El fútbol checo sube de categoría
La selección checa derrotó 2:1 a la de Georgia en un vibrante partido con el que logró volver a la élite del fútbol europeo en la Liga de Naciones. Además, aumenta sus posibilidades de lograr el objetivo principal: volver a jugar un mundial dos décadas después.
El Andrův Stadion de Olomouc fue una fiesta tras el pitido final del árbitro porque la selección checa consiguió lo que hace solo unas semanas no pintaba nada bien, pero finalmente, el equipo ha terminado primero de grupo en la Nations League y asciende a la primera división de la competición.
Nadie era demasiado optimista porque Chequia empezó el torneo en septiembre cayendo estrepitosamente justo contra Georgia por 4:1 en Tbilisi. Georgia, que fue una de las selecciones de moda de la última Eurocopa, también amargó la vida a los checos en esa competición, especialmente por culpa de su gran portero Mamardashvili. Tras solo conseguir un empate, las posibilidades de los checos en la Euro cayeron dramáticamente, al igual que la fe en sí mismos.
El muy criticado seleccionador Ivan Hašek, sin embargo, después de superar por fin a Georgia 2:1 este martes, aseguraba que él nunca dejó de creer.
“Si no hubiera creído en el éxito, habría hecho las maletas, pero creía, y todo el cuerpo técnico creía. Creo que hemos jugado bien nuestro fútbol, todos los muchachos a una, trabajando duro para ayudarse todos entre sí. Pero hay que seguir avanzando, este partido ha sido sólo otro pequeño paso hacia el Campeonato Mundial, porque ese es nuestro principal objetivo”.
Este martes en Olomouc todo fue distinto que en los anteriores choques contra Georgia. Chequia se adelantaba enseguida con un gol de Pavel Šulc tras un rápido contrataque ya en el tercer minuto de juego. Y menos de veinte minutos después, era Adam Hložek el que de falta ponía el partido muy bien para los checos y muy mal para los georgianos. Estos, sin embargo, protagonizaron un gran encuentro, recortaron distancias en la segunda mitad y disfrutaron hasta el último momento de buenísimas ocasiones que dejaron sin respiración a la hinchada demasiadas veces. Estas fueron desbaratadas especialmente por el portero del Bayer Leverkusen Matěj Kovář, con una sólida actuación, pero también el palo ayudó.
Cuando el partido llegaba a su fin, los nervios y la frustración llevaron a los georgianos a iniciar dos tanganas, ya que a ellos no les valía el empate que acariciaron varias veces.
Tras un partido tan exigente, vivido con gran tensión incluso desde antes que comenzara, no es extraño que tanto el público como los jugadores, celebraran el éxito por todo lo alto, como aseguró el propio Tomáš Holeš, que jugó de capitán por la sanción de la estrella de la selección, Tomáš Souček.
“Lo estamos celebrando. Hemos ascendido a la élite. Estamos muy contentos, especialmente después de cómo empezamos de mal el torneo, perdiendo 4:1 contra Georgia, pero ahora terminamos primeros de grupo, así que la alegría es enorme porque el grupo era muy duro y no ha sido fácil. Es un gran alivio y lo estamos disfrutando”.
La sanción de Souček también hizo que jugara de titular Alex Král, el centrocampista del Espanyol de Barcelona, a quien elogió el técnico Hašek tras el encuentro.
“Alex ha sido muy buen reemplazo. Lo vemos en todos sus partidos en la liga española. Lo llamo el ladrón de balones, porque muy a menudo se los quita a los rivales. Creo que hizo un muy buen trabajo, especialmente en la parte defensiva, aunque su calidad está muy bien equilibrada tanto para el ataque como para la defensa. Así que me alegré de que pudiera desempeñar ese papel”.
Gran victoria checa con sabor a revancha y a reivindicación que hará que la próxima Nations League tenga a los checos compitiendo contra las mejores selecciones del continente. Pero además, gracias a este resultado, Chequia ocupará el segundo bombo en el sorteo del viernes del que saldrán los grupos de la clasificación para el mundial de 2026, algo que aumenta sus posibilidades de que, por fin, los checos puedan disfrutar 20 años después, del mayor torneo del deporte rey.