El pequeño zoo de Zájezd logra la hazaña de criar iguanas del Caribe
Dos pequeñas iguanas del Caribe han logrado poner en el mapa el desconocido parque zoológico de Zájezd, cerca de Praga, ya que se trata de la cuarta vez que se consigue criar esta especie amenazada en cautividad en todo el mundo.
Hasta la fecha solo lo habían logrado importantes zoos como el de Rotterdam, en los Países Bajos, el de Jersey, en Inglaterra, y el de Viena, en Austria. Precisamente del país vecino trajeron sus dos ejemplares hace siete años los entusiastas propietarios de uno de los parques zoológicos más pequeños de la República Checa, el de Zájezd, en el distrito de Kladno.
Hasta la fecha solo habían visto cómo la hembra ponía huevos con formas extrañas que a los pocos días se pudrían, signos inequívocos de que no estaban fertilizados.
En la última puesta, sin embargo, dos de los ocho huevos tenían un aspecto mucho más saludable. Tras mimarlos durante casi tres meses, se dio el milagro, explicó a la Radio Checa el zoólogo Daniel Koleška.
“Abrieron los huevos a los 85 días. Un compañero encontró las cáscaras perforadas. Las crías tienen lo que se conoce como un diente de huevo, una protuberancia en el cráneo para romper la cáscara. Aún se quedan dentro un tiempo, tienen un saco vitelino del que se alimentan. Pero luego ya son completamente activas. En la naturaleza los padres no se ocupan de ellas, así que salen corriendo a un arbusto o a un árbol donde esconderse y ya son capaces de conseguir comida por sí mismas”.
El color verde intenso de las crías de iguana del Caribe, también conocida como iguana de las Antillas, les ayuda a pasar desapercibidas entre la vegetación de su hábitat. Cuando nacen miden apenas diez centímetros, pero de adultas alcanzan unos imponentes 120 centímetros desde la cabeza a la cola y llegan a pesar un kilo y medio.
En cuanto la hembra puso sus huevos en la tierra, los cuidadores los recogieron y los llevaron a sus instalaciones de cría para que los adultos no los dañaran. La responsabilidad de estos padres con su descendencia termina así de rápido.
El zoo de Zájezd cuenta con todo tipo de incubadoras para reptiles. Algunas ni siquiera son incubadoras, de hecho, como cuenta Daniel Koleška.
“Esto en realidad es una nevera para botellas de vino. Consigue mantener temperaturas bajas, que necesitamos para algunas especies de camaleón durante algunos periodos, así que la usamos de incubadora. Los huevos se dejan en un sustrato. Se controla la humedad y la temperatura para simular lo mejor posible las características que se dan en la naturaleza”.
El problema de la cría en cautividad de las iguanas del Caribe, de hecho, no es la incubación, sino más bien la fertilización. Como sucede con otras especies de iguanas, el macho a menudo no tiene ganas de aparearse. Los especialistas consideran que el hecho de tener una existencia acomodada gracias a los cuidadores y que en estas instalaciones se encuentre un solo macho y, por tanto, no haya rivales a la vista, los mantiene con niveles bajos de testosterona.
Sin embargo, Koleška opina que ese no debería ser el caso de las iguanas del Caribe, ya que en su hábitat natural viven en árboles en bastante soledad.
Un bromista podría decir que el nombre en latín de la especie, Iguana delicatissima, apunta precisamente a sus remilgos para la procreación. Sin embargo, tiene que ver con su sabor, supuestamente delicioso, explicó a la Radio Checa la zoóloga Veronika Svobodová.
“Los colonizadores las probaron y les gustaron, puede que debido a que fuera su primera comida en las islas. Aunque a nosotros nos parecería más adecuado el nombre de ‘iguana sibarita’, porque realmente comen solo cosas que les gustan, tienen que ser muy coloridas, así que tenemos que estar siempre decorándoles los cuenquitos para que sientan un poco de interés”.
Las iguanas del Caribe son una especie en peligro crítico de extinción. Los motivos son varios, pero todos tienen que ver con la acción del ser humano. Entre ellos destacan la desaparición de su hábitat o la introducción en él de depredadores no naturales, como perros o gatos. Por eso, cada cría en cautividad es importante para intentar preservar la especie. Los cuidadores del zoo de Zájezd intentarán, de hecho, intercambiar ejemplares con algún parque zoológico extranjero para poder seguir criando iguanas del Caribe en Chequia.