El Gobierno checo baraja la posibilidad de poner fin al estado de emergencia
El primer ministro checo Andrej Babiš no quiere prolongar el estado de emergencia más allá del 30 de abril. Pero el jefe de la Comisión Central de Crisis Jan Hamáček, líder socialdemócrata y aliado en la coalición de Gobierno, no está de acuerdo porque considera que se trata de una decisión prematura.
La tensión política golpea las puertas del Gobierno checo en medio de la crisis de coronavirus. El primer ministro Andrej Babiš anunció el 12 de marzo que se veía obligado a declarar el estado de emergencia durante 30 días debido a la aparición del nuevo coronavirus en el país.
La declaración del estado de emergencia llevó a tomar toda una serie restricciones que fueron en aumento como, por ejemplo, la limitación de la libertad de movimiento, la prohibición de todo tipo de actividades sociales, el cierre de escuelas y tiendas entre otras más.Al igual que en otros países, la medidas extraordinarias colapsaron el funcionamiento de la sociedad en todos los campos, pero han sido indispensables para proteger a la población e impedir la propagación del coronavirus.
En entrevista para la televisión Prima, el primer ministro Andrej Babiš dijo este martes que no creía necesaria una prolongación del estado de emergencia.
“Considero que no hay razones para ampliar el estado de emergencia. Así que en el Gobierno presentaremos una opinión distinta a la de nuestro aliado de coalición“.Con anterioridad, Babiš indicó ante los medios de comunicación que había pedido a todos los ministros reportes para justificar la prórroga del estado de emergencia ante la Cámara Baja.
El súbito cambio de actitud quedó claro cuando Babiš dijo a la televisión Prima que los ministros de su movimiento ANO no respaldaban la prolongación del estado de emergencia.
“Todos los ministros me han presentado propuestas. Los ministros socialdemócratas están a favor de la prolongación del estado de emergencia, pero los del movimiento ANO no quieren. Tendremos que debatir sobre argumentos diferentes “.
El viceprimer ministro, líder socialdemócrata y ministro del Interior Jan Hamáček es partidario de la prórroga, porque considera que todavía no ha llegado el momento adecuado de bajar la guardia.Como jefe de la Comisión Central de Crisis, Hamáček ha estado al frente de la distribución de mascarillas, respiradores y elementos de protección personal para los hospitales y gobierno locales en todo el país.
Ante la iniciativa del primer ministro, Hamáček dijo que daría pasos conducentes a detener la distribución central de todo material tal y como lo estipulaba el estado de emergencia, al tiempo que pidió la opinión de los gobernadores regionales.
“Cada uno deberá preocuparse de sí mismo. He pedido a los gobernadores que se expresen en torno al funcionamiento regional de cara al futuro y que manifiesten si desean que se ponga fin al estado de emergencia o no”.
De acuerdo con las leyes checas, el Gobierno tiene la potestad de declarar el estado de emergencia por un máximo de 30 días, después de ese periodo cualquier prolongación del mismo debe ser aprobada por la Cámara Baja.En un principio, Babiš quería prolongar el estado de emergencia por un mes más, pero el 9 de abril los legisladores le permitieron una prórroga hasta finales de abril.
Por el momento, los comunistas han sido los únicos en respaldar públicamente una eventual prolongación del estado de emergencia, pero no más allá del 17 de mayo.
Según lo anunciado por el Oficialismo, el Gabinete debería tomar este jueves una decisión definitiva sobre el asunto.