El precio de los huevos alcanza su máximo histórico
Una nueva forma de ayudar a los habitantes de los países en vías de desarrollo. El precio de los huevos en Chequia alcanza su máximo histórico. Los taxistas de Praga siguen robando a los viajeros. Estos son algunos de los temas que aborda la prensa checa este martes.
Según Klára Šplíchalová, de la organización humanitaria Hombre en Emergencia que facilita este tipo de ayuda, el proyecto tiene una gran ventaja. La gente se da cuenta que con poco dinero se pueden conseguir muchas cosas en países como Cambodia o Etiopía y esto les incita a donar.
Por ejemplo con tan sólo 10 euros es posible comprar veinte gallinas que van a poner huevos durante varios años. Para una familia africana, tener gallinas representa una vida mejor. Además de evitar el hambre, pueden cambiar los huevos por harina, zapatos u otras cosas necesarias. Las gallinas, cabras o útiles escolares se pueden comprar de manera muy fácil a través de Internet. Los donadores reciben un informe que confirma la compra del animal u objeto y su llegada al destino.
Tan sólo en el año 2011 los checos han comprado 114.000 gallinas y 5.000 cabras y el número de los interesados en esta forma de ayuda va creciendo.
Los que deciden donar montos más altos, pueden financiar tratamientos médicos, construcción de pozos de agua potable o una mini fábrica de gas que funciona a base de heces de los animales y ayuda a los hogares a producir energía limpia, concluye Mladá Fronta Dnes.
Sin embargo, no todas las plantas avícolas han terminado la reconstrucción de sus instalaciones y actualmente cubren sólo el 60% de la demanda. Los huevos se han vueltos escasos y los productores reaccionaron aumentando su precio, señala el diario.
En las tiendas faltan también los huevos importados de Polonia o Alemania, ya que la nueva normativa sobre las jaulas concierne a todos los países comunitarios. Según Právo, el precio de huevos va a seguir creciendo ya que se avecina la Pascua y los checos van a demandar muchos huevos más para pintarlos y decorar sus hogares.
Empleados de la alcaldía de Praga, disfrazados de turistas extranjeros, descubrieron que una tercera parte de los taxistas no cumple con las normas establecidas. Muchos de ellos cobran más dinero y se niegan a dar a los viajeros un recibo de pago.
Sin embargo, lo más preocupante es el hecho de que así se comportan incluso los chóferes de taxis estacionados en sitios llamados Taxi Fair Place que deberían garantizar el cumplimiento de todos los derechos del cliente y obligaciones del taxista.
Según el alcalde mayor de Praga, Bohuslav Svoboda, es difícil sancionar a los taxistas deshonestos ya que muchas de las compañías que les emplean tienen sus sedes en direcciones ficticias, algunos incluso usan direcciones de las alcaldías de la capital.
