Expertos esperan hasta 50 000 contagios diarios por la cepa ómicron

La variante ómicron del coronavirus se volverá predominante en el país en unas dos semanas, de acuerdo con expertos. Además de las pruebas obligatorias en las escuelas, el Gobierno planea introducir test regulares en las empresas, todo con el fin de prevenir una propagación desenfrenada de la mutación.

Foto: Michaela Danelová,  Český rozhlas

Los alumnos volvieron a las aulas tras las vacaciones de Navidad y el mismo lunes se hicieron una prueba de coronavirus. Antes de que termine la semana, tendrán que realizarse una segunda. El Ministerio de Salud publicará los resultados el martes y del número de casos positivos dependerá si las dos pruebas por semana continuarán más allá del 16 de enero establecido originalmente por el nuevo Gobierno.

El jefe de la cartera, Petr Gazdík, dejó claro no obstante que los test están para quedarse.

"Antes de la conclusión de las pruebas evaluaremos los resultados. No obstante, los test seguramente seguirán siendo obligatorios al menos una vez por semana, tal y como lo han sido últimamente. Nuestro objetivo es prevenir la propagación de la cepa ómicron”.

Petr Gazdík | Foto: Roman Verner,  Český rozhlas

También las empresas se preparan para una situación similar. El Gobierno planea introducir pruebas generales en los sitios de trabajo. Estas tendrían lugar dos veces por semana y afectarían a todos los empleados, sin importar si están vacunados o no.

El primer ministro Petr Fiala afirmó para la Televisión Checa que el Gabinete se reúne con actores esenciales del sector este martes para ajustar el sistema de las pruebas a las posibilidades de las empresas.

“Antes de determinar los parámetros, debatiremos el tema con representantes claves de los empleadores y empleados, para que nos indiquen los posibles obstáculos que aun sería posible eliminar”.

Jan Rafaj | Foto: archivo de la Unión de Industria y Transportes

Por su lado, el vicepresidente de la Unión de Industria y Transporte de la República Checa, Jan Rafaj, considera que las pruebas no serán fáciles de realizar, al tiempo que admite que monitorear los contagios en las empresas es esencial.

“Para las empresas no es fácil realizar dos test a la semana a todos los empleados, también desde el punto de vista logístico. Así que la carga que transferimos a las empresas es, nuevamente, bastante grande. Pero entendemos que hace falta asegurar que no haya infecciones”.

Además del sistema de test, el Gobierno debatirá asimismo la posibilidad de acortar las cuarentenas, tal y como lo han hecho en otros países, de acuerdo con el ministro del Interior, Vít Rakušan. Siendo más contagiosa, la variante ómicron podría causar un mayor número confinamientos y, en consecuencia, complicar el funcionamiento de infraestructuras críticas como, por ejemplo, las plantas eléctricas, los aeropuertos, las redes de telecomunicación o las instituciones financieras o públicas.

Hasta 50 000 contagios diarios

De acuerdo con expertos del Instituto Nacional de Salud, de un total de 18 000 pruebas de coronavirus analizadas durante la última semana, la variante fue confirmada en un 15% de los casos.

Ladislav Dušek | Foto: Česká televize,  ČT24

No obstante, la incidencia está por dispararse, según dijo el director del Instituto de Informaciones y Estadísticas de Salud, Ladislav Dušek, a la Radio Checa.

“Contamos con que la propagación rápida de la cepa ómicron entre la población se manifestará en los datos ya a finales de esta semana. Anticipamos que la variante se volverá predominante, es decir, se registrará en más del 90% de los casos, en la segunda mitad de enero”.

Las predicciones indican que, con ómicron, Chequia podría registrar hasta 50 000 nuevos contagios diarios, al tiempo que en los hospitales podrían verse ingresados hasta siete mil pacientes.

Los datos de otros países sugieren que la variante es más contagiosa, pero menos peligrosa en cuanto a su capacidad de causar síntomas graves de la enfermedad. No obstante, el riesgo de la saturación de los hospitales sigue presente dado que los anticuerpos monoclonales que se aplicaban a pacientes mayores o de riesgo para combatir la variante delta no funcionan contra la ómicron.

Vlastimil Válek | Foto: Ondřej Deml,  ČTK

Lo que sí reduce el riesgo de hospitalizaciones y complicaciones vinculadas a la enfermedad es la dosis de refuerzo de la vacuna, enfatizó para la Radio Checa el ministro de Salud, Vlastimil Válek.

“Datos que he recibido de varios centros médicos en Inglaterra y Dinamarca confirman que la dosis de refuerzo protege ante síntomas graves de la enfermedad. Es una herramienta potente también contra la variante ómicron. La dosis de refuerzo ofrece fuerte protección, por eso hemos abierto los centros de vacunación y llamamos a todos a que vengan a aplicársela”.

A partir de este martes la dosis de refuerzo está disponible para todos los mayores de 18 años mientras hayan pasado al menos cinco meses desde la aplicación de la última dosis. Anteriormente había que esperar medio año.

Petr Fiala | Foto: Ondřej Deml,  ČTK

Entretanto, continúa el debate sobre la vacunación obligatoria. El primer ministro Petr Fiala reiteró en su discurso de Año Nuevo que estaba en contra de la vacunación obligatoria para determinados grupos demográficos. Por el contario no descartó la posibilidad de que lo sea para algunas profesiones como el personal médico, los policías, soldados o bomberos.

No obstante, la posible introducción de la medida ha provocado críticas. Por un lado por parte de algunos senadores que afirman no estar en contra de la vacuna, pero que argumentan que la vacunación para otras enfermedades se hizo obligatoria tras un periodo más prolongado, después de ser puesta a prueba durante más tiempo.

Se alzan voces de protesta también desde las profesiones potencialmente afectadas. Una de las peticiones en contra de la vacunación obligatoria para estos grupos cuenta ya con casi 14 000 firmas. Entre ellas, las de alrededor de 3200 policías, bomberos, rescatistas o soldados. Los defensores de la iniciativa advierten que la medida podría causar un éxodo de trabajadores de los sectores, situación que, por ejemplo, el ya sobrecargado sistema sanitario, no puede permitirse.

Autor: Romana Marksová
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