Está fracasando el proyecto de mercadillos agrícolas
Los mercadillos agrícolas irrumpieron con gran fuerza en las ciudades checas en la primavera de 2010. Un año después, sus organizadores tienen problemas para encontrar productores locales dispuestos y capaces de participar en este proyecto.
La culpa no es del consumidor. El interés por productos regionales es enorme, pero no hay quien los provea, afirma Josef Stehlík, presidente de la Asociación de Agricultores Privados.
“Los organizadores de los mercadillos agrícolas tienen problemas para encontrar productores locales capaces de suministrar sus mercancías en suficiente cantidad y durante toda la temporada. Los agricultores checos simplemente no han estado preparados para abastecer una demanda tan grande”, subraya Stehlík.Los pequeños agricultores comenzaron a desaparecer en Chequia después de 2004 cuando el país ingresó en la Unión Europea. Las normas europeas favorecieron a las grandes fábricas en detrimento de los pequeños productores. Aunque la situación ha mejorado en los últimos años nunca se ha recuperado al nivel de antes de la entrada en la UE.
La idea de crear en el país una alternativa a los supermercados impersonales con productos fabricados industrialmente está fracasando. No es de extrañar que muchos vean negro el futuro de los mercadillos, entre ellos, Petr Pelant, dueño de una pequeña carnicería, en Karlovy Vary, Bohemia Occidental.“Yo lo veo bien claro. Tan pronto como han aparecido, los mercadillos agrícolas van a desaparecer. Sólo sobrevivirán los que serán capaces de atraer a buenos productores. Entre el 50% y el 70% de los organizadores de estos mercados fracasarán. Su idea de que así se ganaba dinero rápido y fácil era errónea”, sostiene Pelant.
En cambio, el presidente de la Asociación de Agricultores Privados es optimista. En su opinión, los productores checos sólo necesitan más tiempo para adaptarse al nuevo fenómeno. Cree que la situación mejorará el próximo año.El Ministerio de Agricultura, que apoya los mercadillos agrícolas, es consciente de los problemas que enfrentan. Por eso ha lanzado un código para los productores que venden sus mercancías en estos mercados.
Sus productos deben tener un origen claro y bien especificado, estar frescos y, si es posible, de proveniencia local. La cantidad de mercancías importadas no debe superar el 10% de los productos ofrecidos en un mercado. Sin embargo, depende de cada productor si respeta o no dicho código.