Gran decepción europea

Derrotado por Turquía (1-2), la selección checa acabó última de su grupo
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La selección checa de fútbol cayó derrotada frente a Turquía y se despidió de la Eurocopa. Una dudosa tarjeta roja a Antonín Barák en la primera parte marcó un encuentro al que, sin embargo, los checos estuvieron cerca de darle la vuelta pese a jugar con uno menos.

La tercera jornada de la fase de grupos de la Eurocopa de Alemania fue todo un jarro de agua fría para los checos. Miles de ellos, de hecho, se encontraban en el estadio en Hamburgo apoyando con toda el alma a su selección y hasta gritando más alto a menudo que los turcos en un torneo que sienten que están jugando prácticamente en casa.

La expulsión por dos tarjetas amarillas de Antonín Barák | Foto: Vít Šimánek,  ČTK

Chequia necesitaba ganar a toda costa para lograr la clasificación a octavos, cualquier otro resultado no le servía. Además, no podía contar con su goleador, Patrik Schick, lesionado contra Georgia. Pero salió con la actitud necesaria, creaba ocasiones, aunque pronto, en el minuto 20, todo se iba a poner mucho más cuesta arriba aún. Antonín Barák, que acababa de ser amonestado por una falta técnica algo innecesaria, pisaba sin querer a un rival en una disputa normal del juego. De hecho, tocó el balón. Sin embargo, el árbitro rumano István Kovács, no dudó en sacar la segunda amarilla y dejar a los checos con diez para casi todo el partido.

El capitán checo, Tomáš Souček, le pidió explicaciones, pero este se negaba a hablar con los jugadores. Tras el encuentro, Souček se mostró muy crítico con el colegiado, que además debió haber expulsado poco después también por doble amarilla al jugador turco de la Juventus Kenan Yıldız por un codazo en la cabeza a Coufal, pero no lo hizo, insistió Souček.

Tomáš Souček | Foto: Vít Šimánek,  ČTK

“Le dije al árbitro que le había sacado la primera amarilla a Barák por la primera falta que había hecho y justo después, la segunda por la segunda. Normalmente no se sacan así las amarillas, pero él las sacó enseguida. Luego, Coufal recibió un codazo, todos vimos que era la segunda amarilla, pero esa no la sacó. Es una pena pero hemos sufrido estas situaciones todo el torneo… Cuando  llegué al vestuario les dije a los jugadores que estaba muy orgulloso de su actuación. Lo dieron todo del primer al último minuto. Pero esas situaciones han acabado con nosotros y también es una falta de respeto hacia nuestro país”.

Sin embargo, muchos periodistas, comentaristas como el propio exsubcampeón de Europa del 96 Karel Poborský, y aficionados, culparon más que al árbitro al propio Barák de su expulsión. Con una amarilla encima, no se puede jugar con tanto ímpetu, vinieron a decir.

Lukáš Provod | Foto: Ebrahim Noroozi,  ČTK/AP

Con el empate a cero se llegó al descanso. Para la segunda parte, los checos salieron con una idea clara, explicó tras la derrota el centrocampista Lukáš Provod.

“Tras el descaso nos propusimos simplificar el juego todo lo posible y sabíamos que los balones colgados al área les hacían problemas y que la altura podía ser nuestra fortaleza, porque, claro, cuando se juega con uno menos, el juego por bajo es más complicado. Y nos funcionó. Lástima por el gol que encajamos. Luego conseguimos empatar, pero, por desgracia, el empate no nos bastaba”.

Hakan Çalhanoğlu adelantó a Turquía en otro golpe anímico y de mala suerte para los checos. El arquero Jindřich Staněk, en una tremenda parada, se dislocó el hombro, pero el rechace cayó a los turcos que Staněk dolorido, no pudo hacer nada por atajar un disparo que justo se coló por el lado del brazo que ya no pudo mover más y tuvo que sersustituido. Por el momento no se sabe el alcance de la lesión.

Para los checos la Eurocopa se acabó | Foto: Vít Šimánek,  ČTK

Contra tanto infortunio, sacó Chequia realmente lo mejor de sí misma. Souček fue capaz de empatar y otro gol checo no llegó a subir al marcador en otra jugada también dudosa. Pero ya no fueron capaces de marcar el segundo gol de la salvación. En el descuento, con todo el equipo arriba, los turcos sentenciaron a Chequia con un segundo tanto.

El seleccionador Ivan Hašek, que se había puesto los octavos de final como objetivo, no dudó en tildar la eliminación de fracaso, pero también aseguró estar orgulloso de sus jugadores.

“Éramos diez y logramos presionar a los turcos, crear ocasiones de gol. También metimos otro gol que fue anulado… Así que tras el partido les dije que estaba orgulloso de ellos por el partido que hicieron”.

Hašek lamentó, sobre todo, haber dejado escapar la victoria contra Georgia, que después de vencer a Portugal 2:0 este miércoles, se clasificó como tercera y jugará contra España en octavos.

Turquía ha eliminado a Chequia de una Eurocopa igual que hace 8 y 16 años. Mala tradición. A la selección checa, mientras se lame las heridas, le tocará reflexionar sobre una actuación que, a pesar del discutido arbitraje, en cualquier caso ha sido decepcionante con un solo punto en tres partidos, tres goles a favor y cinco en contra.

Autor: Daniel Ordóñez | Fuente: iROZHLAS.cz
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