Historiadores buscan reconstruir asesinatos en las fronteras comunistas
El Instituto para la Investigación de los Regímenes Totalitarios publicará en su sitio Internet las historias personales de los ciudadanos asesinados por la Policía de fronteras del régimen comunista checoslovaco. El objetivo del proyecto es dar a conocer los métodos represivos aplicados por el régimen comunista contra la población.
Con tan solo 17 años y en plena Guerra Fría, Václav Krbeček decidió huir de la Checoslovaquia comunista. Intentó cruzar la frontera por los bosques de Šumava, pero los policías fronterizos lo descubrieron.
“Lograron detener mi huida, me dispararon y me hirieron. Creo que hubiera sido suficiente disparar al aire”.
De acuerdo con el protocolo oficial, el policía de turno disparó 48 proyectiles contra Krbeček, tres le hirieron y eso facilitó su captura.
Tras la derrota del comunismo en 1989, el policía que disparó contra Václav Krbeček, aseguró que no se acordaba de nada y que nunca había utilizado su ametralladora.
Según datos del Instituto para la Investigación de los Regímenes Totalitarios, los comunistas asesinaron a unas 300 personas que intentaron escapar de Checoslovaquia entre 1948 y 1989.
Ninguno de los policías fue procesado, castigado o responsabilizado por el asesinato de civiles en las zonas fronterizas, según cuenta Miroslav Lehký, subdirector del Instituto.
“Se le dieron largas al asunto. Los tribunales y los jueces no agilizaron los procesos, la situación llegó a tal punto que murieron tanto los testigos como los policías que dispararon contra las personas que trataron de escapar del país”.Es por eso que el Instituto para la Investigación de los Regímenes Totalitarios decidió reconstruir las historias de todas las personas asesinadas en las fronteras.
Los documentos ofrecen de manera detallada los protocolos de la Policía de fronteras, las justificaciones oficiales del régimen para impedir la salida del país de sus ciudadanos y por supuesto los motivos que obligaron a cientos de personas comunes y corrientes a arriesgar sus vidas en intentos desesperados por cruzar al otro lado de la Cortina de Hierro.