Fallece Radomír Šimůnek, el mejor ciclista checo del siglo XX
El múltiple campeón mundial de ciclocross Radomír Šimůnek falleció este martes a la edad de 48 años a causa de cirrosis hepática. El mejor ciclista checo del siglo XX vivió durante su carrera profundos altibajos. Sus triunfos ciclísticos fueron eclipsados por un accidente de tráfico en el que por su culpa murieron tres personas.
El ciclista es el único competidor que ha logrado ganar sucesivamente el campeonato mundial de ciclocross en la categoría de junior, amateur y profesional. En 1980 triunfó entre los jóvenes, tres años más tarde se impuso en el pelotón amateur y ese resultado lo repitió también al año siguiente.
Šimůnek después hizo frente a problemas de salud, pero tras superarlos regresó a los circuitos ciclísticos para triunfar en 1991 entre los profesionales. No es de extrañar que haya ganado el premio al mejor ciclista checo del siglo XX.
“En su época, Šimůnek fue sin duda el mejor competidor de ciclocross. En Bélgica, una de las mayores potencias mundiales de ese deporte, siguen considerándolo como uno de los mejores ciclistas de toda la historia. Fue un talento extraordinario, sin par en nuestro país. Aunque logró muchos triunfos, creo que pudo haber conseguido incluso más”, afirma el ex entrenador de la selección nacional de ciclocross, Petr Klouček.La trayectoria estelar de Šimůnek se cortó en la tarde del 19 de noviembre de 1992 en la carretera que une Praga y Pilsen. El competidor insuperable en la bicicleta falló como chofer de automóvil y cerca de la aldea de Cerhovice causó un accidente, en el que murieron tres personas. El ciclista fue condenado a 18 meses de prisión, pero tras cuatro meses fue indultado por el entonces presidente checo, Václav Havel.
El campeón ovacionado por la afición de repente vivió en carne propia el desdén del público que no le ha perdonado su fallo. Para muchos hinchas Šimůnek se convirtió en asesino.“Nunca viviré un momento peor en mi vida. No sé describir ese momento fatal, no sé qué sucedió y me da mucha pena que la gente no me lo crea. Siempre llevaré dentro esa tragedia”. Con esas palabras Šimůnek mostró su arrepentimiento. Tras el accidente sufrió graves problemas psíquicos. Tras ser puesto en libertad, regresó a los circuitos ciclísticos, pero ya no pudo reanudar sus resultados anteriores. En 2002, a los 40 años de edad, puso punto final a su carrera ciclística.
Se especula que Šimůnek ahogaba sus penas en el alcohol y que el excesivo consumo aceleró la enfermedad que causó la muerte prematura del rey del ciclismo checo, cuyo hijo Radomír también compite en los circuitos de ciclocross. Aunque Radomír Šimůnek junior ha alcanzado varios resultados buenos durante su carrera, difícilmente podrá emular a su fenomenal padre.