Hace 50 años comenzó la Primavera de Praga
Se cumplen 50 años desde la elección de Alexandr Dubček al frente del Partido Comunista Checoslovaco, quien iniciaría el proceso reformista conocido como Primavera de Praga.
El formato político totalitario y en buena medida opresor, desarrollado bajo la tutela soviética, no coincidía con la idea que muchos tenían del comunismo. El congreso de escritores de 1967, que en teoría debería haber amparado el régimen presidido por Antonín Novotný, sirvió para todo lo contrario, expresando el descontento de un colectivo que se suponía fiel.
Finalmente, durante la reunión del comité central del Partido Comunista, el ala reformista tomó las riendas, explica el historiador Jan Kalous del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios.
“La crítica al régimen de Antonín Novotný fue haciéndose cada vez más fuerte, y a final de año fue retirado del mando del partido. Había que buscar a otra persona que asumiera el liderazgo del Partido Comunista”.De esta forma, el 3 de enero de 1968, después de la pausa navideña de la reunión del comité central, fue elegido al frente del Partido el eslovaco Alexandr Dubček. Novotný seguía sin embargo en el puesto de presidente del país.
La llegada de Dubček al frente del Partido puede considerarse el inicio de la Primavera de Praga. Su nombramiento despertó la esperanza en la sociedad de que el régimen se fuera democratizando, comenta Jaroslava Vybíralová, entonces estudiante de la Universidad Técnica de Praga.
“Lo percibimos con entusiasmo porque creíamos que mejoraría la situación. Por primera vez viví un Primero de Mayo al que no fuimos a la fuerza sino voluntariamente. Se llenó la plaza de Venceslao de un lado a otro, el entusiasmo era tremendo”.
Una vez en el poder, Dubček impuso lo que se llamó el programa de acción: una serie de reformas políticas, económicas y sociales para dar lugar a un “socialismo de rostro humano”. Se trataba de dar cabida a la gente y construir el comunismo desde abajo, como aseguró Dubček en un discurso.
“Le damos la plataforma suficiente a todo el que desee de corazón implicarse con la democracia, con la democracia socialista, con Checoslovaquia, con la Checoslovaquia socialista. Todos pueden implicarse, todo el que quiera”.Durante la Primavera de Praga se aprobó la libertad de expresión, y se levantaron las restricciones para salir del país. Si el proceso reformista hubiera cumplido sus objetivos o no, o si hubiera producido una tercera vía entre el liberalismo democrático y el comunismo, es algo que queda para la especulación histórica.
Tras ocho meses, el 21 de agosto de 1968, las tropas de Pacto de Varsovia, conducidas por un Moscú alarmado ante lo que estaba viendo, invadieron Checoslovaquia, poniendo fin a la Primavera de Praga y reponiendo la ortodoxia comunista al frente del país.