El Palacio Euro
El moderno Palacio Euro, ubicado en la parte inferior de la Plaza de Venceslao, con su torre dorada y fachada de vidrio, es una de las joyas arquitectónicas de esa céntrica plaza de Praga.
El Palacio Euro encierra la fila de edificios en la parte inferior de la Plaza Venceslao. A su lado se encuentran dos casas del estilo funcionalista, el Palacio Astra y el centro comercial Baťa. Estos edificios fueron construidos en el período de entreguerras e introdujeron el concepto de la fachada de vidrio, dice el arquitecto Petr Malinský, uno de los autores de la obra.
“Con el revestimiento de las paredes con vidrio se trató de compaginar la obra con el vecino Palacio Astra (antaño Casa de Lindt) y el centro comercial Baťa, que representan el apogeo de la arquitectura funcionalista de la época de entreguerras. El objetivo fue que esta área triangular formara el límite de la zona occidental de la Plaza Venceslao”.
En el lugar del Palacio Euro originalmente se encontraba el Centro Cultural Húngaro, un edificio bajo de solo tres pisos. En los años 70, este antiguo edificio fue derrumbado durante la construcción del metro. La parcela quedó vacía durante 20 años, hasta que vinieron inversores alemanes con el plan de construir un nuevo monumento allí.
Del proyecto se encargó la empresa OMICRON, que proporcionó la gestión territorial y el permiso de construcción. Sin embargo, faltaba completar la fachada, y los arquitectos no lograban ponerse de acuerdo en su diseño. En este punto entraron en juego los arquitectos de la agencia DAM.
Los nuevos arquitectos tenían poco tiempo para llevar a cabo el proyecto y se dieron cuenta de que no sería posible cumplir con las condiciones del plan original, como por ejemplo el permiso de construir solo 20 centímetros como máximo desde el borde de la fachada.
Por eso crearon su propio plan, empezando desde la base. Escogieron una fachada de vidrio con láminas doradas, algo innovador en su momento. Al final este proyecto atrevido fue aprobado y la construcción se realizó.
Aparte de las dificultades con la base triangular, se presentaron otros problemas durante la edificación. Por ejemplo, el ascensor se tuvo que hacer lo más pequeño posible para no afectar la imagen de la torre dorada en la esquina, explica Malinský.
“Hubo que desistir incluso de una estación en el último piso, aunque el ascensor llega hasta acá. Esa es una de las peculiaridades de esta obra, porque en lo que respecta al funcionamiento y la seguridad de los elevadores, rigen normas muy estrictas”.
Fue un proyecto arriesgado, pero al final dio buenos resultados. La construcción del edificio finalizó en el año 2002.
La parte dominante de esta construcción es la torre, que representa un contrapeso al Palacio Koruna, situado enfrente en la plaza. Por encargo de los protectores de monumentos históricos, los arquitectos no podían sobrepasar la altura de la torre del Palacio Koruna. Estos dos edificios ahora llegan a conformar una puerta de entrada a la Plaza de Venceslao.
“La torre forma parte inseparable del concepto general del edificio, basado en el contraste de la transparente y liviana fachada, y la torre de láminas pegada a su esquina, que regula la luz que entra al interior”.
Al mismo tiempo, el palacio se encuentra en el límite de la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva. Junto con otros edificios y la Plaza de Venceslao, el área crea la imagen simbólica de una catedral. El Museo Nacional, ubicado en la parte superior de la plaza, representa el coro. La amplia Plaza Venceslao forma la nave de la catedral, los dos palacios Koruna y Euro sus torres, y la estatua de San Venceslao reemplaza el altar.
Aunque esté hecho de materiales modernos, el Palacio Euro encaja en sus alrededores. Su fachada de vidrio y el color dorado están totalmente integrados en las calles de Praga.