El jefe del Despacho presidencial, sin autorización de seguridad, ordena destrucción de documentos clasificados
Sospechas de eliminación de pruebas penden sobre el jefe del Despacho presidencial, Vratislav Mynář. En noviembre ordenó la destrucción de documentos clasificados sobre el papel de agentes rusos en el sabotaje de un depósito de municiones en Chequia.
Durante una destrucción extraordinaria de documentos secretos, ordenada por el jefe del Despacho presidencial, Vratislav Mynář, en noviembre pasado, desapareció un documento enviado por el Servicio de Seguridad e Información BIS sobre el operativo de la inteligencia rusa GRU contra un depósito de municiones en la localidad checa de Vrbětice.
La participación directa de Mynář, representa uno de los nuevos indicios en este extraño caso, en el que parece que se busca ocultar pruebas ante la Policía.
Tal y como habían informado con anterioridad el semanario Respekt y la Radio Checa, la Central Contra el Crimen Organizado había empezado una investigación para determinar si algunos documentos secretos pasaron por las manos de empleados de la sede presidencial que carecen de autorización de seguridad.
Huellas dactilares y muestras de ADN
Los investigadores pretendían analizar las huellas dactilares y muestras de ADN que permanecen durante años en el papel, pero el documento en cuestión fue destruido por error, según indicaron fuentes del Despacho presidencial. En el entorno directo del presidente no disponen de autorización de seguridad su asesor Martin Nejedlý y el propio jefe del Despacho presidencial, Vratislav Mynář.
Pavel Žáček, presidente del Comité de Seguridad de la Cámara Baja, dijo a la Radio Checa que el procedimiento del Despacho del presidente no responde a las normas habituales.
“Se trata de una situación totalmente inusual. En instituciones de esta índole (Oficina del presidente) el personal profesional no actúa de esta manera, porque se trabaja con planes de largo plazo”.
En el informe sobre el resultado de la inspección, al que tuvieron acceso Radiožurnál, el servidor iRozhlas, ambos de la Radio Checa, y el semanario Respekt, Vratislav Mynář figura como la persona que ordenó la destrucción de los documentos.
“Del 29 de noviembre de 2021 al 1 de diciembre de 2021, la Oficina presidencial realizó una destrucción extraordinaria de documentos clasificados registrados entre 2013 y 2021, con base a una orden del Despacho del presidente del 29 de noviembre de 2021”, se indica en el informe de la Oficina de Nacional de Seguridad.
Destrucción temprana de documentos
El documento, que quería inspeccionar la Central contra el Crimen Organizado, describía un ataque de la inteligencia rusa GRU en el depósito de municiones de la localidad checa de Vrbětice, en 2014, en el que murieron dos personas. Todo indica que el Castillo de Praga, sede del presidente, destruyó demasiado temprano documentos clasificados. Las normas ofrecen un periodo de hasta dos años de preservación antes de la trituración de documentos y hay muy poco espacio para errores.
Pero eso no es todo. A fines de 2020, el Despacho del presidente destruyó dos documentos secretos más. Según la Oficina de Seguridad Nacional, los documentos se eliminaron demasiado pronto, incluso antes de que entrara en vigor el periodo de preservación regular.
Tomáš Bezoušek, del servicio de archivos del Instituto de Gestión de Documentos, dijo a la Radio Checa que semejante procedimiento es completamente inusual y, desde su punto de vista, se trata de algo ilegal.
“El propósito del período de preservación es proteger el documento durante el tiempo que aún pueda ser útil, incluso para una eventual inspección. El hecho de que hayan sido destruidos antes de que comience dicho plazo es una clara señal de procedimiento ilegal”.
Markéta Chaloupská, periodista de investigación de la Radio Checa, indicó que desde la Oficina del presidente de la República no recibió respuesta alguna. La funcionaria que destruyó los documentos, acatando órdenes superiores, recomendó que se hiciera una consulta al Departamento de prensa. El portavoz presidencial ni el jefe del Despacho concedieron informaciones al respecto a los medios de comunicación, mientras que fuentes de la Oficina de Seguridad adelantaron que el caso pasará al Ministerio del Interior.