Empieza el año escolar entre pruebas, mascarillas y un optimismo moderado
Los niños y adolescentes en Chequia regresaron a las aulas este miércoles tras un largo periodo de educación telemática. El ministro de Educación, Robert Plaga, asegura que se hará lo posible para que la vuelta sea segura y permanente.
Alrededor de 1.4 millones de alumnos de escuelas primarias y secundarias iniciaron el año escolar en Chequia este miércoles, contentos de reunirse nuevamente después de largos meses de aprendizaje a distancia y las vacaciones de verano.
El Ministerio de Educación ha introducido una serie de medidas para controlar la propagación del coronavirus en los centros educativos. Estas incluyen, por ejemplo, el uso de mascarillas en los pasillos y también pruebas obligatorias de COVID-19 para los niños no inmunizados. La primera ronda se realizó el mismo 1 de septiembre y otras seguirán el día 6 y el 9 de este mes. Los resultados determinarán cómo se desarrollará el curso 2021/2022.
A nivel general, el estado de ánimo en Chequia parece ser bastante optimista, tanto de cara a las cifras de nuevos contagios que los expertos prevén para el otoño, como a la organización de este curso que acaba de empezar.
Por su lado, el ministro de Educación, Robert Plaga, confía en las medidas en vigor, pero, tras la experiencia del año pasado, se mantiene precavido, como comentó en entrevista con la Televisión Checa.
“Yo fui muy optimista el año pasado, al inicio del curso escolar. Creo que, después del verano, todos confiábamos en que el cierre no se repetiría. Y pienso que a mí y a muchos otros el año pasado nos dio una lección. Quiero que este curso salga lo mejor posible y a ello deberían ayudar también las pruebas generales y las medidas de higiene en las escuelas. Así que estoy a favor del optimismo, pero un optimismo moderado”.
De acuerdo con el ministro, la tasa de vacunación entre el personal educativo es bastante alta. Los maestros pudieron vacunarse contra el coronavirus entre los primeros en Chequia, aunque la decisión no siempre fue bien recibida, según recuerda Plaga.
“Hace uno o dos días, la Organización Mundial de la Salud dijo que la vacunación prioritaria de los maestros había sido adecuada. Y yo me acuerdo de la crítica que recibía cuando impusimos este paso, la gente se quejaba de que los maestros se colaban en una imaginaria cola de vacunación”.
Plaga cita la vacunación de los maestros como uno de los logros de su cartera y, en general, considera que el Ministerio de Educación ha hecho un buen trabajo y se ha ganado la confianza del sector educativo. No obstante, las decisiones del Ministerio se ven eclipsadas, en ojos de muchos, por el largo cierre de las escuelas. Los alumnos checos fueron de los que más tiempo se quedaron en casa. El propio ministro afirmó para la Televisión Checa que se trataba de su mayor angustia.
“Si algo me da pena, es que la situación en octubre del año pasado se deteriorara tanto. Recuerdo estar sentado con el ministro de Salud, con epidemiólogos, matemáticos y estadistas y ellos me decían que si no cerrábamos las escuelas de primer curso, algo que era inimaginable para mí, no lograríamos controlar la pandemia. Y esa fue la decisión más difícil. Por eso ahora soy más precavido y menos optimista y por eso defiendo todas las medidas que faciliten una vuelta segura y permanente. Porque no quiero que ese escenario se repita”.
De acuerdo con el ministro, ninguna de las estrategias del Gobierno cuenta con un cierre general de las escuelas. No obstante, no descartó la posibilidad de que se interrumpa la enseñanza en clases o escuelas individuales si es que la situación lo requiere. En ese caso, los maestros y estudiantes pasarían a la educación telemática. El cambio se daría de manera automática gracias a una modificación de la ley realizada el año pasado.
Los alumnos se quedaron en casa casi dos tercios del curso escolar pasado. El aprendizaje a distancia empezó el 14 de octubre de 2020 y las clases presenciales no se retomaron plenamente hasta finales de abril de este año. La pandemia ha ocasionado retrasos en los planes de estudios, la pérdida de hábitos sociales y ha acentuado las diferencias entre los niños. Un reciente estudio realizado por la Inspección Escolar Checa revela que los niños y adolescentes necesitarán al menos un año escolar entero para recuperar el tiempo perdido.
Para lidiar con la situación, el Estado proporcionará a las escuelas apoyo financiero durante tres años, informa Plaga.
“Las escuelas recibirán en este momento casi 9.9 millones de euros para clases de recuperación. En ellas colaborarán maestros, el sector sin ánimo de lucro y los estudiantes de pedagogía. Los primeros cuatro meses serán cubiertos por el Estado. A partir del 1 de enero de 2022 se iniciará un programa nacional, que será de tres años. Para su realización se aprovecharán fondos de la Unión Europea, y démosle las gracias por ello, mediante el Plan Nacional de Recuperación”.
El ministro Plaga espera que la experiencia de los meses de pandemia se vea reflejada en el contenido de las clases en el futuro. Al observar el aprendizaje de sus hijos en directo durante el confinamiento, muchos padres se dieron cuenta de que los currículos son excesivos y los niños aprenden información que no es esencial.
En consecuencia, el Ministerio de Educación recomendó a los centros educativos que redujeran el contenido de los cursos. Frente a un año escolar que podría complicarse otra vez, muchas escuelas decidieron modificarlos incluso antes de recibir la carta metodológica.