Escuelas especiales están llenas de niños sin problemas

Foto: Archivo de ČRo7

Miles de escolares checos siguen estudiando en colegios especiales para menores con discapacidad física o mental, aunque no tienen ningún problema de salud. Este hecho contradice la legislación del país, así como el Plan Educativo de Acción Nacional, aprobado por el Gobierno en 2010.

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Las escuelas especiales fueron creadas para educar a niños con alguna seria discapacidad física o mental. Con el paso del tiempo llegaron a estudiar en ese tipo de escuelas también niños con problemas educativos, mayormente gitanos.

A pesar de que el Plan Educativo de Acción Nacional aplicado por el Gobierno insiste en que los niños sanos deberían estudiar en escuelas básicas corrientes y promueve una mayor integración a las mismas también de niños discapacitados, el número de alumnos en las escuelas especiales sigue siendo alto, según afirma Jiří Nantl, primer viceministro de Educación.

Jiří Nantl,  foto: ČT
“La Inspección Escolar es la encargada de descubrir casos de violación del derecho del niño a la educación y supervisar que un niño sano estudie en una escuela común y corriente. El Ministerio de Educación insiste en que los colegios especiales no están destinados a niños sanos o con problemas educativos de menor gravedad. Pero muchos padres, especialmente los gitanos, piden que su hijo pueda estudiar en una de esas escuelas, porque creen que allí es más fácil, o a lo mejor ni saben qué tipo de colegio es”.

Enviar a un niño sano a una escuela especial, aunque la solicitud sea presentada por los propios padres del menor, contradice la legislación. Chequia ha sido criticada más de una vez por Bruselas en los últimos cinco años de marginar a los niños gitanos y a los menores discapacitados en el acceso a la educación.

Pero mucho depende de la decisión de los propios padres de los alumnos, así como de la postura de los educadores y los directores de las escuelas básicas, confirma Ivana Rosová, directora de la Escuela Básica Gráfica, de Praga.

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”En varias ocasiones tuve que convencer a los padres de los alumnos de que deberían estar orgullosos de su hijo, que su intelecto es muy bueno y que debería estudiar. Es paradójico pero son muchos los padres que quieren que su hijo estudie en una escuela para niños discapacitados o con serios problemas educativos. Dicen que allí su hijo estará más tranquilo”.

Según un reciente estudio de la Oficina del Defensor del Pueblo, el 35% de los alumnos de las escuelas especiales son gitanos. Este porcentaje es un 8,6% inferior al registrado en 2010, pero falta mucho por mejorar todavía en este sector, según se sostiene en el informe.