Hace 30 años los católicos checos protestaron contra el régimen comunista

Foto: ČT24

Hace 30 años, a principios del mes de julio de 1989, los líderes comunistas checoslovacos decidieron restablecer cierto nivel de diálogo con el Vaticano. Resulta que para noviembre de ese mismo año se había planeado una reunión entre el Papa Juan Pablo II y el líder soviético Mijaíl Gorbachov.

Foto: ČT24

La llamada Perestroika, el proceso de reformas aplicado por Mijaíl Gorbachov en la Unión Soviética estaba en su apogeo, y en 1989 los líderes comunistas del bloque soviético trataban de aplicarla de la mejor manera para gustar al Kremlin.

František Tomášek,  foto: Martin Davídek,  Wikimedia CC BY-SA 3.0
En julio de 1989 la audiencia de la Televisión Checoslovaca, entonces instrumento principal de la propaganda comunista en el país, vivió algo insólito. En el noticiero pusieron un reportaje sobre la misa que se había celebrado en la Catedral de San Vito, en Praga, con ocasión del 90 cumpleaños del cardenal František Tomášek.

Después de la misa miles de personas tomaron la cercana Plaza Hradčany, en las inmediaciones del Castillo de Praga que es la sede presidencial, y en una manifestación espontánea exigieron libertad al régimen comunista. El cardenal Tomášek saludó a la multitud desde el balcón de la diócesis.

Días antes Tomášek había enviado una carta al presidente comunista Gustav Husák, pidiéndole que la Constitución de la República incluyera un párrafo sobre la libertad de credo para todos los ciudadanos.

El nuevo secretario general del Partido Comunista, Milouš Jakeš, elegido dos años antes, comprendió que el cardenal era una persona carismática y con mucha influencia entre los ciudadanos, por lo que trató sin éxito de reducir su autoridad, según recuerda un discurso de archivo de la televisión pública.

“No tenemos nada contra Tomášek. Representa a varios millones de… nosotros no sabemos cuántos católicos hay en el país. Nosotros respetamos a Tomášek, como representante de la diócesis de Praga, pero ellos quieren hacerlo representante de todo el país”.

El Papa Juan Pablo II viajó a Checoslovaquia los días 21 y 22 de abril de 1990,  foto: ČT24
Aquella manifestación y la propuesta del Papa Juan Pablo II de viajar a Praga para participar en la conmemoración de la canonización de Santa Inés de Bohemia, que se esperaba en noviembre de 1989, preocuparon a los cabecillas comunistas.

El susto fue tal que para evitar la visita del Papa, el Comité Central del Partido Comunista, aprobó una resolución especial para que cientos de peregrinos pudieran salir a la brevedad del país y viajar a Roma a los actos de canonización de la patrona checa Santa Inés de Bohemia.

El Papa Juan Pablo II viajó a Checoslovaquia los días 21 y 22 de abril de 1990, tan solo cinco meses después de la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo en Checoslovaquia. Celebró una misa histórica ante 600 000 personas y subrayó, entre otras cosas, que el comunismo había constituido una “trágica utopía”, al tiempo que se refirió al papel de la Iglesia en la unidad de la oposición contra el régimen comunista.

Coincidiendo con las celebraciones de la fiesta nacional checa en honor a los santos Cirilo y Metodio, así como del mártir Jan Hus, el viernes y sábado pasados, la Conferencia Episcopal Checa anunció que capellanes han empezado a prestar servicio espiritual al Cuerpo de Policía de la República Checa. Este servicio funciona en las Fuerzas Armadas desde 1998.

palabra clave:
audio