos. Los radicales limpiaron la ciudad de los enemigos de la comunión bajo las dos especies, saquearon conventos, templos y residencias de los burgueses ricos.

Los patricios praguenses salvaron su vida y la de sus familiares, pero perdieron sus bienes. Unos 1400 ricazos tuvieron que abandonar sus propiedades, confiscados a favor del pueblo praguense.

Entretanto, los cruzados fueron cerrando paulatinamente el cerco en torno a Praga. El rey Segismundo dirigía las operaciones desde el cuartel general en la ciudad minera de Kutná Hora, a 60 kilómetros al este de Praga.

El cerco se hizo asfixiante a finales de junio de 1420. Desde varias direcciones se acercaron a Praga las tropas mercenarias internacionales en las que estaban representadas casi todas las naciones europeas.

Los cronistas afirman que las huestes del rey Segismundo contaban con cien mil hombres. Las estimaciones modernas son más sobrias, calculando en 50 mil el número de los cruzados. Era el doble de los husitas.

El rey Segismundo esperaba que Praga se rendiría al cabo de algún tiempo. En la ciudad cercada crecían los temores. La única vía de abastecimiento era la que pasaba al pie de la colina de Vítkov, a través del llamado Campo del Hospital- Spitálské pole- hoy en día el barrio de Karlín.

Con el fin de proteger la llegada de víveres a la ciudad los praguenses edificaron en la colina de Vítkov dos fortines de troncos, rodeados por un foso y un muro bajo. No sospechaban que los combates librados en torno a los fortines serían decisivos para el destino de la ciudad...

El 14 de julio de 1420 asustó a los praguenses un ataque de la caballería enemiga en el Campo del Hospital. Fue una maniobra para desviar la atención ya que los caballeros de Meisen desencadenaron entretanto un ataque contra los fortines en la colina de Vítkov.

En torno a los fortines defendidos por apenas 26 hombres y 3 mujeres - algunas fuentes hablan de 60 hombres - se trabó una cruenta lucha.

Los heroicos defensores ya desfallecían cuando llegó en su auxilio la infantería husita del jefe militar Juan Zizka. Los enemigos empezaron a retroceder, pero en la cima de la colina de Vítkov no disponían de mucho espacio para la maniobra. Muchos caballeros cruzados cayeron de las rocas, otros se dieron en fuga, sembrando pánico en las tropas desplegadas en el Campo del Hospital. El caos en las filas de los cruzados puso fin a la batalla.

Batalla de Vítkov
La batalla de Vítkov, de poca envergadura y corta duración, decidió el total fracaso de la primera cruzada contra Bohemia.

La batalla de Vítkov se inscribió con letras de oro en la historia checa. Era lógico que al buscarse en la Checoslovaquia independiente un lugar para la construcción del monumental edificio del Memorial Nacional acabó por optarse unánimemente por la colina de Vítkov.

El edificio que tenía 142 metros de largo, 31 metros de alto y casi 28 metros de ancho, fue entregado al público el 28 de octubre de 1938, con motivo del vigésimo aniversario del surgimiento de la República.

La inauguración tuvo lugar en una atmósfera trágica cuando después del Diktat de Munich el país estaba a merced de Hitler. También al Memorial Nacional le esperaban sombrías peripecias.

Después de iniciarse el 15 de marzo de 1939 la ocupación nazi, el edificio fue transformado en almacén de material militar de las tropas nazis.

Y tras la llegada de los comunista al poder, en los años 50 el Memorial Nacional fue transformado en panteón de dirigentes comunistas. Sirvió además como mausoleo del primer presidente comunista de Checoslovaquia, Klement Gottwald, cuyo cadáver embalsamado se exhibía al público al igual que el de Lenin en Moscú.

El embalsamamiento se había hecho de manera muy chapucera así que Gottwald apestaba. Del mausoleo salía un nauseabundo hedor que no estaba en condiciones de eliminar ni siquiera un potente sistema de ventilación.

Durante el día el difunto líder se exhibía a al público, de noche unos 70 médicos y especialistas en cosmética se encargaban de la manutención del cadáver. Fue en vano. El mausoleo fue cerrado en 1962 y el cadáver de Gottwald fue incinerado.

Después de la Revolución de Terciopelo del panteón comunista fueron retiradas las urnas con las cenizas de los dirigentes del régimen totalitario y empezó la rehabilitación del Memorial Nacional. Sin embargo, durante mucho tiempo no se sabía cómo se aprovecharían sus recintos.

Ahora todo está claro: el Memorial Nacional en la colina de Vítkov será transformado en un moderno museo que se dedicará a la historia checa del siglo XX. Está previsto que las obras terminarán en el año 2009.

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