El primer ministro checo pidió a los líderes europeos que consideren la expulsión de diplomáticos rusos
El primer ministro checo, Andrej Babiš, se dirigió a los máximos representantes europeos para que de manera concreta se solidaricen con la República Checa por el operativo cometido por agentes rusos en un depósito de municiones en su territorio en 2014.
Los líderes de la Unión Europea se dieron cita el viernes y sábado pasados en una cumbre informal en Portugal en la que al final de la jornada los Veintisiete se comprometieron a trabajar para desarrollar el Pilar Europeo de Derechos Sociales y reducir las desigualdades.
El jefe del Gobierno checo, Andrej Babiš, aprovechó el encuentro para pedir a los líderes europeos muestras de solidaridad y apoyo contra las hostilidades de Rusia.
De acuerdo con informaciones de los servicios de inteligencia checos, agentes del servicio militar ruso son responsables de las explosiones en un depósito de municiones en Vrbětice en el que perdieron la vida dos personas en 2014.
En declaraciones a los medios de comunicación checos, el jefe del Gobierno indicó que una muestra de solidaridad puede representarla la expulsión de diplomáticos rusos de los países miembros de la Unión Europea.
“Acordamos que estas cosas debemos resolverlas de manera sistemática. También pedí que evaluaran la posibilidad de expulsar al menos a un diplomático de sus países. Ahora tendremos que esperar qué decisión se tomará en la próxima sesión del Consejo”.
La oposición política y algunos expertos checos en diplomacia y seguridad sostienen que el Gobierno ha tardado demasiado en presentar una solicitud de apoyo a los socios europeos.
Los expertos comparan la velocidad con la que Europa respondió a los sucesos de 2018 cuando agentes rusos, supuestamente los mismos que actuaron en Chequia, trataron de envenenar al antiguo espía ruso Serguéi Skripal y a su hija en el Reino Unido.
El primer ministro Babiš insiste en que aquello ocurrió en circunstancias muy diferentes a los de hoy en día, pero dijo a la prensa checa reunida en Portugal que confiaba que en la próxima reunión del Consejo, planeada para el 25 de mayo, se tomen cartas en el asunto.
“Por supuesto pedí que en las conclusiones de la próxima sesión del Consejo se condene lo ocurrido, que el Consejo confirme que este tipo de acciones son inaceptables y además que se aplique el principio de que un ataque contra un país miembro es un ataque contra todos”.
En recientes declaraciones a la Radio Checa, el experto en seguridad y antiguo diplomático David Stulík recordó que durante el caso Skripal, la propia primera ministra Theresa May contactó a los líderes europeos y les pidió respaldo. Fue así como Estados Unidos, Canadá y 14 países europeos expulsaron a más de cien diplomáticos rusos de sus territorios.
Si bien Stulík no pierde las esperanzas, y parte de que debido a la tensión entre la Unión Europea y Rusia, Europa responda al llamado de Chequia, aunque considera que se ha perdido mucho tiempo.
De acuerdo con Babiš, en la reunión de Portugal hubo un debate relativamente largo sobre el tema el viernes, durante el cual, por ejemplo, hablaron el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel. Como se trató de una cumbre informal, no se ha llegado a conclusiones por escrito. Se espera un debate más amplio sobre las relaciones con Rusia en la cumbre del Consejo a finales de mayo.
Las relaciones entre la Unión Europea y Rusia atraviesan un momento crítico. Bruselas ha aprobado una serie de sanciones contra Moscú por su política de cara a Ucrania y la violación de los Derechos Humanos. El Kremlin reaccionó hace poco prohibiendo la entrada al país a ocho altos cargos europeos.
A su vez, la República Checa y la Federación Rusa protagonizan la mayor crisis diplomática de la historia de sus relaciones bilaterales. La denuncia sobre la participación de agentes del servicio secreto militar ruso en las explosiones de Vrbětice en 2014 llevó a la expulsión de 18 diplomáticos de Praga y 20 de Moscú.
Aunque la OTAN y la Unión Europea expresaron su solidaridad con Praga, solo Estonia, Eslovaquia, Letonia y Lituania han expulsado a diplomáticos rusos en apoyo a Chequia.