En los márgenes de la ley: las empresas checas se la juegan para emplear a extranjeros

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El caso de una empresa de alimentación, multada por emplear a 85 trabajadores ilegales, ha despertado en Chequia el debate social sobre las condiciones para emplear extranjeros y lo ambiguo de la legislación.

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La empresa de reparto de alimentos Rohlík.cz sufrió la semana pasada una inspección sorpresa de la Policía de Extranjería. Los agentes detuvieron a 85 empleados sin papeles para trabajar en la República Checa. Se trataba en su mayoría de ucranianos con visado de trabajo para Polonia, y que una empresa polaca había subcontratado a Rohlík.cz.

Es por ello por lo que la empresa checa declina toda responsabilidad, una postura que aprueba la Asociación para el Comercio Electrónico, afirma su director, Jan Vetyška.

“No soy experto en derecho laboral, y en cómo se reparten las responsabilidades, pero creo que en estos casos la responsabilidad es del empleador. Por otro lado tampoco sabemos exactamente de qué se es responsable en este caso. Es una situación desagradable el que alguien venga a la empresa y que la gente que está allí trabajando tenga que irse”.

El asunto ha trascendido y despertado el debate sobre las reglas de empleo de extranjeros en la República Checa, ya que la legislación no es suficientemente clara en cuanto a la situación de los ciudadanos de terceros países que tienen permiso de trabajo en un país europeo pero no en Chequia.

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Ante la carestía de mano de obra que sufre el país, muchas empresas utilizan los servicios de agencias de trabajo polacas. Estas mandan a Chequia a inmigrantes ucranianos que se hallan en Polonia en condición totalmente legal y con permiso de trabajo.

Y aquí llega la ambigüedad. Por un lado un inmigrante legal en un país de la Unión Europea debería serlo también en otro. Por otra parte la legislación checa establece las condiciones para las agencias de trabajo extranjeras: anunciarse a la oficina de empleo, carácter excepcional y duración máxima de 12 meses.

Otra posibilidad es acogerse al estatus de viaje de trabajo, cuando el empleado extranjero es enviado por su empresa a otro país, pero en todo caso esto no autoriza a laborar para una compañía local.

A esto se suma que los criterios de la Oficina de Empleo y de la Policía de Extranjería no son uniformes, según afirman los empresarios. De esta forma muchos empresarios deciden caminar por la cuerda floja y jugársela. Vetyška lo explica señalando la congestión que existe en el mercado de trabajo.

Foto ilustrativa: Comisión Europea
“Creo que lo interesante para el público es la cifra de inmigrantes expulsados en el caso de Rohlík.cz, que haya tantos inmigrantes trabajando en un único almacén. Esto habla del mercado de trabajo en Chequia, de que no es totalmente sano para los ciudadanos checos, y esto lleva a otro debate y otras consideraciones”.

Solo en el segundo semestre del año pasado la Oficina de Empleo descubrió que 110 agencias de trabajo intermediaban empleo a personas sin los documentos adecuados, aproximadamente un 40% de las entidades inspeccionadas. De acuerdo con la Asociación de Agencias de Trabajo, en la República Checa hay decenas de miles de ucranianos trabajando en esta situación ambigua.

El desempleo en la República Checa es excepcionalmente bajo, acercándose durante ya varios meses al 5%. Desde el Gobierno se ha prometido que se acelerarán los trámites para admitir más trabajadores procedentes de Ucrania.