En Chequia trabaja el 60% de los presos

Foto: VS ČR

Facilitar la vuelta al trabajo de los presos checos después de salir de prisión fue el objetivo del memorando que se firmó entre la Oficina de Empleo y el Ministerio de Justicia.

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En Chequia se intenta dar más trabajo a las personas condenadas. Hoy en día trabaja cerca del 60% de los reclusos checos. La Oficina de Empleo firmó un memorando con el Ministerio de Justicia para iniciar una colaboración más intensa. De esta manera se facilitará la posible vuelta de los presos a la vida profesional después de cumplir la condena. Michaela, que está en prisión por drogas, confesó su deseo de trabajar.

“Quizás me gustaría restaurar textiles. Soy bastante buena en el trabajo con fibras, a lo mejor disfrutaría reparando algunos textiles viejos”.

Michaela estudió en la cárcel Confección Industrial, una especialidad de la escuela secundaria. Junto con una graduación se ofrecen también cursos de recualificación. Por ejemplo, el año pasado se abrió en la prisión de la ciudad Ostrava, al noreste de la República Checa, un curso de peluquería. Los cursos forman parte del memorando, según explicó Jakub Říman del Ministerio de Justicia.

Jakub Říman,  foto: LinkedIn de Jakub Říman
El objetivo del memorando es la disminución de la recidiva de actuaciones criminales, que se quiere lograr sobre todo a través de la recualificación y el hecho de emplear a las personas condenadas.

Los presos trabajan a menudo en la industria del automóvil, en las fábricas de tratamiento de metal y en la industria alimentaria. Sin embargo, se pueden encontrar con otras profesiones, como, por ejemplo, la de operador telefónico. En Praga limpian las calles o separan la basura. La portavoz del Servicio de Prisiones, Petra Kučerová, se refiere a la cooperación con el sector empresarial.

“Tenemos experiencia con ciertos empleadores que ya durante el cumplimiento de la pena ofrecen a los condenados la posibilidad de trabajar con ellos y también después de salir de prisión”.

Uno de esos empleadores es Jiří Peltám, dueño de una compañía de montaje de andamios. Hoy emplea a dos presos y está muy contento con ellos. Uno de los presos llegó a trabajar durante cinco años en su empresa y después de haber salido de la cárcel se fue a Alemania, donde vive y trabaja hasta ahora.

Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas
El número de presos empleados aumentó un 8% el año pasado. Dicho memorando entre la Oficina de Empleo y el Ministerio de Justicia debería facilitar todavía más la situación de los presos después de cumplir la pena. En la cantina de la Universidad de Masaryk en Brno, los prisioneros llevan varios años trabajando. La universidad soluciona así la escasez de empleados.

Por otra parte, en el barrio Žižkov, de Praga, se abrió un restaurante social vegano Techo (Střecha). Éste emplea la gente sin techo o las personas recién salidas de la cárcel. De esta manera se da la oportunidad a las personas que sin un ingreso regular y un techo no podrían volver a adaptarse en la sociedad.

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