Científicos buscan cultivos para el clima extremo que se espera en el futuro

Científicos al norte de Brno recrean el clima que se espera en Chequia para dentro de unas décadas y prueban cómo reaccionan a él distintos cultivos.

Este mes se registró en Chequia la semana más calurosa de la historia del país. Mientras el 98% de la superficie del territorio sufre en menor o mayor medida los efectos de la falta de agua, los científicos saben que en el futuro esta situación solo va a ir a peor por efecto del cambio climático.

El calor y la falta de precipitaciones atípicos para Chequia están poniendo en apuros los cultivos ya en la actualidad. Pero, ¿cómo será en el futuro cuándo todo empeore aún más? En unas cámaras especiales en unos campos de Bystřice nad Pernštejnem, al norte de Brno, científicos recrean estas condiciones extremas previstas para dentro de hasta 50 años y prueban el comportamiento de distintos cultivos, como explicó a la Radio Checa Lukáš Rajser, uno de los responsables del proyecto.

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“Simulamos los factores que afectan a la fotosíntesis, que son la precipitación, la humedad, los nutrientes del suelo, el dióxido de carbono y la luz solar”.

Las pruebas están centradas, eso sí, en el trigo harinero y la malta, esto es, ingredientes básicos para hacer pan y cerveza, respectivamente. Pero en las 24 cámaras que se extienden por el campo, hay espacio para más cultivos, buscando también los que mejor reaccionen al calor extremo.

Aunque el proyecto quiere anticiparse al futuro, las temperaturas extremas ya están aquí, explica el científico Karel Klem.

“En nuestras condiciones hoy ya hay extremos negativos: periodos de sequía, periodos de altas temperaturas de 35 y 38 grados. Para los árboles, el efecto es más gradual, pero podemos ver cómo es de dramática la sequía para los monocultivos de abetos con los escarabajos de la corteza”.

El cuidado de los campos es clave, sostiene Klem. La capacidad de retención del agua es propia de campos de calidad.

Foto: Česká televize,  ČT24

“El suelo es capaz de absorber las lluvias muy intensas que llegan y que no se vaya toda. Si el suelo es de buena calidad, fértil, es capaz de retener el agua por unas semanas”.

Existen cultivos más cuidadosos con la tierra o se pueden intercalar distintos cultivos para que el suelo no se dañe tanto, explica Klem. El exceso de abono es también otra práctica que mejorar de cara al cuidado a largo plazo de los terrenos.

En los bosques, la recomendación es evitar los monocultivos, ya que cuando hay varias especies, se crean sistemas mucho más complejos de micorrizas, esto es, de redes subterráneas de raíces, con las que los árboles comparten información, recursos e incluso nutrientes.

Autores: Monika Babulicová , Daniel Ordóñez
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