Empresario checo, perseguido por EE.UU., piensa regresar a la RCh

El ex ciudadano checo, Viktor Kozený, quien participara directamente en el proceso de privatización por cupones a comienzos de los años noventa, tiene problemas con las justicias checa y estadounidense. Pero pese a ello, piensa regrasar a su país natal para fundar un partido político.

Viktor Kozený logró renombre después de la "Revolución de Terciopelo" de 1989, regresando como emigrante checo en EEUU a la extinta Checoslovaquia como experto financiero. En aquel entonces solía presentarse como un muchacho sencillo que gracias a sus capacidades profesionales, se impuso en el mundo del dinero. Inmediatamente entabló contactos con muchos políticos checos, en especial, con los protagonistas de la transformación económica.

Cuando el entonces Ministro de Finanzas y posteriormente Primer Ministro checo, Václav Klaus, promovió la "privatización por cupones" que inicialmente estaba estancada, Viktor Kozený, aceleró todo el proceso con la promesa de que todos los ciudadanos checos y eslovacos que entregarán sus cupones a los Fondos de Inversión de Harvard, encabezados por Kozený, recibirían en breve tiempo una ganancia mucho mayor que la pagada cuando compraron dichos cupones estatales.

El problema es que los fondos administrados por Kozený nunca pagaron lo prometido. Su espectacular entrada en el mercado checo finalizó con muchas deudas, aunque el empresario se enredó posteriormente en una serie de dudosos negocios, mientras seguía aparentando la imágen de un empresario exitoso y ejemplar. Enfrentando las críticas de sus acreedores, Viktor Kozený se trasladó finalmente a Bahamas y prosiguió en sus operaciones financieras, esta vez en la fracasada privatización en Azerbaiyán, donde perdió millones de dólares de otros empresarios estadounidenses. Debido a todos estos antecedentes, Kozený obtuvo en EEUU el apodo de "pirata de Praga". En la República Checa fue iniciada también una investigación.

Autor: Vít Urban
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