El Ministerio del Interior estaba fragmentado

El edificio del Ministerio del Interior

La intervención brutal de las fuerzas de seguridad contra la manifestación estudiantil del 17 de noviembre fue la gota que derramó el vaso. Hablamos con el analista de seguridad Jan Schneider sobre la operación policial de ese día, ordenada por los cabecillas del Ministerio del Interior.

El edificio del Ministerio del Interior | Foto: Ondřej Tomšů,  Radio Prague International

Jan Schneider,  foto: Eva Turečková
El edificio del Ministerio del Interior fue construido antes de la Segunda Guerra Mundial en la planicie de Letná. Su fachada es de azulejos, por lo que adquirió el sobrenombre de la “casa de mosaico”. Fue allí donde se tomó la decisión de intervenir contra la manifestación estudiantil el 17 de noviembre, dice el analista Jan Schneider, quien trabajó en el Servicio de Información Federal después de la Revolución.

“Fue la primera vez que pasó, y no sucedió por casualidad. Alguien ordenó a los policías y alguien guio a los estudiantes a la Avenida Nacional. No hablo de ello como de un escándalo, es una descripción técnica de los sucesos”.

Schneider sostiene que los intentos de llevar a la gente a las calles habían sido evidentes durante mucho tiempo, por ejemplo, durante la llamada “Semana de Palach” que se organizó al principio del año.

Letná en Praga,  el noviembre de 1989,  foto: Dušan Bouška
Según el analista en noviembre de 1989 se trataba de una lucha dentro del Partido Comunista, entre el ala reformista de Gorbachov y el grupo de Miroslav Štěpán, secretario del Comité Municipal del Partido Comunista, quien trataba de boicotear el proceso de la perestroika.

De acuerdo con Schneider, también el Ministerio Federal del Interior estaba fragmentado en ese momento. En “la casa de mosaico” había muchas fracciones que, según sus palabras, “tal vez ni siquiera se conocían, y no tenían idea de lo que estaba sucediendo”.

Aunque Schneider asistía con regularidad a reuniones de la disidencia y transcribía secretamente literatura prohibida por el régimen, no sabía que este estaba a punto de caer.

“No pensé que el régimen se derrumbaría, aunque muchos dicen hoy en día que todos lo sabíamos. No esperábamos el final”.

Avenida Nacional,  el 17 de noviembre de 1989 | Foto: Petr Čepek,  ČT24
En relación con la intervención policial en la Avenida Nacional, Schneider recuerda su experiencia en el servicio secreto después de la revolución. Dice que en 1990 se proyectaban muchas grabaciones de los sucesos del 17 de noviembre. Un día Schneider estaba mirando una de ellas cuando alguien le dijo que no se trataba de tomas originales.

“Sorprendido, di un giro, y detrás de mí estaban dos caballeros que habían servido en la Seguridad del Estado. Yo les pregunté cómo sabían que no era el original y uno de ellos me respondió que en la grabación faltaba la imagen de diplomáticos rusos y estadounidenses parados en la acera. Pregunté nuevamente, cómo sabían que faltaba esta parte, y el otro hombre me dijo que él mismo la había sacado. No puedo decir si es verdad o no, porque yo no estuve allí en ese momento, pero es lo que me dijeron”.