El presidente del Senado viajará a Taiwán, lo que divide a los políticos checos
El presidente del Senado checo, Miloš Vystrčil, anunció este martes que viajará a Taiwán a finales de agosto. La decisión no ha gustado a todos.
La política checa vuelve a verse agitada por las relaciones entre China y Taiwán. Aunque oficialmente, Chequia respeta la visión de “Una sola China” impuesta por el país asiático, en los últimos años son muchos los políticos checos que han intentado reforzar las relaciones con Taiwán.
LEA TAMBIÉN
En una rueda de prensa este martes, el presidente del Senado, Miloš Vystrčil, anunció que a finales de agosto viajará a la isla con un grupo de empresarios checos. Las reacciones no se han hecho esperar dentro de la comunidad política checa, donde no todos están de acuerdo con su decisión.
La tensión se entiende mejor si tenemos en cuenta que en los meses previos se ha hablado de posibles amenazas veladas por parte de China para que Chequia no profundice en sus relaciones con Taiwán. Algo a lo que ya se enfrentó el anterior presidente del Senado, el fallecido Jaroslav Kubera, que también tenía entre sus futuros planes una visita oficial a la isla asiática.
Para Vystrčil, la decisión es fruto de su voluntad por resguardar ciertos valores y apoyar la democracia. Además, criticó que otros políticos se acerquen a China por motivos económicos.
“La independencia, el estado de derecho, la libertad y la democracia se enfrentan a lo puramente económico. O mantenemos nuestros principios, o nos dejamos llevar por el dinero. Yendo a Taiwán, me inclino por mantener mis valores”.
Por otro lado, el Gobierno checo mantiene una actitud amistosa hacia China, con la que ha aumentado sus relaciones comerciales en los últimos años. El primer ministro checo, Andrej Babiš, dejó entrever en sus declaraciones a los periodistas que no le parecía buena idea, y señaló que si cada representante del Estado sigue una política exterior diferente, no será bueno para la República Checa.
En el mismo sentido se expresó el viceprimer ministro y ministro del Interior, Jan Hamáček, quien piensa que este viaje se desvía de la política oficial.
“Desde noviembre de 1989 se mantiene la política de “Una sola China” y nada ha cambiado desde entonces. Y ahora, con este paso, el presidente del Senado se está desviando de ese camino”.
Según el presidente de la Cámara Baja, Radek Vondráček, no es bueno que un representante constitucional tome estas decisiones de forma unilateral y le gustaría que el tema se hubiera discutido más a fondo. En su opinión, este viaje puede traer más cosas negativas que positivas.
“Nuestra relación económica y cultural con Taiwán ya es buena, por eso le pido al señor Vystrčil que se plantee qué aporta este viaje a nuestras relaciones, que ya funcionan bien sin la necesidad de esto”.
Por el contrario, parte de los políticos de la oposición han recibido con alegría la noticia. Por ejemplo, los partidos TOP 09, Alcaldes e Independientes, el Partido Cívico Democrático y el Partido Pirata coinciden en que Taiwán es un socio muy importante para Chequia. Estas fueron las palabras de Mikuláš Ferjenčík, del Partido Pirata.
“Celebramos que se vaya a realizar este viaje. Creemos que Taiwán es un socio estratégico para Chequia. La cantidad que han invertido aquí en productos reales es mucho más grande que lo que ha hecho China hasta ahora. Es bueno que cultivemos esta relación”.
Desde el punto de vista de la oposición, Chequia debe demostrar de esta forma que es un país independiente que no cede ante chantajes. Mientras que el Gobierno teme que la falta de una política unitaria en este tema dañe la economía checa.
Esta división política frente a China ha sido la tónica general en el país en los últimos años. Por ejemplo, muy sonados fueron en los meses pasados los desencuentros entre el alcalde de Praga, Zdeněk Hřib, y las autoridades chinas.